viernes, 14 de febrero de 2014

CALUMNIAS INFUNDADAS EN CONTRA DE LA SHΑAH




Clase 38

En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo

CALUMNIAS INFUNDADAS EN CONTRA DE LA SHΑAH

Introducción

Uno de los métodos que algunos utilizan para dañar la imagen de algo o alguien es valerse de la calumnia. Si bien valerse de este método tiene precedentes muy antiguos, el caso es que hoy, la expansión de las comunicaciones y la tecnología de los medios de información por un lado, y por otro lado la amplia propensión y tendencia hacia el Shiísmo, han motivado que se incremente este método de propaganda adversa hacia el Shiísmo.
Muchas de esas calumnias y acusaciones que se le hacen a la Shî‘ah surgen de una falta de conocimiento correcto sobre las creencias de la misma, en especial en lo concerniente a los temas del Tauhîd o Monoteísmo y del Imamato. Si comprendemos cabalmente las creencias categóricas de la Shî‘ah que fueron explicadas en sus fuentes doctrinales se pondrá de manifiesto la falta de fundamento de esas calumnias y acusaciones.
En la presente clase nos familiarizaremos de manera condensada con algunas de esas calumnias infundadas contra la Shî‘ah y responderemos en forma general a las mismas.

La acusación de realizar bid‘ah o innovación en materia de religión

A lo largo de la historia del Islam, los seguidores de las diferentes escuelas islámicas se han acusado entre sí de realizar bid‘ah o innovación en materia de religión, siendo que, considerando el significado y particularidades de la bid‘ah, queda claro que muchas de esas acusaciones no reúnen las condiciones para ser un referente o caso de bid‘ah, e incluso si las posturas e ideas de algunos no fueran correctas no por eso se las podrá llamar bid‘ah o “innovación” en la religión, ya que bid‘ah significa emitir un juicio u opinión y atribuir eso a la religión sin que exista un indicio o prueba religiosa como el Sagrado Corán, la Tradición del Profeta (s.a.w.), el intelecto, un texto estipulante ya sea preciso o aparente, particular o general, absoluto o restringido, etc. Si el que posee tal opinión o ha emitido tal juicio se basa en algunos de los indicios o pruebas que mencioné, aún cuando según otros esta persona esté equivocada, no se puede considerar a su opinión o juicio como bid‘ah ni considerar al que ha emitido ese juicio u opinión como un innovador en materia de religión.
Los que lanzan calumnias de bid‘ah contra la Shî‘ah, dicen que muchas de las cosas que no tienen antecedentes en los primeros tres siglos de la hégira se consideran bid‘ah, y por lo tanto, son harâm o prohibidas. Por ejemplo, está el hecho de decir dhikr o recuerdos de Dios de manera meritoria antes y después de los dos llamados a la oración, o sea, el Adhân y la Iqâmah; leer el Sagrado Corán en voz alta desde los minaretes de las mezquitas, bendecir al Profeta (s.a.w.) luego de decir el Adhân en las noches de los viernes o en las noches del mes de Ramadán; celebrar reuniones de festejo y alegría en ocasión del nacimiento del Profeta (s.a.w.) y los Inmaculados de Ahl-ul Bait (a.s.); recitar elegías y poemas en voz alta y en grupo; pronunciar dhikr o recuerdos de Dios meritorios como lâ ilâha il·lâl·lâh (No hay divinidad sino Dios) en voz alta cuando se realiza el acompañamiento fúnebre del cuerpo del fallecido, etc.
Con el criterio que explicamos al tratar el tema del significado de la bid‘ah, vemos que ninguno de los casos mencionados es aplicable a la bid‘ah, ya que esto se dispone bajo el tema general de los actos meritorios estipulados en la Sharî‘ah. Por ejemplo, decir dhikr o recuerdos de Dios meritorios es elogiable en cualquier tiempo y lugar. En base a esto, decir dhikr en las noches de los viernes o del mes de Ramadán, antes y después del Adhân, entre el Adhân y la Iqâmah, o cuando se realiza el acompañamiento del cuerpo del fallecido, es un acto meritorio encuadrado dentro de la Sharî‘ah. Por supuesto, si es que alguien lleva a cabo esto a título de dhikr dispuesto especialmente para esos casos, entonces se considerará bid‘ah, pero si no tiene tal intención sino que su propósito es que decir ese dhikr conjuntamente con la lectura del Adhân que ha sido objeto de la consideración del Sublime Legislador, es más adecuado; o bien a causa del respeto especial del que goza la noche del viernes considera más adecuado decir esos dhikr en esa noche, o en las noches de Ramadán, entonces esto no será bid‘ah.
Además, realizar reuniones de festejo y alegría en los días del aniversario de los nacimientos del Profeta (s.a.w.) y de los miembros de Ahl-ul Bait (a.s.), y también realizar ceremonias de duelo por la familia del Mensaje, es una forma de honrar y engrandecer al Profeta (s.a.w.) y a su familia, y de manifestar amor y afecto por ellos, lo cual desde el punto de vista de la religión es algo adecuado y elogiable. En relación con el amor que se le debe a Ahl-ul Bait (a.s.), Dios, dirigiéndose al Profeta (s.a.w.), le ordena que diga a los creyentes:
﴿ قُل لآ أَسْاَلُكُمْ عَلَيْهِ أَجْراً إِلاَّ الْمَوَدَّةَ فِي الْقُرْبَى ﴾
«Di (a los creyentes): No os pido por ello recompensa salvo el amor a mis parientes».[1]
Además, el Gran Profeta (s.a.w.) no solamente no impidió que las mujeres de los Ansâr manifestaran dolor y realizaran demostraciones de duelo por sus mártires de Uhud, sino que se mostró apenado porque nadie manifestaba su dolor ni realizaba reuniones de duelo por su tío Hamzah, el Señor de los Mártires, diciendo:
« و لاكن حمزة لا بواكي له »
“En cambio no hay quien llore por Hamzah”.
Estas palabras del Profeta (s.a.w.) llevaron a que los Ansâr realizaran una reunión de duelo por Hamzah, y el Profeta (s.a.w.) los elogió por eso y suplicó por ellos.[2]
Lo que sí está prohibido es que el musulmán incurra en actos ilícitos al realizar festejos o ceremonias de duelo por el Mensajero de Dios (s.a.w.) o por Ahl-ul Bait (a.s.), y asimismo al realizar reuniones de lectura de la Sura Al-Fâtihah o del Sagrado Corán en memoria de los fallecidos, o algún acto similar. Por supuesto, esto no se circunscribe solamente al momento de realizar acciones preferibles, sino que rige siempre y abstenerse de lo ilícito es necesario en todos los asuntos.

La acusación de realizar shirk o actos de idolatría

Otra de las calumnias que se hace hacia la Shî‘ah es que los shias son idólatras o mushrikûn. Esta calumnia se origina de la incomprensión de algunas acciones y creencias de los shias, como por ejemplo: la creencia de los shias en la Shafâ‘ah o intercesión, en el Tawassol o procura de mediación, en la visita a los sepulcros del Profeta (s.a.w.) y de Ahl-ul Bait (a.s.) y en su manifestación de amor por ellos. Anteriormente ya nos habíamos familiarizado con el hecho de que la intercesión o Shafâ‘ah y la procura de Tawassol o mediación, no se contradicen con el Tauhîd o Monoteísmo. Allí ya habíamos dicho que la falta de un correcto conocimiento acerca de la realidad del Imam y la realidad de la Shafâ‘ah y el Tawassol provocó que se realicen esas acusaciones a los shias, por lo que no es necesario que ahora nos explayemos en este tema. Ahora vamos a analizar el resto de los casos que motivan que se calumnie a los shias de ser mushrikûn:

I. Visitar los sepulcros de las grandes personalidades

Visitar los santuarios del Profeta (s.a.w.) y de Ahl-ul Bait (a.s.) y asimismo de las grandes personalidades, en realidad es una forma de saludar y mostrar respeto por sus almas, un alma que a pesar de haberse separado de su cuerpo y haberse convertido su cuerpo en polvo, sigue con vida. Esa vida es igual a la de los mártires sobre quienes Al·lâh dijo en el Sagrado Corán:
﴿ وَلاَ تَحْسَبَنَّ الَّذِينَ قُتِلُوا فِي سَبِيلِ اللَّهِ أَمْوَاتاً بَلْ أَحْيَآءٌ عِنْدَ رَبِّهِمْ يُرْزَقُونَ ﴾
«Y no pienses que quienes han sido matados en el camino de Dios “Están muertos” sino que están vivos siendo agraciados por su Señor”.»[3]
La visita a los sepulcros conforma un saludo y muestra de respeto y consideración, tal como sucede cuando en el tashahhud o testimonio de la oración nos dirigimos al Profeta (s.a.w.) diciendo:
« السلام علیک ایها النبی و رحمه الله و برکاته »
“La paz, la misericordia y las bendiciones de Al·lâh sean contigo ¡oh Profeta!”.
Con esta muestra de respeto por los sepulcros de los Auliâ’ o personas santas y amigas de Dios, los shias no tiene en absoluto ninguna intención de adorarles. Solo con prestar atención a los librillos de salutaciones que los shias leen cuando visitan a sus Imames (a.s.) queda en claro este asunto. Además, se han transmitido numerosas narraciones del Gran Profeta (s.a.w.) en las que él estimula a los musulmanes a visitar estas tumbas.

II. Expresar amor y afecto por Ahl-ul Bait (a.s.)

Los que se oponen a los shias alegan que éstos aman más a Ahl-ul Bait (a.s.) que al Profeta (s.a.w.) e incluso que a Dios Mismo. El respeto y amor de los shias por Ahl-ul Bait (a.s.) se debe a que ellos son la familia del Mensajero de Dios (s.a.w.) y porque fue el mismo Mensajero de Dios (s.a.w.) quien los presentó atribuyéndoles la cualidad de inmaculados y puros. Al mismo tiempo, el amor de los shias por el Mensajero de Dios (s.a.w.) se debe a que él es el Mensajero de Dios, y a que Dios Mismo lo eligió y lo envió como profeta, por lo tanto es correcto decir que la raíz de todo este amor hacia Ahl-ul Bait y hacia el Profeta, es el amor que los shias sienten por Al·lâh, Subhânahu wa Ta‘âla. Es decir, no se puede acusar a los shias de amar más a Ahl-ul Bait que al Profeta y a Dios Mismo, desde que justamente el amor y afecto por Ahl-ul Bait se origina en el amor en primer lugar por Dios y en segundo lugar por el Profeta. El amor por Ahl-ul Bait es el resultado del amor por Dios y Su Profeta (s.a.w.).

La acusación de que los shias dicen: “ha traicionado el fiel”

Por último, otra de las calumnias y acusaciones en contra de la Shî‘ah es que dicen que los shias creen que la Profecía era en realidad un derecho del Imam ‘Alî (a.s.) pero que el Ángel Gabriel cometió traición en su misión y en lugar de darle la Profecía y el Mensaje a ‘Alî ibn Abî Tâlib (a.s.), se lo dio a Muhammad (s.a.w.), y que por ello los shias al terminar sus rezos levantan tres veces sus manos diciendo:خان الامین (el Fiel de la Revelación traicionó).
A esto se responde simplemente que cualquier persona que esté familiarizada mínimamente con los shias sabe que eso no se corresponde en absoluto con la realidad. Los shias sostienen que la posición de la Profecía pertenece y es particular de Muhammad ibn ‘Abdul·lâh (s.a.w.), quien es el Sello de los Profetas, y no de los Imames Inmaculados (a.s.), y sostiene que existen diferencias entre la posición de Profeta y la de Imam. Lo que los shias hacen al concluir las oraciones es levantar tres veces las manos y engrandecer a Dios diciendo repitiendo Al·lâh-u Akbar (Dios es el más Grande), lo cual es una de las ta‘qîbat o actos devocionales preferibles de realizar al finalizar las oraciones.

X X X X X
Con esto damos por finalizadas esta serie de clases sobre el Shiísmo. Por supuesto, hay muchos más temas para tratar respecto al mismo pero este breve curso no nos permite hacerlo.
و آخر دعوانا أن الحمد لله رب العالمین






[1] Sura ash-Shûrâ, 42: 23.
[2] Ver: Sîrah ibn Hishâm, t.1, p.99.
[3] Sura Âl ‘Imrân; 3: 169.

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