jueves, 22 de septiembre de 2011

Al-Murâÿa‘ât (Las Referencias). Cartas IX y X



17 de Dhul Qi‘dah de 1329 H.L.

·        Pedido de más Textos respecto al Tema en Cuestión


Libera las riendas de la pluma y no temas aburrir, puesto que mis sentidos están atentos y a mi corazón se le hace larga la espera. En lo referente a tomar el conocimiento de ti, yo estoy dejando a mi alma acopiarlo, y me encuentro plenamente dispuesto. A causa de tus explicaciones y argumentos, siento restablecida mi vitalidad y la brida del tedio no me sujeta. Otórgame más de esas concisas palabras tuyas y de tu elocuente sabiduría, ya que eso me resulta más agradable que la dulzura del agua. Por tus ascendientes te lo pido, concédeme más de ello. Por Allah concédeme más.
Was Salâm
S.

19 de Dhul Qi‘dah de 1329 H.L.

·         Destellos Suficientes de los Innumerables Textos

Si es que aceptas mi correspondencia con gusto y la recibes dejando a tu alma acopiar el conocimiento, entonces debes saber cuánto he cifrado mis esperanzas en tener éxito en ello y en que la consecuencia de mis esfuerzos fuera ese triunfo. Ciertamente que quien tiene una intención pura, una buena conciencia, un alma humilde, una desarrollada moral, buen juicio, y está coronado con el conocimiento y mullido en los cojines de la comprensión, se hace acreedor a que se represente la verdad en sus palabras y pluma, y se materialice la justicia y la veracidad con su mano y su lengua.
¡No sabes de qué manera se me hace prioritario el agradecerte y acatar tu directiva!, ya que dices “concédeme más”, y, ¿acaso puede haber cortesía, atención y humildad mayor que esa? Heme aquí respondiéndote, y que Allah te agracie con el sosiego y la tranquilidad.
Cita At-Tabarânî en Al-Kabîr y Ar-Rafi‘î en su Musnad, en una cadena de transmisión que llega a Ibn ‘Abbâs, que éste dijo: Dijo el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue la paz al igual que a su familia): “A quien le complazca vivir de la forma en que yo lo he hecho y morir de la manera en que yo lo he de hacer, y desee morar en el Jardín del Edén que ha dispuesto mi Señor, que tome a Ali como Wali después de mí; que tome como Wali a quien le suceda como Wali, y que siga a la Gente de mi Casa después de mí, ya que ellos son mi descendencia, quienes fueron creados de mi misma esencia y fueron agraciados con mi misma comprensión y conocimiento. Por eso, ¡pobres de aquellos que desmientan sus virtudes y superioridad sobre mi comunidad; aquellos que corten mi lazo de unión con ellos, ya que a ésos Allah no les hará llegar mi intercesión!”.[1]
Citan Mutîr, Al-Baraudî, Ibn Haÿar, Ibn Shahîn e Ibn Mandah, a través de Is·hâq y llegando a Ziad Ibn Matraf, que éste dijo: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.w.) decir: “Quienes quieran vivir de la forma en que yo lo he hecho, morir como lo he de hacer, y entrar en el Paraíso que mi Señor me ha prometido, que es el jardín de la eternidad, que sigan a Ali y a su descendencia después de mí, ya que ellos no les apartarán de la puerta de la guía, ni les harán entrar por la puerta del extravío”.[2]
Idéntico es el hadîz de Zaid Ibn Arqam, quien dijo: Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Quien quiera vivir como yo lo he hecho, morir como lo he de hacer y habitar en el Paraíso de la eternidad que mi Señor me ha prometido, que siga a ‘Alî bn Abî Tâlib, ya que él no os apartará de la puerta de la guía, ni os introducirá por la puerta del extravío”.[3]
Análogo es el hadîz de ‘Ammâr Ibn Iâsir, quien dijo: Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Encargo la Wilâiah de ‘Alî Ibn Abî Tâlib a quien cree en mí y me considera veraz, puesto que quien lo toma como su Walî, me ha tomado a mi como tal, y quien me toma a mí como Walî, en realidad ha tomado a Allah como tal. Quien quiere a Alî, me quiere a mí, y quien me quiere, en realidad quiere a Allah. Quien le aborrece, me está aborreciendo, y quien me aborrece, está aborreciendo a Allah, Poderoso e Imponente”.[4]
También de ‘Ammâr, llegando la cadena de transmisión al Profeta (s.a.w.): “¡Dios mío! Que quien crea en mí y me considere veraz, siga a ‘Alî Ibn Abî Tâlib, ya que su Wilâiah es la mía, y mi Wilâiah es la Wilâiah de Allah, Exaltado Sea”.[5]
Una vez el Mensajero de Allah (s.a.w.) en una de sus disertaciones dijo: “¡Oh gente! Por cierto que la virtuosidad, la nobleza, la posición y la Wilâiah o supremacía, son del Mensajero de Allah y de su descendencia, así que, no os dejéis llevar por las falsedades”.[6]
También dijo (s.a.w.): “En cada generación de mi comunidad habrá personas justas de entre la Gente de mi Casa, quienes rechazarán de la religión las tergiversaciones de los extraviados, los artificios de los falsarios, y las interpretaciones de los ignorantes. ¿Acaso no son vuestros Imames vuestro acceso hacia Allah? Entonces, observad bien a quién tomáis como acceso?”.[7]
También dijo (s.a.w.): “No tratéis de adelantárosles, ya que seríais aniquilados, ni seáis negligentes a su respecto, puesto que causaríais destrucción. No tratéis de enseñarles ya que son más sabios que vosotros”.[8]
También dijo (s.a.w.): “Disponed a la Gente de mi Casa (Ahlu Baiti) en relación a vosotros, como la posición de la cabeza respecto al cuerpo y como la posición de los ojos respecto a la cabeza; que ciertamente que la cabeza no se orienta sino mediante los ojos”.[9]
También dijo (s.a.w.): “Imponeos el amor a nosotros Ahlul Bait, que quien llegue al encuentro de su Señor sintiendo amor por nosotros, entrará al Paraíso mediante nuestra intercesión, y, ¡por Aquel en Cuyas manos está mi alma!, ciertamente que ésta no beneficiará a ningún siervo a menos que éste conozca nuestro derecho”.[10]
También dijo (s.a.w.): “Conocer a la familia de Muhammad es inmunidad ante el fuego. El amor a la familia de Muhammad es la venia para atravesar el sirât (o puente del paraíso). Y la aceptación de la Wilâiah de la familia de Muhammad es una seguridad contra el castigo”.[11]
También dijo: “Se mantendrán alineados los pies de un siervo el Día del Juicio, hasta que sea interrogado sobre cuatro cosas: sobre su vida y cómo la consumió, sobre su cuerpo y con qué lo corrompió, sobre su riqueza y en qué la invirtió y de dónde la obtuvo, y sobre su amor a nosotros, Ahlul Bait”.[12]
También dijo (s.a.w.): “Aunque un hombre se establezca entre la Ka‘bah y el Maqâm de Ibrahim,[13] y rece y ayune; si aborrece a la familia de Muhammad, entrará en el fuego”.[14]
También dijo (s.a.w.): “Quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere como un mártir. ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere haciéndose acreedor al perdón? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere como un contrito? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere como un creyente de fe acabada? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, es albriciado con el Paraíso por el Ángel de la Muerte y luego por Munkir y Nakir?[15] ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, es conducido hacia el Paraíso de la forma en que la novia es conducida hacia la casa de su esposo? ¿Acaso no sabéis que a quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, le son abiertas en su tumba dos puertas que lindan con el Paraíso? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, dispone Allah su tumba como lugar de visita de los ángeles de la misericordia? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere dentro de la Sunnah o tradición? ¿Acaso no sabéis que quien muere aborreciendo a la familia de Muhammad, se presentará el Día de la Resurrección teniendo grabado entre sus ojos: "desesperanzado de la Misericordia de Allah"...?”. Continuando sus palabras hasta el final de su disertación denominada “Jutbatul ‘Usama’”.[16]
Lo que el Profeta (s.a.w.) quiso con esas narraciones, fue contrarrestar el hecho de dejarse llevar por las pasiones. Los contenidos de todos estos hadices son mutawâtir,[17] especialmente a través de la pura descendencia. Tal jerarquía no se hubiera consolidado en sus personas, si no fueran en verdad las significativas pruebas de Allah, los legítimos abrevaderos de Su Sharî‘ah, que ocupan el lugar del Mensajero de Allah (s.a.w.) respecto a Sus órdenes y prohibiciones, y quienes le representan en su conducta de la forma más brillante. El que los quiere a causa de esto, en realidad quiere a Allah y a Su Mensajero, y el que los aborrece, en realidad lo hace con Allah y Su Mensajero.
Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “No nos quiere a nosotros, Ahlul Bait, excepto quien es un creyente piadoso; y no nos aborrece, sino quien es un hipócrita miserable”.[18]

 Es por eso que dice Al-Farazdaq:

De la comunidad de quienes les aman asoma la religión,
y de la de quienes les aborrecen, la incredulidad.
De su cercanía y aferramiento resulta la salvación.
Si se quiere enumerar a la gente piadosa,
ellos serían los líderes.
Y si se habla de la mejor gente de la Tierra,
se dirá: Ellos son.

Decía Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.): “Por cierto que yo, los excelentes de mi origen y los justos de mi descendencia, somos los más perceptivos de la gente siendo niños, y los más sabios de la gente siendo adultos. Es a través nuestro que Allah repele la mentira. Es a través nuestro que Allah libera vuestros cuellos, quitando el lazo de los mismos. Es a través nuestro que Allah abre y sella (los asuntos)”.[19]
Suficiente primacía por sobre el resto de la gente, es aquella que Allah, Poderoso e Imponente, les dispuso; tanto así, que prescribió que bendecirles formara parte de las oraciones obligatorias de todos los siervos.[20] De esa manera, a menos que se incluyera la bendición para ellos, no sería correcta la oración de ninguna persona, ya sea ésta un Siddiq (veraz), un Faruq (separador entre la verdad y la falsedad) o un poseedor de una, dos o más luces;[21] pues es indispensable para todo aquel que adore a Allah mediante las oraciones obligatorias, que en momentos en que lo esté haciendo, les bendiga, así como son obligatorios para Su adoración, los dos testimonios.[22]
Esta posición es a la cual se dirigen los rostros en procura de ayuda, y ante la cual se inclinan las miradas de los imames que mencionaste. Por ejemplo dice el imam Ash-Shafi‘i (que Allah esté complacido con él):

¡Oh Familia de la Casa del Mensajero!
amaros fue prescripto por Allah en el Corán que reveló.
Os es suficiente como majestuosa virtud
el que si alguien no os bendice, no se le acepte su rezo.[23]

Por ahora nos vamos a contentar con estos indicios y pruebas de la obligatoriedad de seguir a Ahlul Bait y de marchar según su conducta, que nos han sido legados por la sagrada tradición. En el Libro de Allah, Poderoso e Imponente, hay aleyas normativas que también prescriben eso. Delego esas aleyas a tu sagacidad y a lo sutil de tu mente, ya que eres de entre quienes se bastan con una señal indicadora, y que con la simple alusión, se les hace innecesaria la específica indicación.
Alabado sea Allah, el Señor del Universo.
Was Salâm
Sh.


[1] Este hadîz, con las mismas expresiones, es el hadîz Nº 3819 de los hadices de Kanz Al-‘Ummâl, al final la página 217 del tomo 6. También fue citado en Muntajab Al-Kanz, al principio de los comentarios al margen de la página 94 del tomo 5 de Musnad Ahmad, sólo que ahí dice “y fueron agraciados con mi misma comprensión” y no menciona al conocimiento, lo que tal vez sea un error de quien lo transcribió. También es mencionado por Al-Hafidz Abû Na‘îm en su Hiliah, transmitiéndolo de él Ibn Abil Hadîd Al-Mu‘tazilî, en la página 450 del segundo tomo de su comentario del Nahy Al-Balâgah (edición de Egipto). También lo cita en la página 449 transmitiéndolo de Abû Abdillah Ahmad Ibn Hanbal, tanto de su Musnad como del Manaqib ‘Alî Ibn Abî Tâlib.
[2] Este es el hadiz 2578 de los hadices de Kanz Al-‘Ummâl citado al final de la página 155 del tomo 6. También lo citó en Al-Muntajab (ver en Al-Muntajab la última línea de las notas de la página 32 del tomo 5 del Musnad Ahmad). Es citado por Ibn Haÿar Al-‘Askalânî en forma resumida, en la biografía de Ziad Ibn Matraf, en la primera parte en que alude a su enfermedad. Luego dice: “Mencioné en su cadena de transmisión a Iahia Ibn Iu‘la Al-Muhâribî quien está catalogado como débil (lo transmitido por él)”. Esto es realmente extraño para alguien como Al-‘Askalânî, ya que Iahia Ibn Iu‘la Al-Muharibi está catalogado como ziqah (confiable) por unanimidad. Es así que Al-Bujârî lo cita en su Sahîh respecto a la peregrinación de Al-Hudaibiah, como así también lo hace Muslim en su Sahîh, en el capítulo de Al-Hudud (las penas estipuladas por la sharî‘ah o ley islámica). Adh-Dhahabî, en Al-Mizân, transmite su confiabilidad como algo categórico. Asimismo, tanto el Imam Al-Qaisarânî como otros, lo consideran de entre aquellos usados como prueba por los dos Sheij Muslim y Al-Bujari, y por otros.
[3] Citado por Al-Hâkim, al final de la página 128 del tomo 3 de su Sahîh Al-Mustadrak. Luego dice: Este hadîz tiene una cadena de transmisión catalogada como confiable aún cuando los dos Sheij no lo mencionaron. Es citado por At-Tabarani en Al-Kabîr y por Abû Na‘îm en Fada’il As-Sahâbah. Es el hadîz 2577 de los hadices de Kanz Al-‘Ummal, que está mencionado en la página 155 del tomo 6. También lo mencionó en Muntajab Al-Kanz (ver las notas de la página 32 del tomo 5 del Musnad).
[4] Citado por At-Tabarani en Al-Kabîr y por Ibn ‘Asâkir en su Ta’rîj. Es el hadîz 2571 de los hadices de Kanz Al-‘Ummâl, citado al final de la página 153 del tomo 6.
[5] Citado por At-Tabarani en Al-Kabîr, en una narración de Muhammad Ibn Abi ‘Ubaidah Ibn Muhammad Ibn Ammar Ibn Iasir, quien transmitió de su padre, de su abuelo, de Ammar. Es el hadîz 76 de los hadices del Kanz / p.155 / T.6. También es citado en Al-Muntajab.
[6] Citado por Abush Sheij en un extenso hadiz. Transmitido por Ibn Haÿar al final de la explicación del cuarto de los sentidos que se menciona en el Tafsîr o exégesis de la aleya del amor a la familia del Profeta (s.a.w.), en la página 105 de su As-Sawâ‘iq.
[7] Citado por Al-Mullah en su Sîrah y por Ibn Haÿar en As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah, en la exégesis de la aleya que dice: «y detenedles, puesto que son responsables» (Corán; 37:24) (p.90, edición Al-Maimanah - Egipto).
[8] Citado por At-Tabarani en el hadîz de Az-Zaqalain, y referido a él por Ibn Hayar en la exégesis de la aleya «y detenedles, puesto que son responsables», que es la cuarta de las que cita en el capítulo 11 de su As-Sawâ‘iq (p.89, edición Al-Maimanah - Egipto).
[9] Citado por varios autores de los libros de tradiciones conocidos, en una cadena que llega a Abu Dharr, quien la remite al Profeta (s.a.w.). La cita el Imam As-Saban, en el capítulo correspondiente a Ahul Bait (a.s.) de su libro As‘âf Ar-Râguibîn. También la narra el Sheij Iusuf An-Nahbânî en la página 31 de Ash-Sharaf Al-Mu’abbad. Así también la citan varios narradores de entre los catalogados como confiables. Esta es una clara estipulación de la obligatoriedad de su jefatura y de que la guía y la orientación hacia la verdad no es posible sino por su intermedio.
[10] Citado por At-Tabarânî en Al-Awsat. Narrado por As-Suiuti en Ihiâ Al-Maiît, por An-Nabhani en su Arba‘în Al-Arba‘în, por Ibn Haÿar en el capítulo “el incentivo por su amor” del libro As-Sawâ‘iq, y por muchos otros sabios notables. Observa con detenimiento su dicho “no beneficiará al siervo su acción excepto conociendo nuestro derecho”, luego dime ¿cuál es ese derecho que Allah dispuso como condición para la aceptación de las acciones? ¿Acaso no es el escucharles y obedecerles y el dirigirse a Allah, Poderoso e Imponente, por su firme sendero y recto camino? ¿Qué otro derecho sino el de la profecía y el califato o regencia, tiene tan grandes efectos?
[11] Citado por el Qadi ‘Iad en la sección que dispuso para explicar que, dentro del respeto y deferencia para con el Profeta (s.a.w.), está la deferencia para con su familia y descendencia (Ash-Shafa, al principio de la p.40, en la 2ª sección de la edición Al-Astânah 1328 H.). Tú bien entiendes que aquí conocerles implica más que el mero hecho de saber sus nombres, conocer sus personas y su parentesco con el Mensajero de Allah (s.a.w.). Si fuera por eso, Abu Ÿahl y Abu Lahab bien sabían todo esto. El significado de conocerles es reconocer su condición de dotados de autoridad después del Profeta (s.a.w.) conforme a su dicho (s.a.w.): “Quien muere y no conoce al Imam de su época, ha muerto en la ignorancia”. El significado preciso de los conceptos mencionados sobre amarles y disponerse bajo su Wilâiah, es el del amor indispensable hacia quienes son la "gente de la verdad" de entre los Imames de la rectitud, y el de la aceptación de su Wilâiah.
[12] Si ellos no tuvieran esa posición ante Allah, que consta de la obligatoriedad de escucharles y obedecerles, el precepto de amarles, no tendría tal magnitud. Citado por At-Tabarani, quien lo remite a Ibn ‘Abbâs, en un hadîz Marfû‘, o sea un hadiz en el que no se menciona al narrador que liga al mismo con el Profeta (s.a.w.). Narrado por As-Suiuti en Ihia Al-Maiît y An-Nabhani en su Arba‘în, así como por varios otros de entre los sabios notables.
[13] El Maqâm o “sitial” de Ibrahîm está situado a unos metros de la Ka‘bah (según el Fiqh imamita, es entre estos dos que se debe realizar el Tawâf o circunvalación a la Ka‘bah durante la peregrinación).
[14] Citado por At-Tabarânî y Al-Hâkim, así como en el Arba‘în de An-Nabhânî, en Ihiâ Al-Maiît de As-Suiutî y en muchos otros libros. Este hadîz es similar al que dice: “¡Por Aquel en Cuyas manos está mi vida! que no se beneficiará ningún siervo excepto conociendo nuestro derecho”. Si el hecho de aborrecerles no fuera como aborrecer a Allah y a Su Mensajero (s.a.w.), no se invalidarían las [buenas] acciones de quienes les aborrecen, siendo que es así, aunque se establezcan entre la Ka‘bah y el Maqâm de Ibrahim, recen y ayunen. Si no fuera por el hecho de que representan al Profeta (s.a.w.), no tendrían tal posición. Citan Al-Hâkim e Ibn Habân en su Sahîh, así como An-Nabhânî en su Arba‘în y As-Suiutî en su Ihiâ Al-Maiît, una narración de Abû Sa‘îd , quien transmite que el Mensajero de Allah (s.a.w.) dijo: “¡Por Aquel en Cuyas manos está mi alma!, no hay hombre que nos aborrezca a nosotros, Ahlul Bait, sin que entre en el fuego”. Cita At-Tabarânî, así como An-Nabhânî en su Arba‘în y As-Suiutî en su Ihiâ Al-Maiît, una narración del Imam Hasan (a.s.), el nieto del Profeta (s.a.w.), quien le dijo a Mu‘awiah Ibn Jadiÿ: “¡Cuídate de no aborrecernos a nosotros Ahlul Bait, ya que dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Nadie nos aborrece, ni nadie nos envidia, sin que sea alejado del Haud o Fuente del Paraíso con un látigo de fuego””. Dijo el Profeta (s.a.w.) en una de sus disertaciones: “¡Oh gente!, quien nos aborrece a nosotros Ahlul Bait, será resucitado por Allah en el Día del Juicio como judío”. (citado por At-Tabarânî en Al-Awsat, así como por As-Suiutî en Ihia Al-Maiît, An-Nabhânî en su Arba‘în y otros).
[15] Munkir y Nakir son los dos ángeles encargados de formular las preguntas que dicen: “¿Quién es tu Dios?”, “¿Cuál es tu religión?”, “¿Cuál es tu Libro?”, “¿Quién es tu Profeta?”, “¿Quién es tu Imam?”, etc., y que dirigen a las personas después de su muerte.
[16] Citado por Az-Za‘labî en la exégesis de la aleya del Amor a la Familia del Profeta (s.a.w.) de su Tafsîr Al-Kabîr, remitiéndolo a Ÿarîr Ibn Abul·lah Al-Baÿlî, del Mensajero de Allah (s.a.w.). Az-Zamajsharî en su Tafsîr Al-Kashshâf cataloga la transmisión como aceptada categóricamente.
[17] Hadîz que tiene numerosas cadenas de transmisión no relacionadas entre sí.
[18] Citado por Al-Mul·lah como el segundo de los sentidos de la aleya 14 del capítulo 11, del libro As-Sawâ‘iq.
[19] Citado por Abdul Gânî Ibn Sa‘d en Idâh Al-Ishkâl. Es el hadîz 6050 de los hadices del Kanz, que figura al final de la p.396 del tomo 6.
[20] Es la frase que se expresa durante el testimonio que dice: “Dios mío bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, así como bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim” (según la escuela imamita sólo es obligatorio decir la primera parte que dice: “Dios mío bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad”).
[21] Siddîq, Farûq y Dhûn Nurain (poseedor de dos luces) son los apelativos con que los hermanos de las escuelas de tendencia sunnah denominan a los tres primeros califas.
[22] Shahadatain o dos testimonios, es la frase: “Testimonio que no hay divinidad sino Allah y testimonio que Muhammad es Su siervo y Enviado”.
[23] Estos versos forman parte de las alabanzas conocidas de Ash-Shâfi‘î. De entre quienes se refieren a éstos de forma categórica están: Ibn Haÿar al comentar la aleya que dice «Por cierto que Allah y Sus ángeles bendicen al Profeta...» (p.88 de As-Sawâ‘iq); An-Nabhânî, en la p.99 de Ash-Sharaf Al-Mu’abbad; el Imam Abu Bakr Ibn Shahabuddîn, en Rashfat As-Sâdi y otros.

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