miércoles, 1 de septiembre de 2010

El rol de la Shî‘ah en la edificación de la civilización islámica




Fuente: La Doctrina del Islam Shi'a

Aiatul-lah Ya'far Subhani
Traductor: Feisal Morhell

La civilización islámica es producto de los esfuerzos continuos de la comunidad islámica desde que brotó el ben­dito mensaje muhammadiano. Así, los musulmanes con sus dife­rentes pueblos y bajo la sombra de la fe y la creencia fundieron sus personas en el crisol del Is­lam, emplearon todas sus fuerzas y facultades, y concentraron to­dos sus esfuerzos para servir al Islam y concretar sus objetivos y sublimes propósitos, y de esa ma­nera establecieron las bases de una civili­zación con la cual la humanidad sigue en deuda y aprovechándose de la misma.
La Shî‘ah desempeñó un rol destacado en la edificación de la estructura de la gran civilización islámica. Es suficiente hojear las páginas de los libros sobre cien­cias y civilización islámica para ver cómo brillan en los mismos los nombres de los sabios y pen­sadores shiítas.
En el ámbito de la literatura árabe es suficiente con saber que fue el Imam ‘Alî (P), el Comen­dador de los Creyentes, su primer fundador, y que fue su discípulo Abûl Aswad Ad-Du’alî quien continuó su tarea desarrollándola y redactándola. Luego de él llegó el turno de personalidades shiítas que continuaron con esos ingen­tes esfuerzos en la materia. Entre ellos tenemos a: Al-Mâzinî (fall. 248 HL), Ibn As-Sikkît (fall. 244 HL), Abû Is·hâq An-Nahwî (quien se contaba entre los com­pañeros del Imam Al-Kâdzim, con él sea la paz), Jalîl Ibn Ahmad Al-Farâhidî, autor del libro Al-‘Ain (fall. 170 HL), Ibn Duraîd, autor de Al-Ÿamharah (fall. 321 HL), As-Sâhib Ibn ‘Ubbâd, autor de Al-Muhît (fall. 386 HL), así como otros de entre miles de lite­ratos shiítas cada uno de los cua­les fue en su tiempo un polo de referen­cia en idioma, sintaxis gramatical (nahw), morfología (sarf) o poesía y ciencia de la prosodia (‘arûd).
En cuanto a la Ciencia del Tafsîr o Exégesis Coránica, después del Mensajero de Dios (BP) los principales referentes fueron el Imam Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî Ibn Abî Tâlib (P) y los Imames de Ahl-ul Bait (P). Luego de ellos tenemos a ‘Abdul·lah Ibn ‘Abbâs (fall. 68 HL) y otros de entre los discípulos de Ahl-ul Bait (P). A lo largo de catorce siglos, los sabios shiítas han elaborado cientos de libros de exégesis coránica que se diferencian en volumen, calidad y método. Al respecto hemos es­crito un detallado artículo sobre las obras shîitas en el ámbito del tafsîr a lo largo de la historia, que fue publicado en la introducción de la nueva impresión del Tafsîr At-Tibiân del Sheij At-Tûsî.
En la Ciencia del Hadîz ya hemos mencionado que los shiítas se adelantaron a los demás de entre las diferentes tendencias del Islam en lo relacionado a la com­pilación de la Tradición y su es­critura y estudio, mientras que ello era considerado prohibido en la época de los califas (a excep­ción del periodo del califato del Imam ‘Alî (P), quien tenía regis­trado los hadices).
Es posible señalar a este res­pecto a ‘Ubaidul·lah Ibn Abî Râfi‘, Rabî‘ah Ibn Samî‘ y ‘Alî Ibn Abî Râfi‘ de entre los compañeros del Imam ‘Alî (P), y luego de ellos a los compañeros y discípulos de los Imames As-Saÿÿâd, Al-Bâqir y As-Sâdiq (con ellos sea la paz).
El desarrollo de la Ciencia del Hadîz en épocas del Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) alcanzó tal grado que Al-Hasan Ibn ‘Alî Al-Washâ’ dijo: “Vi en la mezquita de Kûfa nove­cientos narradores del Hadîz, cada uno de los cuales decía: “Me narró Ÿa‘far Ibn Muhammad, con él sea la paz…”.[1]
En lo referente al Fiqh o Juris­prudencia Islámica, egresa­ron de la escuela de Ahl-ul Bait (P) gran­des sabios y muÿtahidîn tales como: Abân Ibn Taglib (fall. 141 HL), Zurârah Ibn A‘ian (fall. 150 HL), Muhammad Ibn Muslim (fall. 210 HL) y cientos de otros grandes muÿtahidîn y sabios in­vestigadores como Sheij Al-Mufîd, el Seîied Al-Murtadâ, el Sheij At-Tûsî, Ibn Idrîs Al-Hil·lî, el Muhaqqiq Al-Hil·lî y el ‘Al·lâmah Al-Hil·lî, quienes deja­ron un inapreciable legado cien­tífico e ideológico.
Los esfuerzos de la Shî‘ah no se centralizaron sólo en estas cien­cias y sus servicios no se li­mitaron a estos temas, sino que realizaron servicios al Islam y al mundo en otras ciencias como la Historia, las expediciones del Profeta (BP), la ciencia de Riÿâl, la ciencia de Dirâiah, la poesía, la literatura y otras ramas del conocimiento que este breve escrito no puede abar­car.
Todo ello es en lo relacio­nado a las ciencias transmitidas, y se aventajaron a otros de entre las demás tendencias y grupos en el área de las ciencias intelectivas como el Kalâm y la Filosofía, puesto que la Shî‘ah le concede al intelecto un mayor rol y más im­portancia que el que le dan las demás tendencias islámicas.
De esta manera, ellos, inspi­rándose en los hadices del Imam Amîr Al-Mu’minîn y sus hijos inmaculados, se esforzaron más que otros en dilucidar y explicar las creencias islámicas, y es así que la Shî‘ah ofreció a la Ummah o comunidad islámica una gran generación de teólogos capaces y grandes filósofos. El Kalâm shiíta se cuenta entre las más ricas es­cuelas teológicas islámicas, la cual incluye -además de las pruebas del Libro Sagrado y la Tradición- fuertes pruebas del intelecto.
Uno de los fundamentos de la civilización islámica lo conforma el conocimiento del mundo de la naturaleza y sus leyes. De la es­cuela del Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) egresaron famosas personali­dades como Ÿâbir Ibn Haîiân, que se destaca­ron en el ámbito de las Ciencias Naturales al punto que Ÿâbir es considerado en esta época como el padre de la quí­mica mo­derna.
En cuanto a la ciencia de la Geografía, Ahmad Ibn Ia‘qûb, conocido como Al-Ia‘qûbî (fall. alrededor del 290 HL) fue el primer sabio en geografía que reco­rrió las extensas regiones islámi­cas y compiló un libro llamado Al-Buldân (Los Países), y es uno de los sabios shiítas.
Estos grandes y multilate­rales esfuerzos que fueron realizados en vías del conocimiento y la cultura por los sabios shiítas, co­menzaron a partir del primer siglo de la hégira y continúan hasta hoy; y para esto ellos funda­ron hawzas o escuelas religiosas, uni­versidades y diferentes insti­tutos, los cuales siempre estuvie­ron al servicio de la humanidad, y la ci­vilización islámica y humana.
Lo que se mencionó aquí bre­vemente, no es más que una ligera alusión sobre el papel des­empe­ñado por la Shî‘ah en el ámbito de la ciencia y la civiliza­ción islá­mica. Para mayor información es necesario referirse a las fuentes relacionadas específica­mente al tema.[2]


[1] Riÿâl An-Naÿÿâshî, nº 79.
[2] Al-Fehrest de Ibn Nadîm; Riÿâl An-Naÿÿâshî, Al-Fehrest del Sheij At-Tûsî; Ta’sîs Ash-Shî‘ah li ‘Ulûm Al-Islâm; Adh-Dharî‘ah ilâ Tasânîf Ash-Shî‘ah; A‘iân Ash-Shî‘ah; el tomo sexto de Buhûz fi-l Milal wan Nihal, y otros libros.

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