La Shî‘ah sostiene que es obligatorio prosternarse durante la oración sobre el suelo o lo que brota del mismo, con la condición de que no sea algo comestible ni de aquello con lo que se confecciona vestimenta, y que es permitido prosternarse sobre otras cosas fuera de ello mientras se pueda escoger.
Se narra en un hadîz del Mensjero de Allah (BP), transmitido por fuentes sunnitas:
“Me fue dispuesta la tierra como objeto de prosternación y como objeto de purificación (tahûr)”.[1]
De la palabra [طهور = tahûr] (objeto de purificación), la cual se refiere al taiammum (ablución seca cuando no es posible usar agua), se desprende que el propósito de “tierra” aquí es la tierra natural la cual está conformada por el polvo, la roca, la arcilla y materias similares.
También dice el Imam As-Sâdiq (P):
“La prosternación no se permite sino sobre la tierra o lo que ésta produce a excepción de lo que es comestible o aquello con lo que es factible confeccionar vestimenta”.[2]
El proceder de los musulmanes en épocas del Noble Mensajero de Dios (BP), era prosternarse sobre el suelo de la mezquita cubierto de guijarros, y cuando el aire estaba muy caliente de manera que prosternarse sobre los guijarros conformaba un asunto dificultoso, se les permitía que tomaran los guijarros en sus manos para que se enfriaran, a fin de que pudieran prosternarse sobre los mismos.
Narró Ÿâbir Ibn ‘Abdul·lah Al-Ansârî: “Yo solía rezar junto al Mensajero de Dios (BP) la oración del mediodía tomando un puñado de guijarros en mi mano para enfriarlos, de manera que pudiera prosternarme sobre ello por la intensidad del calor”.[3]
Uno de los Compañeros se abstuvo de empolvorarse el rostro al prosternarse y el Profeta (BP) le dijo:
“Empolvora tu rostro”.[4]
Así también, si alguno de los Compañeros se prosternaba sobre alguno de los extremos de su turbante, el Profeta (BP) le corría con la mano el turbante de la frente.[5]
Todos estos hadices testimonian que el deber de los musulmanes en la época del Mensaje del Profeta (BP) era primeramente prosternarse sobre tierra y guijarros, y no se prosternaban sobre tapetes, la ropa ni el extremo del turbante, y después al Profeta (BP) le fue anunciado a través de la revelación divina que también podía prosternarse sobre las esterillas o jumar.[6] Existen numerosas narraciones que nos refieren la prosternación del Profeta (BP) sobre las esterillas o jumrah.[7]
Los shiítas imamitas siguen observando este principio, de manera que continúan prosternándose solamente sobre la tierra o lo que brota de ella que no sea comestible ni se use para vestir, como sucede con la esterilla hecha de ramas de palmera o mimbre; y es a estos evidentes indicios que vuelve su insistencia en prosternarse sobre tierra, guijarros o piedra, o bien la esterilla.
Luego, lo mejor sería que en el mundo islámico las mezquitas estén provistas de tal manera que los seguidores de las diferentes escuelas pudieran actuar de acuerdo a sus deberes sin inconveniente.
Por último, es necesario mencionar un punto que es que la tierra o la piedra son en realidad “el objeto sobre lo cual prosternarse” y no “el objeto a quien se dirige la prosternación”. Los shiítas se prosternan “sobre la tierra o la roca”, no “para la tierra o la roca”.
Tal vez alguien pueda conjeturar equivocadamente que los shiítas se prosternan para la tierra o la piedra siendo que ellos solamente se prosternan completamente ante Dios, Glorificado Sea, al igual que todos los musulmanes, y posan sus frentes sobre la tierra en sometimiento a Dios, Glorificado Sea, y dicen: subhâna rabbî al-a‘lâ wa bihamdih (Glorificado Sea mi Señor el Elevado, y por Su Alabanza).
[1] Sahîh Al-Bujârî, t.1, p.91, libro del Taiammum, hadîz 2.
[2] Wasâ’il Ash-Shî‘ah, t.3, cap.1 de los capítulos sobre “Aquello sobre lo cual prosternarse”, hadîz 1, p.591.
[3] Musnad Ahmad, t.3, p.327, El hadîz de Ÿâbir; Sunan Al-Baihaqî, t.1, p.439.
[4] Kanz Al-‘Ummâl, t.7, p.465, hadîz 19810.
[5] Ver: Sunan Al-Baihaqî, t.2, p.105.
[6] Al-Jumar y Al-Jumrah: Es del tamaño suficiente para poner el rostro en la prosternación y está hecho de esterilla, tejido de hoja de palma, u otra cosa vegetal (Lisân Al-‘Arab).
[7] Musnad Ahmad, t.6, pp.179, 309, 331, 337, y t.2, pp.192-198.
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