miércoles, 20 de abril de 2011

La Señora entre las Señoras, Fátima Az-Zahrá (p)- Parte V



Equipo de escritores de la Fundación Dar Rah-e Haqq .Traducción del persa: Martha Golzar y Rahmatul.lah Golzar .Asamblea Mundial de Ahl-ul Bayt (a.s.)

Contenido:

Altruismo o Generosidad de la familia del Profeta (BP) y revelación del Sura “El Hombre” (76) 

Fatimah (P) y la aleya de la Purificación. 

Los acompañantes del Profeta (BP) en la prueba de la ordalía y mutua maldición “Mubahalah” 

Llanto por el hambre de su padre. 

Respeto del Profeta (BP)a Fatimah.

Martirio

Altruismo o Generosidad de la familia del Profeta (BP) y revelación del Sura “El Hombre” (76)

Los narradores de ambas escuelas han dicho que el Amir de los Creyentes, Fatimah Az-Zahra’, el Imam Hasan y el Imam Husain, la paz sea con todos ellos, y su sirvienta Fiddah, conforme a una promesa que habían hecho, ayunaron tres días seguidos. La primera noche cuando estaban a punto de romper su ayuno, llamó a la puerta un necesitado y ‘Ali (P) le dio su comida que consistía únicamente en pan. Los demás miembros de la familia, siguieron el ejemplo de ‘Ali, hicieron lo mismo, viéndose obligados a romper su ayuno con agua únicamente. La segunda noche llamó a la puerta un huérfano y nuevamente, como el día anterior, todos le dieron su comida. La tercera noche llamó a la puerta un cautivo recién liberado, pidiendo algo y nuevamente todos le dieron su comida. Esta fue la causa de que Dios Todopoderoso reveló la siguiente aleya que dice[1]:
﴿ وَ يُطْعِمُونَ الطَّعامَ عَلى حُبِّهِ مِسْكِيناً وَ يَتِيماً وَ أَسِيراً ﴾
 “Por mucho amor que tuvieran al alimento, se lo daban al pobre, al huérfano y al cautivo”. (76:8)
Refiriéndose a la generosidad inmensa y al sacrificio de éstos elevados seres. Algunos de los sabios han dicho que en este sura bendito se han mencionado y prometido todas las mercedes divinas del Paraíso, pero no se dice nada en ella acerca de las “huríes que habitan en ese lugar” por respeto a la Señora entre las señoras, Fatimah Az-Zahra’ (P).[2]
Los detalles de esta historia pueden encontrarse en las obras de exégesis del Corán de ambas escuelas. Por ejemplo, en el conocido Tafsir Kash.sháf compilación del gran erudito y exegeta sunnita Yarul.lah Zamajshari.

Fatimah (P) y la aleya de la Purificación

 Todos los intérpretes y exegetas shiítas y muchos de los eruditos y exegetas sunnitas reconocen explícitamente que la aleya de la Purificación:
﴿ إِنَّما يُرِيدُ اللَّهُ لِيُذْهِبَ عَنْكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَ يُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيراً ﴾
 “Al.lah sólo quiere libraros de la ignorancia, ¡Oh, Gente de la Casa!, y purificaros absolutamente” (33:33)
se refiere a ‘Ali (P), el Amir de los Creyentes, a Fatimah, a Hasan y a Husain, la paz sea con todos ellos.[3] Y donde dice Gente de la Casa (Ahlul Bait) son estos generosos, y tal y como los grandes exegetas registraron, esta aleya se refiere a la Inmunidad de ellos, y también existen muchas otras narraciones y razones a este respecto que los interesados pueden recurrir a obras más explayadas para obtener más información. Aquí mencionamos una de éstas narraciones:
Nafih Ibn Abi Al Hamra’ dijo: “Yo estuve presente y durante ocho meses vi como el Profeta (BP) todos los días, cuando salía para la oración de la madrugada se dirigía a casa de su hija Fatimah (P) y decía:
« اَلسَّلامُ عَلَيكُمْ يا اَهْلَ الْبَيْتِ وَ رَحْمًةُ الله وَبَرَكاتُهُ، الصَّلاة، انَّما يُريدُ الله لِيُذْهِبَ عَنْكُمُ الرِّجْسَ اَهْلِ البَيْتِ وَ يُطَهِّرَ كُمْ تَطْهيرا »
“La paz, la bondad y bendiciones de Dios sean para vosotros. Es hora de llevar a cabo la oración. Al.lah sólo quiere libraros de la ignominia, ¡Oh, Gente de la Casa! Y purificaros absolutamente”.[4]

Los acompañantes del Profeta (BP) en la prueba de la ordalía y mutua maldición “Mubahalah”

En los comentarios hechos por los intérpretes, narradores y exegetas del Sagrado Corán, se explica que Fatimah Az-Zahra’ (P) fue una de las cinco personas que participaron en la invocación del Profeta (BP) contra la delegación de cristianos de Naÿran y esto, además de representar un gran honor, es uno de los argumentos más fuertes y clarificadores de que “la Gente Infalible de la Casa (Ahlul Batí)” son El Mensajero de Dios, ‘Ali, Fatimah, Hasan y Husain, la paz sea con todos ellos, y que el resto de los parientes y las esposas del Profeta (BP) no participan en esta mérito.
Una síntesis de la historia del Mubahalah es así:
Una delegación de cristianos de Naÿran se presentaron ante el Profeta (BP) y dialogaron con él acerca del Profeta Jesús (P) el Mensajero de Dios (BP) recitó la siguiente aleya:
﴿ إِنَّ مَثَلَ عِيسى عِنْدَ اللَّهِ كَمَثَلِ آدَمَ خَلَقَهُ مِنْ تُرابٍ ﴾
 “Para Al.lah, Jesús es semejante a Adán, a quién creó de tierra” (3:59)
Es decir el ejemplo de la creación de Jesús (P) –que por obra y gracia de Dios fue creado sin padre Dios– es el ejemplo de la creación de Adán (P) que Dios lo creó de la tierra sin necesidad de padre ni madre.
Los cristianos no se persuadieron y protestaron de esta interpretación, negándose a reconocer en el Mensajero de Dios a un enviado divino. En ese momento fue revelada esta aleya:
﴿فَمَنْ حَاجَّكَ فِيهِ مِنْ بَعْدِ ما جاءَكَ مِنَ الْعِلْمِ فَقُلْ تَعالَوْا نَدْعُ أَبْناءَنا وَ أَبْناءَكُمْ وَ نِساءَنا وَ نِساءَكُمْ وَ أَنْفُسَنا وَ أَنْفُسَكُمْ ثُمَّ نَبْتَهِلْ فَنَجْعَلْ لَعْنَتَ اللَّهِ عَلَى الْكاذِبِينَ﴾
“Si alguien disputa contigo sobre ello, después de haberte llegado el conocimiento (respecto a Jesús), di: ¡Venid! Llamemos a nuestros hijos varones y a vuestros hijos varones, a nuestras mujeres y a vuestras mujeres, y a nosotros mismos y a vosotros mismos. Execremos entonces mutuamente e imprequemos la maldición de Al.lah sobre los mentirosos” (3:62)
Execrar significa que dos grupos que tienen opiniones diferentes sobre algún tema se condenan unos a otros y piden a Dios que maldiga y castigue a los que mientan, y esto sólo puede hacerlo quién sea el Profeta (BP) verdadero o quieran una relación directa y auténtica con Dios.
Los cristianos de la región de Naÿran primeramente aceptaron, y quedaron que al día siguiente llevarían a cabo la ordalía, pero cuando se alejaron del lugar en el que se encontraba el Generoso Profeta (BP), comentaron entre ellos, y el obispo que comandaba la comisión dijo: “Si mañana, Muhammad se presenta con sus hijos y su familia eso será un motivo de preocupación para nosotros, pues evidenciará la sinceridad de sus creencias, pero si se presenta con sus seguidores y amigos no se preocupen, pues eso indicará que él no es un profeta verdadero”.
Al día siguiente se presentó el Profeta (BP) para la ordalía, seguido de ‘Ali (P) Fatimah Az Zahra, Hasan y Husain, la paz sea con todos ellos. Se sentó frente a los cristianos y le dijo a los miembros de su familia: “Cuando yo termine de hacer cada súplica ustedes digan Amen”.
Los cristianos al ver quiénes eran los acompañantes del Profeta (BP) temieron de las consecuencias de la ordalía, aceptaron que su política para llevar a cabo la execración era la que correspondía a la de los verdaderos profetas y le pidieron que en lugar de efectuar la execración aceptara un pacto de paz, y después de pagar una cantidad por lo acordado, regresaron con los suyos”.[5]

Llanto por el hambre de su padre

Abdul.lah Ibn Hasan dijo: “Un día el Enviado de Dios fue a ver a Fatimah (P), ella le dio un pedazo de pan de cebada duro y el Profeta (BP) rompió el ayuno con él, entonces dijo:
“Hija mía es el primer pan que como desde hace tres días”.
Al oír esto, Fatimah (P) comenzó a llorar y el Profeta (BP) con su santa mano le acarició el rostro y secó sus lágrimas”.[6]

Respeto del Profeta (BP)a Fatimah

Se transmitió que ‘Aishah dijo:
“Cada vez que Fatimah (P) llegaba para ver al Generoso Profeta (BP) él se levantaba, besaba su cabeza y la sentaba junto a él. Y cada vez que el Profeta (BP) iba a visitar a Fatimah (P) se saludaban con un beso y se sentaban juntos”.[7]

Martirio

Los vertiginosos acontecimientos que se produjeron durante la enfermedad y el fallecimiento del Profeta (BP) y con mayor intensidad aún tras su muerte, oprimían el corazón de Fatimah Az-Zahra’ (P) amargaban su vida y día a día se la hacían más insoportables. Por una parte, la ausencia de su padre, para ella que tanto le amaba y que no podía soportar estar lejos de él, era algo muy doloroso; y por otra, la actuación conspiradora para usurpar el califato de ‘Ali (P), el Amir de los Creyentes, habían apesadumbrado física y espiritualmente el santo cuerpo de Fatimah (P).
Estas penas y dolores, así como muchos otros que nos abstenemos a mencionar aquí, ocasionaron lo que leemos en la historia que Fatimah Az-Zahra’ (P) después del fallecimiento del Profeta (BP) constantemente lloraba y se encontraba triste. En algunas ocasiones iba a la tumba de su padre[8] y en otras ocasiones se dirigía a la tumba de los mártires y en esos lugares lloraba mucho.[9] En la casa no hacía más que gemir y clamar, de manera que la gente de Medina se quejó ante el Imam ‘Ali (P), porque los gemidos, llantos e invocaciones de esta honorable dama les llenaban de congoja y no les permitían descansar. ‘Ali (P) le construyó una casilla en el cementerio Al-Baqi‘, que fue llamada “La casa de las penas” y Fatimah Az-Zahra’ tomaba de la mano a Hasan y a Husain (P) cada mañana y se dirigía hacia allá y lloraba entre las tumbas hasta que, al anochecer, ‘Ali (P) iba en su búsqueda y los llevaba a casa. Así estuvo hasta que no pudo más y tuvo que guardar reposo.[10]
La gran pena que sentía Fatimah Az-Zahra’ (P) por la pérdida del Profeta (BP) era tal que, cuando veía algo que tuviera relación con él, no podía contener el llanto y ese estado contribuía a debilitarla más y más.
Bilal, que era el muecín del Profeta (BP) entristeció por los acontecimientos que se desencadenaron a raíz de la muerte del Mensajero del Islam, que juró nunca más recitar el adhan (la llamada para la oración). Un día Fatimah Az-Zahra’ (P) dijo: “Me gustaría nuevamente oír la voz del muecín de mi padre. Esta noticia llegó a los oídos de Bilal y por respeto a Fatimah (P) se levantó para recitar el adhan. Cuando se oyó la voz de Bilal que decía:
« الله اكبر الله اكبر »
Al.lahu Akbar, Al.lahu Akbar
Dios es el más Grande, Dios es el más Grande.
Fatimah Az-Zahra’ (P) no pudo contener el llanto y cuando la voz de Bilal pronunció:
« أَشهد أَنَّ محمَّداً رسولُ الله » 
Ash Hadu anna Muhammadan Rasulul.lah
Testifico que Muhammad es el Enviado de Dios,
Fatimah Az-Zahra’ (P) emitió un grito y perdió el conocimiento. Los que se encontraban presentes, creyendo que esto había provocado la muerte de Fatimah (P), le pidieron a Bilal que no siguiese. Bilal interrumpió el adhan o llamado a la oración. Cuando Fatimah (P) volvió en sí, pidió a Bilal que terminara de recitar el llamado a la oración, pero él no aceptó y dijo:
“¡Oh, Señora entre todas las mujeres! Temo por tu vida si escuchas mi Adhan”.[11]

***
Finalmente, esa pena tan grande que abarcaba el alma de Fatimah Az-Zahra’ (P) unida a los daños e injurias que sufrió, destrozaron a esta honorable dama y, el once del mes de Yumada Al Awwal, o según algunas versiones, el tercero de Yumada Al Zaniah del año 11 de la hégira, es decir, setenta y cinco, o noventa y cinco días después de la muerte del Profeta (BP), su alma se elevó hacia Dios, dejando el corazón de los que la amaban sumidos en la inconsolable tristeza.[12]





Notas:

Cuando aparece el nombre del Mensajero del Islam o uno de sus títulos, a continuación se ha escrito (BP), que es la abreviatura de: La Bendición y la Paz sean con él y su descendencia.
Cuando aparece el nombre de uno de los miembros de la Casa Profética (Ahlul–Bait) se ha escrito (P), abreviatura de: La Paz sea con él, ellos o ella.


[1] Amali Saduq, p.112 a 116; Kashful Gummah, t.I, p.413 a 417.
[2] Manaqib Shahr Ashub, t.III, p.106, 147 y 148; Muntahal Amal, p.68.
[3] Amali Tusi, t.I, p.254, 269 y 270; Amali Saduq, p.381 y 382; Usul Kafi, t.I, p.287; Fusul Al Mujtarah, Shaij Mufid, p.29 y 30.
[4] Kashful Gummah, t.II, p.13; Amali Tusi, t.I, p.88, esta registrada una narración parecida a ésta y dicha por ‘Ali (P), y en esta misma obra t.I. p.257, y t.II, p.177–178; Amali Mufid, p.188; Amali Saduq, 124.
[5] Manaqib Shahr Ashub, t.II, p.142 a 144; Kashful Gummah, t.I, p.425 y 426; Muntahal Amal, p.114 a 117 y 176, 177; Fusul Al Mujtarah, Shaij Mufid, p.17; Sahih Muslim, Masnad Ibn Hanbal, Talif Abu Na’im Isfahani, Tafsir Zamajshari, Agani Abul Faray Isfahani y en muchas otras obras de los sabios de ambas escuelas Sunnita y Shi’ita, y en la mayoría de las obres de exégesis coránicas ha sido mencionado el asunto del Mubahilah y estas virtudes.
[6] Bihar, XLIII, p.40; Manaqib Shahr Ashub, t.III, p.113.
[7] Bihar, XLIII, p.40; Manaqib Shahr Ashub, t.III. p.113; Amali Tusi, t.II, p.14, con algunos cambios; Baitul Al Ahzan, p.15.
[8] Baitul Al Ahzan, p.137; Muntahal Amal, p.163; Kanzul Fawa’id, p.360.
[9] Baitul Al Ahzan, p.141; Muntahal Amal, p.164; Amali Saduq, p.121; Kashful Gummah, t.II, p.60.
[10] Bihar, XLIII, p.177 y 178; Baitul Al Ahzan, p.138.
[11] Bihar, XLIII, p.157; Baitul Al Ahzan, p.140 y 141.
[12] Por la brevedad de este libro, nos abstenemos de mencionar aquí los sucesos que ocurrieron después del fallecimiento del Mensajero del Islam (BP), tales como cuando incendiaron la puerta de la casa de Fatima Az–Zahra’ (P), el sermón que dio esta honorable dama en la Mezquita para notificar a la gente del derecho del gobierno de ‘Ali (P), así como lo ocurrido con los jardines de Fadak y la discusión que sostuvo con el Primer Califa, su testamento y los detalles de su martirio así como la ceremonia de su entierro.
El lector puede encontrar estos acontecimientos, que desgarran al corazón y al mismo tiempo que instruyen y dilucidan, en otras obras tales como Baitul Al Ahzan, de Muhaddiz Qumi (que la paz sea con él).


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