17 de Dhul Qi‘dah de 1329 H.L.
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Tema en Cuestión
Libera las riendas de la pluma y no temas aburrir,
puesto que mis sentidos están atentos y a mi corazón se le hace larga la
espera. En lo referente a tomar el conocimiento de ti, yo estoy dejando a mi
alma acopiarlo, y me encuentro plenamente dispuesto. A causa de tus
explicaciones y argumentos, siento restablecida mi vitalidad y la brida del
tedio no me sujeta. Otórgame más de esas concisas palabras tuyas y de tu
elocuente sabiduría, ya que eso me resulta más agradable que la dulzura del
agua. Por tus ascendientes te lo pido, concédeme más de ello. Por Allah
concédeme más.
Was Salâm
S.
19 de Dhul Qi‘dah de 1329 H.L.
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Destellos Suficientes de los Innumerables Textos
Si es que aceptas mi correspondencia con gusto y la
recibes dejando a tu alma acopiar el conocimiento, entonces debes saber cuánto
he cifrado mis esperanzas en tener éxito en ello y en que la consecuencia de
mis esfuerzos fuera ese triunfo. Ciertamente que quien tiene una intención
pura, una buena conciencia, un alma humilde, una desarrollada moral, buen
juicio, y está coronado con el conocimiento y mullido en los cojines de la
comprensión, se hace acreedor a que se represente la verdad en sus palabras y
pluma, y se materialice la justicia y la veracidad con su mano y su lengua.
¡No
sabes de qué manera se me hace prioritario el agradecerte y acatar tu
directiva!, ya que dices “concédeme más”, y, ¿acaso puede haber cortesía,
atención y humildad mayor que esa? Heme aquí respondiéndote, y que Allah te
agracie con el sosiego y la tranquilidad.
Cita At-Tabarânî en Al-Kabîr y Ar-Rafi‘î en
su Musnad, en una cadena de transmisión que llega a Ibn ‘Abbâs, que éste
dijo: Dijo el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue la paz al
igual que a su familia): “A quien le complazca vivir de la forma en que yo
lo he hecho y morir de la manera en que yo lo he de hacer, y desee morar en el
Jardín del Edén que ha dispuesto mi Señor, que tome a Ali como Wali después de
mí; que tome como Wali a quien le suceda como Wali, y que siga a la Gente de mi Casa después de
mí, ya que ellos son mi descendencia, quienes fueron creados de mi misma
esencia y fueron agraciados con mi misma comprensión y conocimiento. Por eso,
¡pobres de aquellos que desmientan sus virtudes y superioridad sobre mi
comunidad; aquellos que corten mi lazo de unión con ellos, ya que a ésos Allah
no les hará llegar mi intercesión!”.[1]
Citan Mutîr, Al-Baraudî, Ibn Haÿar, Ibn Shahîn e Ibn Mandah,
a través de Is·hâq y llegando a Ziad Ibn Matraf, que éste dijo: Escuché
al Mensajero de Allah (s.a.w.) decir: “Quienes quieran vivir de la forma en
que yo lo he hecho, morir como lo he de hacer, y entrar en el Paraíso que mi
Señor me ha prometido, que es el jardín de la eternidad, que sigan a Ali y a su
descendencia después de mí, ya que ellos no les apartarán de la puerta de la
guía, ni les harán entrar por la puerta del extravío”.[2]
Idéntico es el hadîz de Zaid
Ibn Arqam, quien dijo: Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Quien quiera
vivir como yo lo he hecho, morir como lo he de hacer y habitar en el Paraíso de
la eternidad que mi Señor me ha prometido, que siga a ‘Alî bn Abî Tâlib, ya que
él no os apartará de la puerta de la guía, ni os introducirá por la puerta del
extravío”.[3]
Análogo es el hadîz de ‘Ammâr Ibn Iâsir,
quien dijo: Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Encargo la Wilâiah de ‘Alî Ibn Abî Tâlib
a quien cree en mí y me considera veraz, puesto que quien lo toma como su Walî,
me ha tomado a mi como tal, y quien me toma a mí como Walî, en realidad
ha tomado a Allah como tal. Quien quiere a Alî, me quiere a mí, y quien me
quiere, en realidad quiere a Allah. Quien le aborrece, me está aborreciendo, y
quien me aborrece, está aborreciendo a Allah, Poderoso e Imponente”.[4]
También de ‘Ammâr, llegando la cadena de
transmisión al Profeta (s.a.w.): “¡Dios mío! Que quien crea en mí y me
considere veraz, siga a ‘Alî Ibn Abî Tâlib, ya que su Wilâiah es
la mía, y mi Wilâiah es la
Wilâiah de Allah, Exaltado Sea”.[5]
Una vez el Mensajero de Allah (s.a.w.) en una de
sus disertaciones dijo: “¡Oh gente! Por cierto que la virtuosidad, la
nobleza, la posición y la Wilâiah
o supremacía, son del Mensajero de Allah y de su descendencia, así que, no os
dejéis llevar por las falsedades”.[6]
También dijo (s.a.w.): “En cada generación de mi
comunidad habrá personas justas de entre la Gente de mi Casa, quienes rechazarán de la
religión las tergiversaciones de los extraviados, los artificios de los
falsarios, y las interpretaciones de los ignorantes. ¿Acaso no son vuestros
Imames vuestro acceso hacia Allah? Entonces, observad bien a quién tomáis como
acceso?”.[7]
También dijo (s.a.w.): “No tratéis de
adelantárosles, ya que seríais aniquilados, ni seáis negligentes a su respecto,
puesto que causaríais destrucción. No tratéis de enseñarles ya que son más
sabios que vosotros”.[8]
También dijo (s.a.w.): “Disponed a la Gente de mi Casa (Ahlu
Baiti) en relación a vosotros, como la posición de la cabeza respecto al cuerpo
y como la posición de los ojos respecto a la cabeza; que ciertamente que la
cabeza no se orienta sino mediante los ojos”.[9]
También dijo (s.a.w.): “Imponeos el amor a
nosotros Ahlul Bait, que quien llegue al encuentro de su Señor sintiendo amor
por nosotros, entrará al Paraíso mediante nuestra intercesión, y, ¡por Aquel en
Cuyas manos está mi alma!, ciertamente que ésta no beneficiará a ningún siervo
a menos que éste conozca nuestro derecho”.[10]
También dijo (s.a.w.): “Conocer a la familia de
Muhammad es inmunidad ante el fuego. El amor a la familia de Muhammad es la
venia para atravesar el sirât (o puente del paraíso). Y la
aceptación de la Wilâiah
de la familia de Muhammad es una seguridad contra el castigo”.[11]
También dijo: “Se mantendrán alineados los pies
de un siervo el Día del Juicio, hasta que sea interrogado sobre cuatro cosas:
sobre su vida y cómo la consumió, sobre su cuerpo y con qué lo corrompió, sobre
su riqueza y en qué la invirtió y de dónde la obtuvo, y sobre su amor a
nosotros, Ahlul Bait”.[12]
También dijo (s.a.w.): “Aunque un hombre se
establezca entre la Ka ‘bah
y el Maqâm de Ibrahim,[13]
y rece y ayune; si aborrece a la familia de Muhammad, entrará en el fuego”.[14]
También dijo (s.a.w.): “Quien muere sintiendo
amor por la familia de Muhammad, muere como un mártir. ¿Acaso no sabéis que
quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere haciéndose
acreedor al perdón? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la
familia de Muhammad, muere como un contrito? ¿Acaso no sabéis que quien muere
sintiendo amor por la familia de Muhammad, muere como un creyente de fe
acabada? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de
Muhammad, es albriciado con el Paraíso por el Ángel de la Muerte y luego por Munkir y
Nakir?[15]
¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de Muhammad, es
conducido hacia el Paraíso de la forma en que la novia es conducida hacia la
casa de su esposo? ¿Acaso no sabéis que a quien muere sintiendo amor por la
familia de Muhammad, le son abiertas en su tumba dos puertas que lindan con el
Paraíso? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de
Muhammad, dispone Allah su tumba como lugar de visita de los ángeles de la
misericordia? ¿Acaso no sabéis que quien muere sintiendo amor por la familia de
Muhammad, muere dentro de la
Sunnah o tradición? ¿Acaso no sabéis que quien muere
aborreciendo a la familia de Muhammad, se presentará el Día de la Resurrección teniendo
grabado entre sus ojos: "desesperanzado de la Misericordia de
Allah"...?”. Continuando sus palabras hasta el final de su disertación
denominada “Jutbatul ‘Usama’”.[16]
Lo que el Profeta (s.a.w.) quiso con esas
narraciones, fue contrarrestar el hecho de dejarse llevar por las pasiones. Los
contenidos de todos estos hadices son mutawâtir,[17]
especialmente a través de la pura descendencia. Tal jerarquía no se hubiera
consolidado en sus personas, si no fueran en verdad las significativas pruebas
de Allah, los legítimos abrevaderos de Su Sharî‘ah, que ocupan el lugar
del Mensajero de Allah (s.a.w.) respecto a Sus órdenes y prohibiciones, y
quienes le representan en su conducta de la forma más brillante. El que los
quiere a causa de esto, en realidad quiere a Allah y a Su Mensajero, y el que
los aborrece, en realidad lo hace con Allah y Su Mensajero.
Dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “No nos
quiere a nosotros, Ahlul Bait, excepto quien es un creyente piadoso; y no nos
aborrece, sino quien es un hipócrita miserable”.[18]
Es por eso que dice Al-Farazdaq:
De la comunidad de quienes
les aman asoma la religión,
y de la de quienes les
aborrecen, la incredulidad.
De su cercanía y
aferramiento resulta la salvación.
Si se quiere enumerar a la
gente piadosa,
ellos serían los líderes.
Y si se habla de la mejor
gente de la Tierra ,
se dirá: Ellos son.
Decía Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.): “Por cierto
que yo, los excelentes de mi origen y los justos de mi descendencia, somos los
más perceptivos de la gente siendo niños, y los más sabios de la gente siendo
adultos. Es a través nuestro que Allah repele la mentira. Es a través nuestro
que Allah libera vuestros cuellos, quitando el lazo de los mismos. Es a través
nuestro que Allah abre y sella (los asuntos)”.[19]
Suficiente primacía por sobre el resto de la gente,
es aquella que Allah, Poderoso e Imponente, les dispuso; tanto así, que
prescribió que bendecirles formara parte de las oraciones obligatorias de todos
los siervos.[20]
De esa manera, a menos que se incluyera la bendición para ellos, no sería
correcta la oración de ninguna persona, ya sea ésta un Siddiq (veraz), un Faruq
(separador entre la verdad y la falsedad) o un poseedor de una, dos o más luces;[21] pues
es indispensable para todo aquel que adore a Allah mediante las oraciones
obligatorias, que en momentos en que lo esté haciendo, les bendiga, así como
son obligatorios para Su adoración, los dos testimonios.[22]
Esta posición es a la cual se dirigen los rostros
en procura de ayuda, y ante la cual se inclinan las miradas de los imames que
mencionaste. Por ejemplo dice el imam Ash-Shafi‘i (que Allah esté complacido
con él):
¡Oh Familia de la Casa del Mensajero!
amaros fue prescripto por
Allah en el Corán que reveló.
Os es suficiente como
majestuosa virtud
el que si alguien no os
bendice, no se le acepte su rezo.[23]
Por ahora nos vamos a contentar con estos indicios
y pruebas de la obligatoriedad de seguir a Ahlul Bait y de marchar según su
conducta, que nos han sido legados por la sagrada tradición. En el Libro de
Allah, Poderoso e Imponente, hay aleyas normativas que también prescriben eso.
Delego esas aleyas a tu sagacidad y a lo sutil de tu mente, ya que eres de
entre quienes se bastan con una señal indicadora, y que con la simple alusión,
se les hace innecesaria la específica indicación.
Alabado sea Allah, el Señor del Universo.
Was Salâm
Sh.
[1] Este hadîz, con las mismas
expresiones, es el hadîz Nº 3819 de los hadices de Kanz
Al-‘Ummâl, al final la página 217 del tomo 6. También fue citado en Muntajab
Al-Kanz, al principio de los comentarios al margen de la página 94
del tomo 5 de Musnad Ahmad, sólo que ahí dice “y fueron agraciados
con mi misma comprensión” y no menciona al conocimiento, lo que tal vez sea
un error de quien lo transcribió. También es mencionado por Al-Hafidz Abû Na‘îm
en su Hiliah, transmitiéndolo de él Ibn Abil Hadîd Al-Mu‘tazilî,
en la página 450 del segundo tomo de su comentario del Nahy Al-Balâgah
(edición de Egipto). También lo cita en la página 449 transmitiéndolo de Abû Abdillah
Ahmad Ibn Hanbal, tanto de su Musnad como del Manaqib ‘Alî Ibn
Abî Tâlib.
[2] Este es el hadiz 2578 de los hadices de Kanz
Al-‘Ummâl citado al final de la página 155 del tomo 6. También lo citó en Al-Muntajab
(ver en Al-Muntajab la última línea de las notas de la página 32 del
tomo 5 del Musnad Ahmad). Es citado por Ibn Haÿar Al-‘Askalânî en
forma resumida, en la biografía de Ziad Ibn Matraf, en la primera parte en que
alude a su enfermedad. Luego dice: “Mencioné en su cadena de transmisión a
Iahia Ibn Iu‘la Al-Muhâribî
quien está catalogado como débil (lo transmitido por él)”. Esto es realmente
extraño para alguien como Al-‘Askalânî, ya que Iahia Ibn Iu‘la Al-Muharibi está
catalogado como ziqah (confiable) por unanimidad. Es así que Al-Bujârî
lo cita en su Sahîh respecto a la peregrinación de
Al-Hudaibiah, como así también lo hace Muslim en su Sahîh,
en el capítulo de Al-Hudud (las penas estipuladas por la sharî‘ah
o ley islámica). Adh-Dhahabî, en Al-Mizân, transmite su
confiabilidad como algo categórico. Asimismo, tanto el Imam Al-Qaisarânî como
otros, lo consideran de entre aquellos usados como prueba por los dos Sheij
Muslim y Al-Bujari, y por otros.
[3] Citado por Al-Hâkim, al final de la página
128 del tomo 3 de su Sahîh Al-Mustadrak. Luego
dice: Este hadîz tiene una cadena de transmisión catalogada como
confiable aún cuando los dos Sheij no lo mencionaron. Es citado por At-Tabarani
en Al-Kabîr y por Abû Na‘îm en Fada’il As-Sahâbah.
Es el hadîz 2577 de los hadices de Kanz Al-‘Ummal,
que está mencionado en la página 155 del tomo 6. También lo mencionó en Muntajab
Al-Kanz (ver las notas de la página 32 del tomo 5 del Musnad).
[4] Citado por At-Tabarani en Al-Kabîr y por Ibn
‘Asâkir en su Ta’rîj. Es el hadîz 2571 de los hadices de Kanz
Al-‘Ummâl, citado al final de la página 153 del tomo 6.
[5] Citado por At-Tabarani en Al-Kabîr, en una
narración de Muhammad Ibn Abi ‘Ubaidah Ibn Muhammad Ibn Ammar Ibn Iasir, quien
transmitió de su padre, de su abuelo, de Ammar. Es el hadîz 76 de
los hadices del Kanz / p.155 / T.6. También es citado en Al-Muntajab.
[6] Citado por Abush Sheij en un extenso hadiz.
Transmitido por Ibn Haÿar al final de la explicación del cuarto de los
sentidos que se menciona en el Tafsîr o exégesis de la aleya del amor a la
familia del Profeta (s.a.w.), en la página 105 de su As-Sawâ‘iq.
[7] Citado por Al-Mullah en su Sîrah y por Ibn Haÿar
en As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah, en la exégesis de la
aleya que dice: «y detenedles, puesto que son responsables»
(Corán; 37:24) (p.90, edición Al-Maimanah - Egipto).
[8] Citado por At-Tabarani en el hadîz de
Az-Zaqalain, y referido a él por Ibn Hayar en la exégesis de la aleya «y
detenedles, puesto que son responsables», que es la cuarta de las que
cita en el capítulo 11 de su As-Sawâ‘iq (p.89, edición Al-Maimanah -
Egipto).
[9] Citado por varios autores de los libros de
tradiciones conocidos, en una cadena que llega a Abu Dharr, quien la remite al
Profeta (s.a.w.). La cita el Imam As-Saban, en el capítulo correspondiente a
Ahul Bait (a.s.) de su libro As‘âf Ar-Râguibîn. También la narra el
Sheij Iusuf An-Nahbânî en la página 31 de Ash-Sharaf Al-Mu’abbad. Así
también la citan varios narradores de entre los catalogados como confiables.
Esta es una clara estipulación de la obligatoriedad de su jefatura y de que la
guía y la orientación hacia la verdad no es posible sino por su intermedio.
[10] Citado por At-Tabarânî en Al-Awsat. Narrado
por As-Suiuti en Ihiâ Al-Maiît, por An-Nabhani en su Arba‘în
Al-Arba‘în, por Ibn Haÿar en el capítulo “el incentivo por su amor” del
libro As-Sawâ‘iq, y por muchos otros sabios notables.
Observa con detenimiento su dicho “no beneficiará al siervo su acción
excepto conociendo nuestro derecho”, luego dime ¿cuál es ese derecho que
Allah dispuso como condición para la aceptación de las acciones? ¿Acaso no es
el escucharles y obedecerles y el dirigirse a Allah, Poderoso e Imponente, por
su firme sendero y recto camino? ¿Qué otro derecho sino el de la profecía y el
califato o regencia, tiene tan grandes efectos?
[11] Citado por el Qadi ‘Iad en la sección que dispuso
para explicar que, dentro del respeto y deferencia para con el Profeta (s.a.w.),
está la deferencia para con su familia y descendencia (Ash-Shafa, al
principio de la p.40, en la 2ª sección de la edición Al-Astânah 1328 H.). Tú
bien entiendes que aquí conocerles implica más que el mero hecho de saber sus
nombres, conocer sus personas y su parentesco con el Mensajero de Allah (s.a.w.).
Si fuera por eso, Abu Ÿahl y Abu Lahab bien sabían todo esto. El significado de
conocerles es reconocer su condición de dotados de autoridad después del
Profeta (s.a.w.) conforme a su dicho (s.a.w.): “Quien muere y no conoce al
Imam de su época, ha muerto en la ignorancia”. El significado preciso de
los conceptos mencionados sobre amarles y disponerse bajo su Wilâiah, es
el del amor indispensable hacia quienes son la "gente de la verdad"
de entre los Imames de la rectitud, y el de la aceptación de su Wilâiah.
[12] Si ellos no tuvieran esa posición ante Allah, que
consta de la obligatoriedad de escucharles y obedecerles, el precepto de
amarles, no tendría tal magnitud. Citado por At-Tabarani, quien lo remite a Ibn
‘Abbâs, en un hadîz Marfû‘, o sea un hadiz en el que no se
menciona al narrador que liga al mismo con el Profeta (s.a.w.). Narrado por
As-Suiuti en Ihia Al-Maiît y An-Nabhani en su Arba‘în, así como
por varios otros de entre los sabios notables.
[13] El Maqâm o “sitial” de Ibrahîm está situado
a unos metros de la Ka ‘bah
(según el Fiqh imamita, es entre estos dos que se debe realizar el Tawâf
o circunvalación a la Ka ‘bah
durante la peregrinación).
[14] Citado por At-Tabarânî y Al-Hâkim, así como
en el Arba‘în de An-Nabhânî, en Ihiâ Al-Maiît de As-Suiutî
y en muchos otros libros. Este hadîz es similar al que dice: “¡Por
Aquel en Cuyas manos está mi vida! que no se beneficiará ningún siervo excepto
conociendo nuestro derecho”. Si el hecho de aborrecerles no fuera como
aborrecer a Allah y a Su Mensajero (s.a.w.), no se invalidarían las [buenas]
acciones de quienes les aborrecen, siendo que es así, aunque se establezcan
entre la Ka ‘bah
y el Maqâm de Ibrahim, recen y ayunen. Si no fuera por el hecho de que
representan al Profeta (s.a.w.), no tendrían tal posición. Citan Al-Hâkim e Ibn
Habân en su Sahîh, así como An-Nabhânî en su Arba‘în
y As-Suiutî en su Ihiâ Al-Maiît, una narración de Abû Sa‘îd ,
quien transmite que el Mensajero de Allah (s.a.w.) dijo: “¡Por Aquel en
Cuyas manos está mi alma!, no hay hombre que nos aborrezca a nosotros, Ahlul
Bait, sin que entre en el fuego”. Cita At-Tabarânî, así como An-Nabhânî en
su Arba‘în y As-Suiutî en su Ihiâ Al-Maiît, una narración
del Imam Hasan (a.s.), el nieto del Profeta (s.a.w.), quien le dijo a
Mu‘awiah Ibn Jadiÿ: “¡Cuídate de no aborrecernos a nosotros Ahlul Bait, ya
que dijo el Mensajero de Allah (s.a.w.): “Nadie nos aborrece, ni nadie nos
envidia, sin que sea alejado del Haud o Fuente del Paraíso con un látigo de
fuego””. Dijo el Profeta (s.a.w.) en una de sus disertaciones: “¡Oh
gente!, quien nos aborrece a nosotros Ahlul Bait, será resucitado por Allah en
el Día del Juicio como judío”. (citado por At-Tabarânî en Al-Awsat,
así como por As-Suiutî en Ihia Al-Maiît, An-Nabhânî en su Arba‘în
y otros).
[15] Munkir y Nakir son los dos ángeles encargados de
formular las preguntas que dicen: “¿Quién es tu Dios?”, “¿Cuál es tu
religión?”, “¿Cuál es tu Libro?”, “¿Quién es tu Profeta?”, “¿Quién es tu
Imam?”, etc., y que dirigen a las personas después de su muerte.
[16] Citado por Az-Za‘labî en la exégesis de la aleya
del Amor a la Familia
del Profeta (s.a.w.) de su Tafsîr Al-Kabîr, remitiéndolo a Ÿarîr Ibn Abul·lah
Al-Baÿlî, del Mensajero de Allah (s.a.w.). Az-Zamajsharî en su Tafsîr Al-Kashshâf
cataloga la transmisión como aceptada categóricamente.
[18] Citado por Al-Mul·lah como el segundo de los
sentidos de la aleya 14 del capítulo 11, del libro As-Sawâ‘iq.
[19] Citado por Abdul Gânî Ibn Sa‘d en Idâh
Al-Ishkâl. Es el hadîz 6050 de los hadices del Kanz,
que figura al final de la p.396 del tomo 6.
[20] Es la frase que se expresa durante el testimonio
que dice: “Dios mío bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, así como
bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim” (según la escuela imamita sólo
es obligatorio decir la primera parte que dice: “Dios mío bendice a Muhammad y
a la familia de Muhammad”).
[21] Siddîq, Farûq y Dhûn
Nurain (poseedor de dos luces) son los apelativos con que los hermanos de
las escuelas de tendencia sunnah denominan a los tres primeros califas.
[22] Shahadatain o dos
testimonios, es la frase: “Testimonio que no hay divinidad sino Allah y
testimonio que Muhammad es Su siervo y Enviado”.
[23] Estos versos forman parte de las alabanzas
conocidas de Ash-Shâfi‘î. De entre quienes se refieren a éstos de forma
categórica están: Ibn Haÿar al comentar la aleya que dice «Por
cierto que Allah y Sus ángeles bendicen al Profeta...» (p.88 de As-Sawâ‘iq);
An-Nabhânî, en la p.99 de Ash-Sharaf Al-Mu’abbad; el Imam Abu Bakr Ibn
Shahabuddîn, en Rashfat As-Sâdi y otros.
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