Serie de clases sobre Shiísmo impartidas por Sumeia Younes
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)
Clase 27
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el MisericordiosísimoLOS ESFUERZOS DE LOS LÍDERES SHIAS POR PRESERVAR LA VERDADERA SHARΑAH
Introducción
Una de las más importantes creencias de los musulmanes es el hecho de que
el Gran Profeta del Islam (s.a.w.) es el último y Sello de los profetas y
mensajeros divinos. La Shî‘ah, que es una de las dos grandes escuelas
del Islam, obviamente también considera al Gran Profeta del Islam Muhammad
(s.a.w.) como el sello y último de los enviados divinos. Pero lo que hace que
esta escuela se distinga de las demás escuelas islámicas es la creencia en la
existencia de personas que hacen de vínculos entre la fuente divina y
profética, y la gente. A estas personas que desempeñan un importante papel en
esta escuela y que hacen de vínculos, se las conoce como Imames o “líderes de
la Shî‘ah”.
A continuación nos vamos a familiarizar con la forma en que estos líderes
desempeñaron su rol y los métodos que utilizaron para preservar la religión
profética.
El movimiento científico y cultural de los líderes de la Shî‘ah
La función principal de los doce Imames de la Shî‘ah fue preservar y
explicar el rumbo que el Gran Profeta (s.a.w.) estableció y en base al cual, él
(s.a.w.) proyectaba sus movimientos y actividades. El método de los Imames,
especialmente luego del Imam Al-Husein (a.s.), fue cambiar la sociedad
de una manera apacible y mediante un procedimiento no revolucionario. Si bien
este método necesita de más tiempo para producir efecto, a la larga trae
aparejado un efecto profundo y duradero. En este procedimiento la elucidación
de las desviaciones ideológicas y culturales y asimismo el esclarecimiento de
la ley divina conformaban un principio constante. Después del suceso de
Karbalâ’, los Imames (a.s.) llevaron a cabo su misión en el marco de un
movimiento cultural. Luego la política de los Imames (a.s.) fue mantenerse
alejados de los gobernantes políticos, mantener una conducta pacífica con ellos
y ocuparse de las cuestiones religiosas y culturales de la comunidad. En
condiciones normales, ellos de ninguna manera aceptaban las propuestas de los
gobiernos para colaborar con los mismos, y si en algún caso fueron objeto de
coerción y amenazas para que aceptasen esas propuestas, finalmente ponían
condiciones que dejaban en claro su situación de apremio, y de esa manera
evitaban dar legitimidad a las acciones de esos gobernantes.
Por otro lado, el conocimiento de los Imames (a.s.) era especial y de una
clase diferente a los conocimientos humanos, ya que ellos, al igual que el
Profeta, no concurrieron a ninguna escuela, ni fueron discípulos de ningún
maestro, y al citar tradiciones del Profeta no las remontaban a narrador
alguno.
El vasto saber de los Imames, su total comprensión de la religión y su
dominio de las ciencias islámicas los dispuso en una posición en la cual
siempre fueron considerados como un referente por los sabios.
Todo este esfuerzo de los Imames de Ahl-ul Bait (a.s.) fue puramente
con el objeto de convocar a la religión y divulgar sus enseñanzas y normas.
Ahora vamos a familiarizarnos con algunos ejemplos de esos esfuerzos.
Ejemplos de los esfuerzos de los líderes inmaculados de la Shî‘ah para difundir las enseñanzas de la religión
1. Formación de discípulos
Los Imames (a.s.) desempeñaron un papel activo en el terreno de la
enseñanza del saber. Entre esos esfuerzos se encuentra el hecho de haber
educado discípulos que se convirtieron en grandes sabios en la escuela de estos
Imames, y asimismo se volvieron referentes de las numerosas preguntas de la
gente. Al producirse una apertura del ambiente político a causa del ocaso del
gobierno de los Omeyas y el surgimiento de los Abasíes, hubo muchos grupos que
llegaban a visitar a los Imames (a.s.) para beneficiarse de sus conocimientos,
al punto que se mencionó que el número de las personas que se favorecieron de
las enseñanzas del Imam As-Sâdiq (a.s.) fue de cuatro mil
personas. Sin embargo, en épocas posteriores al Imam As-Sâdiq
(a.s.), a causa de las presiones de los gobernantes ‘abasíes, los Imames se
vieron en una situación en la que no podían desempeñar su papel de una manera
óptima. Es por eso que a partir de allí el número de sus discípulos disminuyó y
se limitó a unas cuantas personas en especial.
2. Los debates
Otro de los esfuerzos y actividades académicas de los Imames Inmaculados
(a.s.) fue responder a los cuestionamientos con relación a los temas
doctrinales usuales en esa época en forma de debates. Se han registrado
muchísimos debates de los Imames As-Sâdiq y Ar-Ridâ, con
ambos sea la paz.
En el siglo II de la hégira, el debate era una de las cuestiones habituales
para demostrar las propias ideas y para anular las de los oponentes. Los
Inmaculados (a.s.) se valieron de esa práctica para poner de manifiesto muchas
realidades. El objetivo de los Imames (a.s.) con estos debates era purificar la
creencia islámica respecto de las desviaciones que se difundían entre los
musulmanes a causa del comportamiento de los gobernantes y las ideas en contra
de la religión.
3. Sus discursos, cartas, súplicas y máximas de sabiduría
Uno de los más importantes legados que nos han llegado de los Imames de la Shî‘ah
son las palabras que ellos pronunciaron con relación a diferentes temas y que
fueron transmitidas por sus discípulos y compañeros. Muchas de esas palabras
fueron recopiladas por los discípulos de los Imames o por los sabios de la Shî‘ah
bajo diferentes títulos y en la forma de diversas compilaciones. El gran número
de narradores que transmitieron los hadices de los Imames (a.s.) indica el
esfuerzo de cada uno de ellos en aras de la enseñanza. Por supuesto, este
número era dispar ya que dependía de la situación y condiciones políticas y de
la edad relativa de los Imames. Por ejemplo, el número de narradores que
transmitieron del Imam As-Sâdiq (a.s.) alcanza las 3222 personas,
ya que como dije antes, la transición del califato omeya al ‘abasí que ocurrió
en su época dispuso un ambiente propicio para ello; pero luego del Imam As-Sâdiq
(a.s.) los apremios contra los shias cobraron intensidad. De esta manera, los
Imames (a.s.) se vieron en una situación en la que no podían desempeñar su
papel educador de la manera más óptima y solo fueron algunos narradores y
discípulos particulares los que preservaron sus hadices y los transmitieron a
los shias. A ello se suma el hecho de que la corta vida de los Imames Al-Ÿawâd
(25 años) y Al-Hâdî (41 años), motivó que se transmitiera menos de ellos en los
libros del Hadîz.
Las abundantes narraciones que nos fueron legadas por los Imames (a.s.)
Los discípulos privilegiados formados por los Imames de Ahl-ul Bait
(a.s.) fueron cada uno un referente para los shias en sus propias regiones, y
para cumplir con su misión registraban los hadices que escuchaban directamente
de los Inmaculados (a.s.). Cada uno de esos registros recibió el nombre de “Asl”
(que significa fundamento, origen o soporte) y fueron conocidos como Al-Usûl
al-Arba‘mi’ah, es decir, Cuatrocientos Usûl. Es a
partir de estos Usûl que fueron recopilados libros como Al-Kâfî
de Muhammad ibn Ia‘qûb Al-Kulainî, Man lâ iahduruh
al-Faqîh del Sheij As-Sadûq, y Tahdhîb al-Ahkâm
y Al-Istibsâr ambos del Sheij At-Tûsî,
son los 4 libros referentes par la Shî‘ah, los cuales son utilizados por
numerosos juritas, exegetas, pensadores y procuradores de la verdad.
Al mencionar el legado de los Inmaculados de Ahl-ul Bait (a.s.)
necesariamente debemos nombrar dos libros que poseen una especial importancia
entre el común de los shias. A saber:
1. Nahÿ
al-Balâgah (El sendero de la Elocuencia): Este libro fue
recopilado por el Seîied Ash-Sharîf Ar-Radî (f. 406 H.L.) y consiste en
una serie de discursos, cartas y máximas de sabiduría del Imam ‘Alî (a.s.), la
mayor parte de lo cual fue enunciado durante los días de su califato en
diferentes círculos sociales, políticos y militares. Por supuesto, es de hacer
notar que el propósito del Seîied Ar-Radî no fue recopilar todas las
palabras del Imam, sino sólo aquellas que él consideró que se distinguían del
resto de sus palabras en lo concerniente a la retórica y la elocuencia.
2. As-Sahîfah
as-Saÿÿadîiah: (Las páginas del Imam Saÿÿâd). Este libro contiene
súplicas que el Imam As-Saÿÿâd (a.s.) les dictó a sus hijos Zeid y Muhammad
Al-Bâqir (a.s.), y la cadena de transmisión termina en ambos. La elocuencia y
retórica del libro, junto al elevado contenido moral, gnóstico y educativo del
mismo llevó a que se lo mencionara como “los salmos de la familia de Muhammad”.
En esas súplicas, el Imam As-Saÿÿâd explica los fundamentos islámicos en tres
dimensiones: el individual, social y familiar. Y también pone de manifiesto el
mejor programa para combatir la corrupción social y moral que por efecto del
gobierno omeya había abarcado a la sociedad islámica.
3. Libros y cartas
atribuidas a los Imames (a.s.)
La mayoría de los libros que se conocen de los Imames (a.s.) o bien que se
atribuyen a ellos fueron recopilados por sus seguidores, y en base a la
costumbre de la época estos libros eran generalmente dictados por el Imam y
escritos por sus seguidores. Asimismo, existe una gran cantidad de cartas que
se atribuyen a los Imames, muchas de las cuales se recopilaron en los libros de
Hadîz.
Algunos de los escritos atribuidos a los Imames de la Shî‘ah son:
I. La recopilación e
interpretación del Sagrado Corán: Esta obra es una recopilación del Sagrado Corán
realizada por el Imam ‘Alî (a.s.) en base al orden de revelación de las aleyas
y en la cual explica el motivo de revelación de cada una de las aleyas y otras
particularidades como anexos explicativos y la mención de las aleyas abrogantes
y abrogadas.
II. Sahîfah ‘Alî: Este libro es el
primero que se escribió en el área de las narraciones y los hadices. Era un
libro que fue dictado por el Mensajero de Dios (s.a.w.) y escrito por ‘Alî
(a.s.), y fue llamado As-Sahîfah o Al-Ÿâmi‘ah.
III. Risâlat Tauhîd
al-Mufaddal (Tratado de la Unicidad o
Monoteísmo de Al-Mufaddal): Como su nombre lo indica, este libro trata
sobre la Esencia y atributos divinos y fue transmitido por Al-Mufaddal
ibn ‘Umar Al-Ÿu‘fî quien lo refiere como dictado por el Imam As-Sâdiq
(a.s.).
IV. Tibb ar-Ridâ o Risâlat al-Madh·habah, atribuido al Imam
Ar-Ridâ (a.s.): Este libro contiene indicaciones del Imam ‘Alî ibn Mûsâ
Ar-Ridâ (a.s.) concernientes a la medicina.
V. Risâlah
Ihlîlaÿah: Es un libro en refutación
de los ateos atribuido al Imam As-Sadiq (a.s.).
VI. Risâlah al-Huqûq (Tratado de los
Derechos) del Imam As-Saÿÿâd: Este libro, que es uno de los valiosos legados de
Ahl-ul Bait (a.s.), fue
redactado por el Imam ‘Alî Zein Al-‘Âbidîn (a.s.), a pedido de uno de
sus discípulos, ya que en una de sus dos versiones tiene como prefacio: “Ésta
es una carta de ‘Alî ibn Al-Husein para uno de sus compañeros”. En este libro el Imam (a.s.) se refiere a una
serie de derechos y obligaciones de la persona frente a Dios, las criaturas,
los actos devocionales y los propios miembros corporales. Los derechos que en
el libro se mencionan tienen un carácter moral y formativo.
VII. Mus·haf
Fâtimah: El Mus·haf de Fátima es una
compilación realizada por el Imam ‘Alî (a.s.), cuyo volumen según las narraciones es tres veces mayor que el
Corán pero no contiene nada propio del Corán. No trata sobre lo lícito e
ilícito de las cosas, sino que contiene parábolas, sapiencia, amonestaciones, moralejas e informaciones
inéditas sobre sucesos del futuro.
El Mus·haf de Fátima, la recopilación del Corán que
hizo el Imam ‘Alî (a.s.), la Sahîfah de ‘Alî (a.s.) y
otros libros, fueron pasando de mano en mano entre los Imames y en el presente
se encuentran en poder del Imam de la Época, Al-Mahdî (a.ÿ.).
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