jueves, 22 de septiembre de 2011

Al-Murâÿa‘ât (Las Referencias). Cartas XV y XVI



Carta nº 15
25 de Dhûl Qi‘dah de 1329 H.L.

1.      Irradiación de destellos de la verdad.
2.      Pedido de detalles sobre los hombres de la Shi'ah usados como prueba por la Sunnah.


1- Tu último escrito es fuerte en su estructura, claro en su expresión, agradable en su tema, de abundante utilidad, accesible, amplio en su terreno, de extendidos alcances y realmente sutil. Mediante él he elevado mis puntos de vista y lo he considerado acertado. De sus contenidos han irradiado destellos de éxito en lo que te procuraste, y han brillado señales de tu triunfo.
2- Pero cuando mencionaste que la gente de la Sunnah sí considera como prueba a los hombres de la Shî‘ah, has generalizado y no has entrado en detalles al respecto. Lo más conveniente hubiera sido que hubieras mencionado a esos hombres por sus nombres, y que presentaras a continuación de cada uno aquellos textos de la gente de la Sunnah en donde se los. usa como prueba. ¿Acaso puedes ahora presentar eso, de manera que se aclaren las señales de la verdad, y resplandezcan las luces de la certeza?
Was Salâm.
S

Carta nº 16
2 de Dhul Hiÿÿah de 1329 H.L.

·         Cien transmisores de la Shî‘ah en las cadenas de transmisión de la Sunnah

Te respondo afirmativamente. Te presento -con la mayor rapidez ­aquello que ordenaste, resumiéndome a un grupo de entre aquellos a quienes se recurrió y a los cuales las miradas se dirigieron, a condición de que no me impongas el escudriñamiento de cada una de las referencias existentes, pues eso es algo para lo cual este escrito resulta demasiado estrecho. Aquí te expongo sus nombres y los de sus padres, ordenados alfabéticamente:

Esta carta consta de setenta y siete páginas en las que el Saiid Sharafuddin a continuación del nombre de cada uno de aquellos que aparecen dentro de las cadenas de transmisión de la gente de la Sunna menciona datos de los mismos de entre los que están algunas referencias de su inclusión en el Isnâd o cadena de transmisión de hadices de los más importantes libros sunnitas. Si bien estos datos son muy apreciados por aquellos que están adentrados en las ciencias del hadîz (sobre todo ‘Ìlm Ar-Riÿâl) para otros puede resultar agobiante. Por eso y por temor a extendernos demasiado dejamos su publicación para otra oportunidad en la que, si Allah lo permite, sea publicado el libro en su totalidad

 La Redacción

.. .Estos son cien baluartes de entre los hombres de la Shî‘ah que fueron usados como pruebas por la gente de la Sunnah. Fueron un depósito de las ciencias para la Ummah. Formaron parte de aquellos mediante quienes se preservó el legado profético. Sirvieron como base para los Sihâh, los Sunan y los Masânid.[1]
Los he mencionado por sus nombres. Te he presentado los textos de la gente de la Sunnah a su respecto, donde los toman como prueba. Lo he hecho ateniéndome a vuestras normas, y supongo que los oponentes reconocerán el error de lo que pretendían acerca de que la gente de la Sunnah no considera como prueba a los hombres de la Shî‘ah; y que se darán cuenta de que el criterio bajo el cual se rigen es la veracidad y la confianza, sin importar si la persona es sunni o shî‘ah. Si los hadices de los shiítas fueran rechazados por completo, se perdería gran parte del legado profético -como el mismo Adh-Dhahabi lo reconoce al realizar la biografía de Abân Ibn Taglib (que es el primero de los cien nombrados)-. La inexactitud de tal pretensión es realmente evidente.
Tu sabes bien -que Allah haga triunfar la verdad por tu, intermedio­ que, además de los que he mencionado, los primeros shiítas en los que la gente de la Sunnah se basa, son muchas veces más que los cien mencionados, como así también es mayor el número de sus cadenas de transmisión y hadices, más profundo su conocimiento, y más antiguos y arraigados en el shiísmo.
¿Acaso los hombres de la Shî‘ah no se cuentan entre los compañeros del Profeta (s.a.w.), que Allah esté complacido con todos ellos? Hemos informado de sus nombres al final de nuestro libro Al-Fusûl Al-Muhimmah. Entre los Tâbi‘în o compañeros de los compañeros del Profeta (s.a.w.), se cuentan aquellos que son usados como prueba, que son reconocidos shiítas, y son confiables, memorizadores y escrupulosos.
Entre ellos están aquellos que fueron martirizados en el camino de Allah al auxiliar a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî durante los días de las batallas de Al-Ÿamal Al-Asgar, Al-Ÿamal Al-Akbar, Siffîn, Nahrawân, en el Hiÿâs y en el Yemen, cuando estos dos últimos lugares fueron invadidos por Basar Ibn Artah, y en la sedición de Al-Jadramî, el enviado por Mu‘awiah a Basora. También están aquellos que fueron martirizado s en Karbalá junto al Señor de los Jóvenes del Paraíso; aquellos que fueron martirizados junto a su nieto Zaid Ibn ‘Alî; y otros que se opusieron a la tiranía.
Entre ellos están esos revolucionarios de la familia de Muhammad (s.a.w.) que se sublevaron por la causa de Allah, como aquellos que fueron asesinados y desterrados tiranamente; aquellos que se ocultaron bajo la taqiah u ocultación de la creencia, por temor y debilidad, como Ahnaf Ibn Qais, Al-Asba‘ Ibn Nubâta, Iahiâ Ibn Iu‘mar (el primero que usó la puntuación para diferenciar las letras), Al-Jalîl Ibn Ahmad (el fundador de la filología árabe y de la ciencia de 'Arûd, que estudia la armonía de las partes de la poesía), Ma‘âdh Ibn Muslim Al-Harâ’ (quien dispuso la ciencia del Sarf o morfología árabe), y otros como ellos, de los que, para entrar en detalles, se podría componer una obra de varios y voluminosos tomos.
Eso sin mencionar a aquellos que, en forma prejuiciosa, fueron considerados débiles por los nawâsib (secta que tiene abierta hostilidad hacia los Imames de Ahlul Bait y la Shî‘ah), por lo que no los consideran como prueba. Aun así, hay cientos de reconocidos memorizadores del Corán y baluartes de la guía de entre los seguidores de la Familia de Muhammad (s.a.w.), que no son considerados ni mencionados por la gente de la Sunnah, pero los Ulama de la Shî‘ah se esmeraron por mencionarlos en glosarios de personas y biografías que se ocupan de ellos, mediante los cuales se conoce la idoneidad que tenían al estar al servicio de la indulgente Sharî‘ah.
Quien observa sus hechos con detenimiento, se da cuenta que eran ejemplos de veracidad, dignos de confianza, y sobresalientes en piedad, ascetismo, adoración y sinceridad al aconsejar respecto a Allah, Glorificado Sea, Su Mensajero (s.a.w.), Su Libro, y los Imames de los musulmanes y su gente común.
            Que Allah nos beneficie de sus bendiciones, al igual que de las vuestras. Ciertamente que Él es el más Clemente de los Misericordiosos.
Was Salâm
Sh.



[1] Libros de hadices de la escuela sunnita, que se describen de la siguiente manera:
Sihâh es el plural de Sahâh, que, en términos de la ciencia del Hadîz, significa “narración muy confiable”. El nombre correcto de este tipo de libros en la ciencia del Hadîz es Al-Ÿawâmi‘ que es el plural de Ÿâmi‘, y con ello se quiere significar los libros que, a partir de mediados del siglo III, en la escuela sunnita, se comenzaron a compilar, considerando solo a los hadices Sihâh o muy confiables, siendo clasificados en base al orden en que se tratan los temas en el Dîn o religión en general y en el Fiqh o jurisprudencia en particular.
Sunan es el plural de Sunnah o tradición, y con ello se quiere significar los libros de hadices que fueron compilados en base al orden en que se tratan los temas en el Fiqh en particular (sin tomar en cuenta lo que no corresponda al Fiqh), considerando tanto los hadices sihâh como los que no lo son, pero restringiéndose al Hadîz Marfû‘ (cuyo Isnad o cadena de transmisión llega al Profeta), sin tener en cuenta al Mauqûf (cuyo Isnad llega solo a un Compañero del Profeta), ni al Maqtû‘ (cuyo Isnâd solo llega a un Tâbi‘î o compañero de un compañero del Profeta).
Masânid es el plural de Musnad, que significa narración que tiene sanad o cadena de transmisión, y con ello se quiere significar los libros en los que se recopilaron los hadices de cada compañero del Profeta (s.a.w.) por separado, ya sea que el hadîz fuera sahîh o muy confiable, hasan o correcto, o incluso da‘îf o débil. Algunos de estos libros están ordenados alfabéticamente según el nombre del Compañero de quien se transmite la narración, y no en base al orden en que se tratan los temas en el Fiqh (N. del Traductor).

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