Serie de clases sobre Shiísmo impartidas por Sumeia Younes
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)
Clase 15
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo
PARTICULARIDADES DOCTRINALES DE LA SHΑAH (2)
Introducción:
El propósito de esta
clase y la siguiente es familiarizarnos en forma general con lo que sostiene la
Shî‘ah con relación a importantes temas doctrinales como la creencia en
la Raÿ‘ah (o vuelta a la vida de algunas personas), la Shafâ‘ah (o
intercesión), el Badâ, y la ‘Adâlah (o condición de justos de
todos los Compañeros del Profeta (s.a.w.)), y los cuestionamientos que se
realizan al respecto.
La shî‘ah y la creencia en el raÿ‘ah
Una de las creencias
particulares de la Shî‘ah Imâmîiah es la creencia en la Raÿ‘ah.
Etimológicamente Raÿ‘ah significa “regreso, retorno”, y en la terminología
Shî‘ah se refiere a que luego de la manifestación del Mahdî Prometido
(a.ÿ.) y la conformación del gobierno de justicia divina en el mundo, un grupo
de entre los auliâ’ o próximos a Dios y amantes de la familia del
Profeta, y asimismo un número de enemigos de la familia del Profeta que ya han
muerto, volverán a la vida en este mundo. Los auliâ’ de Dios y las
personas virtuosas se alegrarán al observar la soberanía de la Verdad y la
justicia en todo el mundo y verán destellos de los frutos de su fe y buenas
acciones en este mismo mundo. Así también los hostiles y enemigos de Ahl-ul
Bait (a.s.) verán en este mismo mundo el escarmiento por la opresión y la
tiranía perpetrada contra la familia del Profeta (s.a.w.). Por supuesto, el
castigo y la recompensa real se concretarán en el Día de la Resurrección.
La Raÿ‘ah es un
asunto posible que no tiene ninguna restricción lógica. La prueba más clara de
la posibilidad de que puede ocurrir son los sucesos que han tenido lugar en la
historia de la religión. El Sagrado Corán menciona el regreso a la vida de ‘Uzeir
(Ezrá -la paz sea con él-) luego de haber estado muerto cien años[1]; asimismo, resucitar a los muertos era uno de los
milagros del profeta Jesús (a.s.).[2] La historia de la vuelta a la vida de la persona
asesinada de los Hijos de Israel mediante el sacrificio de la vaca[3], y la vuelta a la vida
de un grupo de los Hijos de Israel,[4] son otros ejemplos de Raÿ‘ah y del regreso
a este mundo. De esta manera, vemos que el que algunos hayan cuestionado este
tema y hayan equiparado la creencia en la Raÿ‘ah con la de la reencarnación
no es más que estrechez de miras o contumacia.
La reencarnación consiste
en la vuelta del espíritu o del alma a la vida terrenal luego de la muerte de
la persona, comenzando otra vez desde la etapa embrionaria, o su “encarnación”,
siendo que esos dos falsos asuntos no ocurren en absoluto en el tema de la Raÿ‘ah.
La Raÿ‘ah es una
resucitación corporal con la diferencia de que ocurre en este mismo mundo, y es
una clara prueba del poder de Dios, Glorificado Sea. Las razones que los sabios
shias presentan para la Raÿ’ah son: el Sagrado Corán, la Sunnah
del Profeta, y especialmente las narraciones mutawâtir que se han
transmitido de Ahl-ul Bait (a.s.). Para no extenderme demasiado en el
tema, aquí solamente voy a citar dos aleyas del Corán en las que los sabios
shias se basan para corroborar la Raÿ‘ah:
- Dijo el Altísimo:
﴿ وَيَوْمَ نَحْشُرُ مِن كُلِّ اُمَّةٍ فَوْجاً مِّمَّن يُكَذِّبُ
بِاَيَاتِنَا فَهُمْ يوزَعُونَ ﴾
«El día que congreguemos de cada comunidad a un grupo de entre quienes desmentían Nuestros signos, en tanto sean contenidos».[5]
Esta aleya informa de un
día en el que algunas personas de cada comunidad y grupo que desmintieron los
signos divinos volverán a la vida. La vuelta a la vida aquí es especial de un
número de contumaces, en tanto que la Resurrección del Día del Juicio Final es
general, tal como dice el Corán:
﴿ وَحَشَرْنَاهُمْ فَلَمْ نُغَادِرْ مِنْهُمْ أَحَداً ﴾
«Y les congregaremos, sin omitir a ninguno de ellos».[6]
Por lo tanto, el Corán ha
informado sobre dos resurrecciones o congregaciones y “vuelta a la vida después
de la muerte”: una general que es la del Día del Juicio y del Más Allá y donde
serán congregados todos sin excepción, y la otra particular de algunas
personas, y debido a que no se dará en el Más Allá, obviamente se dará en este
mundo. Y ésta es la Raÿ‘ah.[7]
- Otra aleya es:
﴿ رَبَّنَآ أَمَتَّنَا
اثْنَتَيْنِ وَأَحْيَيْتَنَا اثْنَتَيْنِ فَاعْتَرَفْنَا بِذُنُوبِنَا فَهَلْ
إِلَى خُرُوجٍ مِن سَبِيلٍ ﴾
«Señor nuestro, nos hiciste morir dos veces y nos hiciste vivir dos veces. ¡Reconocemos nuestros pecados! ¿Acaso hay alguna vía para eludir (el castigo)?».[8]
Esta aleya habla de
algunas personas que en el Día del Juicio Final serán objeto del castigo
divino, y que por medio de reconocer sus pecados requerirán ser salvados del
castigo. Aquí ellos hablan de dos muertes y dos vidas, es decir, mencionan que
Dios los hizo morir dos veces y los hizo vivir dos veces. Y sabemos que las
personas mueren una sola vez y vienen a la vida una sola vez. Sin embargo,
estas personas a las que se refiere la aleya mueren dos veces y vienen a la
vida dos veces. Y esto se corresponde con la creencia en la Raÿ’ah.
¿Quiénes serán objeto de la Raÿ‘ah y regresarán?
No es posible emitir una
opinión concluyente sobre qué personas en particular serán objeto de la Raÿ‘ah.
De acuerdo a las narraciones la Raÿ‘ah solo tendrá lugar para quien sea
un creyente íntegro o un incrédulo consumado. Las narraciones que se refieren
al regreso del Imam ‘Alî (a.s.) y del Imam Al-Husein (a.s.) son mutawâtir,
y las relacionadas al regreso del resto de los Imames están cercanas al grado
de tawâtur. Las narraciones también hacen referencia al regreso de
algunos profetas y de personas cercanas a los Imames.
La shafa‘ah o “intercesión”
Otra de las cuestiones
muy importantes y sobre la que existen muchas discrepancias entre las escuelas
islámicas es el tema de la Shafâ‘ah o “intercesión” en el Más Allá de
los intercesores con relación a algunos pecadores o desobedientes que no
cortaron su vínculo con Dios y con la religión por completo. Este grupo
recibirá el perdón divino por medio de la “intercesión” e irán al Paraíso. Este
tipo de intercesión es en realidad una escuela sublime de formación, un medio
para corregir a personas pecadoras, despertarlas y hacerles tomar conciencia.
A pesar de que la
creencia en la Shafâ’ah es unánime entre todas las escuelas islámicas,
la Shî‘ah se distingue de las demás escuelas islámicas en lo referente a
la realidad, las normas y las particularidades de la Shafâ’ah, al punto
que se puede considerar como una de las creencias particulares de la Shî‘ah.
La realidad de la Shafâ‘ah para la
Shî‘ah
La realidad de la
intercesión para la Shî‘ah es que en el Día de la Resurrección la amplia
misericordia de Dios y Su perdón lleguen a las personas que se lo merezcan a
través de los auliâ’ o santos de Dios, quienes son portadores de la
gracia y los mediadores para la misericordia divina.
Si bien esta gracia
también puede llegar a esas personas sin necesidad de la mediación, la
Sapiencia y Voluntad de Dios determinaron que Su gracia espiritual -al igual
que sucede en esta vida en cuanto a sus gracias materiales y espirituales-
llegue a las personas a través de medios particulares y causas específicas. De
esta manera, la Voluntad de Dios estableció que un grupo, mediante Su orden y
anuencia explícita, en el Día de la Resurrección haga que la amplia misericordia
de Dios abarque a un grupo de Sus siervos a través de su súplica y
requerimiento.
La Shafâ’ah o intercesión está
supeditada a la anuencia de Dios
Las aleyas coránicas nos
hablan del principio de la intercesión en el Día de la Resurrección y
dejan en claro que tendrá lugar está condicionada a la anuencia de Dios.
Por ejemplo dice:
﴿ وَلاَ يَشْفَعُونَ إِلاَّ لِمَن ارْتَضَى ﴾
«Y no intercederán sino aquellos de quienes Él esté complacido».[9]
Y también dice:
﴿ مَن ذَا الَّذِي
يَشْفَعُ عِنْدَهُ إِلاَّ بِاِذْنِهِ ﴾
«¿Quién podrá interceder sino con Su anuencia?».[10]
¿Quiénes serán los
intercesores?
De algunas aleyas se
desprende que los ángeles serán de entre los intercesores en el Día de la Resurrección,
tal como dice:
﴿ وَكَم مِن مَّلَكٍ في السَّماواتِ لاَ تُغْنِي شَفاعتُهُم
شَيْئاً إِلاَّ مِن بَعْدِ أَن يَأْذَنَ اللهُ لِمَن يَشاءُ وَيَرْضى ﴾
«Y cuántos ángeles habrá en los cielos cuya intercesión no beneficiará sino después de que Dios se lo permita a quien desee y de quien esté complacido».[11]
Otro de los principales
intercesores será el Profeta Muhammad (s.a.w.). De acuerdo al Corán, el
Noble Profeta (s.a.w.) tendrá una posición elogiada (maqâm-an mahmûd-an):
﴿ عَسَى أَن يَبْعَثَكَ رَبُّكَ مَقَاماً مَّحمُوداً ﴾
«Puede que tu Señor te haga llegar a una posición elogiada».[12]
Basándose en muchas
narraciones, los exégetas interpretaron “maqâm-an mahmûd-an” (la “posición elogiada”) como que es esa misma posición de
intercesión que seguramente tendrá el Profeta (s.a.w.). El gran sabio At-Tabarsî
dijo que en el Día de la Resurrección, el Profeta (s.a.w.) tomará en sus manos
el “Estandarte de la Alabanza” (liwâ’ al-hamd)[13], y todos los profetas se reunirán bajo ese
estandarte. El Profeta será el primer intercesor, y el primero a quien se
aceptará su intercesión.[14]
En una narración aceptada
por todos los musulmanes respecto a la intercesión del Profeta leemos que él
(s.a.w.) dijo:
« إنَّما شَفاعَتي
لاَهلِ الكَبائِر مِن أُمَّتِي »
“Por cierto que mi intercesión es solo para la gente que ha cometido grandes pecados (kabâ’ir) de entre mi comunidad”.[15]
Aparentemente, la razón
por la que se particularizó la intercesión a los que cometieron kabâ’ir
o pecados capitales (por supuesto a excepción del shirk)[16] y que les abarcará a
ellos en especial, es que Dios prometió en el Sagrado Corán[17] que perdonará los pecados
menores si se arrepienten y se abstienen de los grandes; por lo tanto, quienes
cometan pecados menores serán objeto del perdón durante la vida mundanal, y
al haber tenido lugar el perdón, entonces ya no queda lugar para la
intercesión.
Otro grupo de
intercesores son aquellos a los que se refiere la siguiente aleya:
﴿ وَلاَ يَمْلِكُ الَّذِينَ يَدْعُونَ مِن
دُونِهِ الشَّفَاعَةَ إِلاَّ مَن شَهِدَ بِالْحَقِّ وَهُمْ يَعْلَمُونَ ﴾
«Aquellos que invocan en vez de Dios no poseen (la facultad de) la intercesión, a excepción de aquellos que dan testimonio con la Verdad en tanto saben».[18]
Veamos ahora quiénes son los que forman
parte de este grupo que por “dar testimonio con la verdad” posee la facultad de
interceder.
﴿ وَالَّذِينَ ءَامَنُوا بِاللَّهِ وَرُسُلِهِ
أُوْلَئِكَ هُمُ الصِّدِّيقُونَ وَالشُّهَدَآءُ عِندَ رَبِّهِمْ ﴾
«Aquellos que creen en Dios y en Sus mensajeros, esos son los veraces y quienes dan testimonio ante su Señor».[19]
De esta manera se
verifica la intersección incluso para aquellos que reúnen la característica de
“creyentes” en general.
Desde el punto de vista
de la Shî‘ah, la intercesión de los Imames de Ahl-ul Bait (a.s.)
es de las cuestiones categóricas sobre lo cual se han transmitido muchas
narraciones. Además, las características que se mencionan en el Sagrado Corán
para los intercesores se verifican en ellos mucho más que en otros.
La creencia de los Imamíes
respecto a la intercesión por los pecadores
Dijimos que los Imamíes
creen en la intercesión por los pecadores. Los Mu‘tazilíes y los Jariÿíes
sostienen que la intercesión del Profeta (s.a.w.) es particular de las personas
devotas, piadosas y obedientes, y no para los pecadores. Estos dos grupos
sostienen que la intercesión es sólo para incrementar la recompensa y no para
el perdón de los pecados. Esa creencia surge de otra creencia equivocada
respecto a que todas las personas pecadoras tendrán como destino el Infierno
por toda la eternidad, siendo que en base a las narraciones acreditadas sólo
las personas sin fe y los idólatras permanecerán en el Infierno por la
eternidad, y no las personas de fe que hayan cometido errores, que aunque sí
deberán pagar sus faltas, su castigo no será eterno.
Los Imamíes son unánimes
en que la intercesión de los Auliâ’ de Dios no solo es para incrementar
el grado de la recompensa de las personas obedientes y piadosas, sino que ellos
también intercederán por personas pecadoras y desobedientes.
La procura de intercesión en esta vida
¿Es permitido que una
persona diga, por ejemplo:
"يا محمد (ص) إشفع لي عند الله"- "کن لي شفيعاَ عند
الله"
“¡Oh Muhammad (s.a.w.)! ¡Intercede por mí ante Dios!”…?
Es decir, en esta misma
vida, ¿podemos pedirle al Profeta (s.a.w.) que interceda por nosotros ante
Dios? ¿O es algo que sucederá recién en el Día de la Resurrección y no tiene
sentido que lo hagamos ahora?
Desde que la intercesión
del Profeta y el resto de los intercesores en el Día de la Resurrección es un
asunto categórico y lícito, entonces el hecho de que los creyentes en esta
misma vida soliciten esa intercesión a los intercesores también es algo
categórico y lícito, porque es como requerir a otra persona que suplique por
uno, lo que indudablemente está permitido. Este tema podemos encontrarlo en un hadîz
que transmitió Ibn ‘Abbâs del Profeta (s.a.w.) y del cual comprendemos que el
pedido de intercesión del creyente consiste en su súplica para otros. Dijo
(s.a.w.):
« ما مِن رَجُلٍ
مُسْلِم يَموتُ فَيَقومُ على جَنازَتِهِ أربَعون رَجُلاً لا يُشركُونَ بالله شيئاً
إلاّ شفَّعهُم اللهُ فِيه »
“No hay hombre musulmán que muera y le recen a su cuerpo cuarenta hombres que no asocien nada a Dios, sin que Dios acepte la intercesión de éstos a su favor”.[20]
La intercesión de
cuarenta creyentes al realizar la oración del fallecido, no es otra cosa que la súplica de éstos por esa persona
fallecida.
Además,
los Compañeros procuraban la intercesión del Mensajero de Dios (s.a.w.). At-Tirmidhî narra de Anas Ibn Mâlik que dijo: Le pedí al Profeta que
intercediera por mí en el Día de la
Resurrección y dijo: “Lo haré”.
Dije: “¿A dónde te encontraré?”. Dijo: “En
el Sirât”.[21]
La procura de intersección de los
idólatras y de los creyentes
Por otro lado, hay que
considerar que el pedido de intercesión que los creyentes y gente del Tawhîd
hacen a los profetas y Awliâ’ divinos, no tiene nada que ver y se
diferencia enormemente del pedido de intercesión que el Corán relata que los
incrédulos hacen a su ídolos. Los incrédulos creían en la condición divina de
sus ídolos, por lo tanto consideraban que su intercesión se originaba de su
divinidad, y es por eso que no supeditaban esa intercesión a ninguna condición,
como por ejemplo que esté condicionada a la anuencia de Dios. Dijo el Corán
rechazando esa creencia:
﴿ وَيَعْبُدُونَ مِن دُونِ اللَّهِ مَا لا يَضُرُّهُمْ وَلا
يَنفَعُهُمْ وَيَقُولُونَ هَؤُلآءِ شُفَعَآؤُنَا عِندَ اللَّهِ قُلْ اَتُنَبِّؤُنَ
اللَّهَ بِمَا لا يَعلَمُ فِي السَّمَاوَاتِ وَلا فِي الأَرْضِ سُبْحَانَهُ
وَتَعَالَى عَمَّا يُشْرِكُونَ ﴾
«Y adoran en vez de a Dios a lo que no les perjudica ni les beneficia; y dicen: “Éstos son nuestros intercesores ante Dios”. Di: “¿Acaso informáis a Dios de algo en los cielos y la tierra que no sepa?”. ¡Glorificado y Exaltado Sea de cuanto le atribuyen!».[22]
Por lo tanto, argumentar
en base a aleyas que rechazan la procura de intercesión de los incrédulos a sus
ídolos para considerar incorrecta la creencia en la Shafâ’ah en el
Islam, es algo incorrecto, porque en la intercesión islámica en primer lugar no
se consideran divinidades a los intercesores, sino que por ser ellos personas
devotas, piadosas, sinceras y próximas a Dios, es decir, a causa de su nivel
ante Él, su súplica a Dios es respondida; y en segundo lugar, está supeditada a
la anuencia de Dios.
Obviamente, si es que
consideramos que la voluntad y poder del intercesor al interceder y salvar a
los pecadores son independientes de la Voluntad y Poder de Dios, obviamente que
tal requerimiento de intercesión será ilegítimo y traerá aparejado politeísmo.
Por último, es necesario
saber que la creencia en la intercesión, al igual que la creencia en la
aceptación del arrepentimiento sincero, no debe provocar que las personas se
envalentonen para cometer pecados, sino que ello debe considerarse como una
“ventana de esperanza” que devuelve al ser humano a la vía correcta cuando desea
el perdón, y para que no se desaliente y descarte por completo el pensamiento
de que no puede ya volver al sendero recto.
[1]
Sura al-Baqarah; 2 : 259.
[2]
Sura al-Mâ’idah; 5 : 110.
[3]
Sura al-Baqarah; 2 : 47-73.
[4]
Sura al-Baqarah; 2: 55-56.
[5] Sura
an-Naml; 27: 83.
[6] Sura
al-Kahf; 18: 47.
[7] Ver:
Musannafât Ash-Sheij Al-Mufîd, t. 7, pp. 32-33. (Al-Masâ’il
as-Sarawîiah).
[8]
Sura Gâfir; 40 : 11.
[9]
Sura al-Anbîiâ’; 21: 28.
[10]
Sura al-Baqarah; 2: 255.
[11]
Sura an-Naÿm; 53: 26.
[12]
Sura al-Isrâ’; 17: 79.
[13]
Liwâ´ al-Hamd: Cuando finalice el cómputo de los
actos y ya se sepa quiénes serán de entre la gente del Infierno y quiénes de
entre la gente del Paraíso, Dios le entregará este estandarte al Profeta y él
se dirigirá hacia el Paraíso a la vanguardia de la gente del Paraíso.
[14]
Mayma’ al-Baiân, t. 3, p. 435.
[15] Man lâ Iahduruh al-Faqîh, del Sheij As-Sadûq, t.
3, p. 376.
[16] Dijo el Profeta (s.a.w.):
« أُعْطِيْتُ خَمْساً... وأُعطِيتُ الشَفاعَة،
فَادّخَرْتُها لاُمَّتي فهيَ لِمَن لا يُشْرك بِاللهِ »
“Me fueron concedidas cinco cosas… y me fue
concedida la intercesión, la cual reservo para mi comunidad, y será para quien
no haya asociado nada a Dios”.
Al-Jisâl, del
Sheij As-Sadûq, Cap. “Al-Jamsah”; Sahîh
al-Bujârî, t. 1, p. 42; Musnad Ahmad, t. 1, p. 301.
[17]
Sura an-Nisâ’; 4 : 31.
[18]
Sura az-Zujruf; 43: 86.
[19]
Sura al-Hadîd, 57: 19.
[20] Sahîh
Muslim, t. 3, p. 54, cap.: “Aquel a quien le rezan
cuarenta son dispuestos intercesores a su favor”. Hadîz nº 1577
(Numeración al-‘Alamîiah).
[21] Sahîh
At-Tirmidhî, t. 4, p. 42, cap.: “Lo que se transmitió
respecto al Sirât”. Hadîz nº 2357 (numeración
al-‘Alamîiah).
Sirât:
Puente en el Paraíso por el cual atravesarán las personas en
el Día del Juicio Final. Aquellos que hayan sido bienhechores podrán
atravesarlo y los malhechores se precipitarán al Fuego del Infierno.
[22]
Sura Iûnus; 10 : 18.
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