Serie de clases sobre Shiísmo impartidas por Sumeia Younes
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)
Clase 24
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo
LAS DIVISIONES Y SECTAS SHIAS (1)
Introducción
Una de las
contrariedades a las que las diferentes religiones y escuelas de pensamiento
siempre se enfrentan es el surgimiento de divisiones o ramificaciones que con
el transcurso del tiempo se dan internamente en las mismas. Generalmente estas
divisiones se manifiestan por efecto del surgimiento de divergencias en algunas
de sus creencias y fundamentos. La escuela Shî‘ah no se vio exenta de
esto y a lo largo de la historia surgieron divisiones en la misma.
Desde el punto de vista de la antigüedad, la primera división que surgió en esta Madh·hab vuelve al período posterior al martirio del Imam Al-Husein (a.s.).
Desde el punto de vista de la antigüedad, la primera división que surgió en esta Madh·hab vuelve al período posterior al martirio del Imam Al-Husein (a.s.).
En esta lección
nos familiarizaremos en forma general con las pautas para el surgimiento de
divisiones en la Shî‘ah y con algunas de las divisiones o ramificaciones
en la Madh·hab Shî‘ah.
Las pautas para el surgimiento de divisiones en la Madh·hab Shî‘ah
Para analizar las
sectas del Shiísmo debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Contarse dentro de las divisiones de la Madh·hab
Shî‘ah implica el hecho de divergir con el grueso de los musulmanes shias
en la cuestión del Imamato, el cual es el distintivo de la escuela del Shiismo,
pero las diferencias en otras cuestiones doctrinales no son una pauta para
reconocer a una secta como de entre las divisiones de la Shî‘ah. Por lo
tanto, no es acertado considerar a muchas de las sectas como la Hishâmiiah,
Iûnesîiah, Nu‘manîiah, etc., como divisiones de la Shî‘ah.
2. Algunas de estas sectas, como los Gulât y
sus ramificaciones, en realidad no son de las divisiones de la Shî‘ah.
3. Muchas de las sectas que se han mencionado como
divergentes en la cuestión del Imamato -suponiendo que realmente hayan
existido- no duraron más que un corto período de tiempo y desaparecieron por
completo. Por ejemplo, se transmitió que tras el martirio del Imam Al-‘Askarî
(a.s.) había catorce sectas de la Shî‘ah de las cuales no ha quedado
rastro alguno, e incluso no se sabe si realmente existieron.
Análisis general de las divisiones de la Shî‘ah
El Shiísmo no
sufrió ninguna división en épocas de los tres primeros líderes o Imames de Ahl-ul
Bait, es decir, ‘Alî, Al-Hasan y Al-Husein (a.s.), pero tras
el martirio del tercer Imam, Al-Husein (a.s.), la mayoría de los shias
creyeron en el Imamato de su hijo ‘Alî ibn Al-Husein -el Imam
As-Saÿÿâd-, y una minoría conocida como los “Kisaníes” consideraron como Imam a
Muhammad ibn Hanafîiah, otro de los hijos del Imam ‘Alî (a.s.).
Por lo tanto, Muhammad ibn Hanafîiah es su cuarto Imam.
Después del
martirio del Imam As-Saÿÿâd (a.s.) la mayoría de los shias sostuvo el Imamato
de su hijo Muhammad Al-Bâquir (a.s.), y una minoría siguió a Zeid
ibn ‘Alî Ash-Shahîd, que era otro hijo del Imam As-Saÿÿâd (a.s.) y hermano del
Imam Al-Bâquir, por lo que pasaron a ser conocidos como los “Zeidíes”.
Las sectas shias después del Imam As-Sâdiq (a.s.)
Después del
martirio del Imam Muhammad Al-Bâquir (a.s.) sus shias sostuvieron el
Imamato del Imam Ÿa’far As-Sâdiq (a.s.), y tras su martirio, la
mayoría consideró como su séptimo Imam a su hijo Mûsâ ibn Ÿa’far (Al-Kâdzim) (a.s.),
en tanto que algunos también sostuvieron el Imamato de Ismâ’îl, el hijo mayor
del Imam As-Sâdiq (a.s.) -que había fallecido en vida de su padre-.
De esta manera se separaron de la mayoría de los shias y pasaron a ser
conocidos como los “Ismailíes”, y aún hoy hay seguidores de esta escuela.
En esta época,
algunos, por medio de negar la muerte del Imam As-Sâdiq (a.s.)
consideraron al Imam As-Sâdiq como el último Imam de la Shî‘ah
y el Mahdî Prometido, y debido a que su líder era una persona llamada
‘Abdul·lâh ibn Nâwûs, pasaron a ser conocidos como los “Nawusíes”. Esta secta
desapareció por completo y no tiene seguidores entre los shias. Otro grupo
también, consideró como sucesor del Imam As-Sâdiq (a.s.) a otro
de sus hijos llamado ‘Abdul·lâh Al-Aftah, pero éste no vivió más
que alrededor de setenta días después del martirio de su padre el Imam As-Sâdiq
(a.s.), y debido a que no tenía hijos varones, sus seguidores aceptaron el
Imamato del Imam Al-Kâdzim (a.s.), y de esta manera esta secta también, que
había pasado a ser conocida como los “Fatahíes”, también desapareció.
Otro grupo
también sostuvo tras el Imam As-Sâdiq (a.s.) el Imamato de Muhammad,
otro de sus hijos, y desde que el líder de esta secta se llamaba Iahiâ
ibn Abî As-Sumait, pasaron a ser conocidos como los “Sumeitíes”. Esta
secta también desapareció sin dejar rastro alguno.[1]
Tras el martirio
del Imam Mûsâ Al-Kâdzim (a.s.) la mayoría de los shias consideraron a su hijo
‘Alî ibn Mûsa Ar-Ridâ (a.s.) como su octavo Imam, pero algunos se
detuvieron en el séptimo Imam, y no reconocieron más Imames después del Imam
Al-Kâdzim, por lo que pasaron a ser conocidos como los “Waqifíes” (los que se detuvieron).
Después del
octavo Imam hasta el duodécimo Imam, que para la mayoría de los shias es el
Mahdî Prometido (a.ÿ.), no surgieron divisiones dignas de consideración, y si
hubo algunas, no duraron mucho y se disolvieron por sí mismas. Como por ejemplo,
Ÿa’far, el hijo del décimo Imam, alegó ser el Imam después del martirio de su
hermano, el undécimo Imam Al-‘Askarî, y un grupo lo siguió, pero luego de
algunos días se dispersaron y Ÿa’far tampoco continuó con su alegato de ser
Imam.
Las sectas que
mencioné y que se disponen frente a la mayoría Shî‘ah Duodecimana,
desaparecieron tras un corto tiempo, excepto dos sectas, la Zeidîiah y
la Ismâ’ilîiah que aún hoy permanecen y grupos de las mismas viven en
diferentes regiones del mundo como el Yemen, La India, El Líbano y Siria.
El grueso de la Shî‘ah,
del que se desprendieron esas sectas, son llamados “Shias Duodecimanos” o
“Shias Imamíes”, con cuyas creencias nos familiarizamos brevemente en las
lecciones anteriores. Seguidamente nos familiarizaremos brevemente con algunas
de las minorías que se desprendieron de la Shî‘ah Imâmîiah Duodecimana, como
las sectas Kîsânîiah, Zeidîiah e Ismâ’îlîiah.
La secta Kîsânîiah
La primera secta
que surgió de la Shî‘ah es esta secta, la Kîsânîiah. Ellos eran
seguidores de Al-Mujtâr ibn Abî ‘Ubaidah Az-Zaqafî, y debido a que Al-Mujtâr al
comienzo era apodado Kîsân, pasaron a ser conocidos como “Kisaníes”, y algunos
también los llaman “Mujtaríes”.
Esta secta
consideraba como su Imam a Muhammad ibn Hanafîiah, el tercero de
los hijos del Imam ‘Alî (a.s.). La mayoría de ellos creyó que él fue el Imam
tras los Imames Al-Hasan y Al-Husein (a.s.), y algunos también
creyeron en su Imamato inmediatamente tras Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.),[2] argumentando que fue su sucesor inmediato
porque en la Batalla del Camello el Imam ‘Alî (a.s.) le dio el estandarte de
guerra a Muhammad ibn Hanafîiah a pesar de que sus hijos Al-Hasan
y Al-Husein (a.s.) también se encontraban en esa batalla.
Algunos Kisaníes
creían que Muhammad ibn Hanafîiah era el Mahdî Prometido y que
estaba oculto en la montaña Radwâ en las cercanías de Medina y que un
día aparecería.[3] Por supuesto, algunos también creyeron
que él había muerto pero divergieron en cuanto a determinar quién debía ser su
sucesor y el Imam tras él.[4]
Ellos creían que
Muhammad ibn Hanafîiah había aprendido los secretos de la
religión, la ciencia del ta’wîl o hermenéutica, y las ciencias ocultas,
de los Imames ‘Alî, Al-Hasan y Al-Husein (a.s.). Algunos de ellos
interpretaron las normas de la Sharî’ah como la oración y el ayuno
dándoles otro sentido, y sostuvieron el Tanâsuj o Reencarnación y
también el Hulûl (o Antropomorfismo), pero todas sus
ramificaciones sostuvieron el Imamato de Muhammad ibn Hanafîiah y
atribuyeron el badâ’ a Dios.
Un grupo de
Kisaníes que fueron conocidos como los “Hashimíes” sí creyeron que Muhammad
ibn Hanafîiah había muerto y consideraron como su sucesor a su hijo Abû
Hâshim.
Se transmitieron
diferentes versiones respecto a la creencia de esta secta en cuanto a la
cuestión del Imamato y a las divisiones que se desprendieron de la misma, pero
desde que la Kisânîiah desapareció por completo, no hace falta que nos
explayemos en sus creencias y ramificaciones.
La secta Zeidîiah
Zeidîiah es el nombre de una secta que tras
el Imam ‘Alî Zein Al-‘Âbdinîn As-Saÿÿâd sus partidarios creyeron en el
Imamato de su hijo Zeid Ash-Shahîd.
Zeid ibn ‘Alî se rebeló en el año 121 H.L.
contra el califa omeya Hishâm ibn ‘Abdul Mâlik, y un grupo de gente le dio la bai‘ah.
Pero fue muerto en una batalla que se dio en la ciudad de Kufa entre los
partidarios de Zeid y el ejército del califa. Para sus seguidores él era
el quinto Imam de Ahl-ul Bait, siendo el primero el Profeta, el segundo
‘Alî, el tercero Al-Hasan, y el cuarto Al-Husein. Después de él
tomó su lugar su hijo Iahiâ ibn Zeid, que se rebeló contra el
califa omeya Walîd ibn Iazîd y también fue muerto. Después de Iahiâ
fueron elegidos como Imames Muhammad ibn ‘Abdul·lâh e Ibrâhîm ibn
‘Abdul·lâh, quienes se rebelaron contra el califa ‘abasí Al-Mansûr Ad-Dawâniqî,
y también fueron muertos.
Desde entonces y
por algún tiempo los asuntos de los Zeidíes no estaban muy bien organizados,
hasta que Nâsir Al-Utrûsh, un descendiente del hermano de Zeid,
se levantó en Jorasán. Al ser perseguido por las autoridades gubernamentales de
esa región, huyó a Mazandarán (Tabaristán), donde la gente aún no había
aceptado el Islam. Después de 13 años de convocar hacia el Islam, convirtió a
mucha gente a la rama zeidîiah del Islam. Con la ayuda de sus
seguidores, conquistó la región de Tabaristán, convirtiéndose él en Imam, y
tras él durante un tiempo sus descendientes gobernaron como Imames en esa
región.
Esta secta tiene
unas creencias particulares que la distinguen y separan de la mayoría Shî‘ah
Duodecimana.
El Imamato desde el punto de
vista de los Zeidíes
Cabe aclarar que Zeid
no tenía una creencia contraria a la Shî‘ah Iznâ ‘Asharîiah o Shî‘ah
Duodecimana en cuanto al Imamato, pero los seguidores de la secta Zeidîiah
tienen una creencia particular en cuanto al Imamato y consideran que el Imam
debe necesariamente reunir las siguientes condiciones:
1. Que sea de los descendientes de Fátima Az-Zahrâ’
(a.s.) -ya sea Hasanî o Huseinî- puesto que el Noble Profeta
(s.a.w.) dijo: “Al-Mahdî min wuldi Fátimah” – “El
Mahdî será de entre los descendientes de Fátima”.[5]2. Que sea sabio en cuanto a la Sharî‘ah para que pueda guiar a la gente hacia las normas de la religión y no provoque su desvío.
3. Que sea desapegado de lo mundano para que no codicie los bienes de los musulmanes.
4. Que sea valiente para que no huya del ÿihâd o la lucha en contra de los enemigos, y no provoque que la falsedad triunfe por sobre la verdad.
5. Que convoque hacia la religión de Dios en forma manifiesta, y que se levante en armas para auxiliar la religión de Dios.
Según su
creencia, el Noble Profeta (s.a.w.) y los Imames tras él aclararon que todo
aquel que posea estos atributos, será Imam, y es obligatorio para los
musulmanes obedecerlo. A esto lo denominan “nass jaffî” (نص خفيّ -
texto estipulante oculto).
Aún así, no consideran
necesario que los Imames Al-Hasan y Al-Husein (a.s.) hayan
tenido levantamientos armados, porque el Profeta (s.a.w.) dijo respecto a
ellos: “Ibnâi hadhâni Imamâni Qâmâ au Qa’adâ”, que significa: “Estos
dos hijos míos son Imames, ya sea que se levanten o no”.[6]
Desde su punto de
vista, el que en una época no haya Imam, y también, la existencia de dos Imames
en una misma época en dos regiones alejadas entre sí, es permitido.
Teniendo en
cuenta las condiciones mencionadas, ellos no aceptan el Imamato del Imam Zein
Al-‘Âbidîn (a.s.) puesto que él no se levantó en armas, pero sí consideran Imam
a su hijo Zeid porque según su opinión él sí poseía las condiciones que
debe reunir un Imam.[7]
El texto estipulante manifiesto
y oculto (Ÿalîi y Jafîi)
Los Zeidíes creen
en un nass o texto estipulante manifiesto o Yalîi (جلّي
نص) y otro oculto o Jafîi (نص خفيّ)
en cuanto a la cuestión del Califato; es decir, en cuanto al Imamato de ‘Alî,
Al-Hasan y Al-Husein (a.s.) creen en el nass
manifiesto o Yalîi, puesto que el Profeta dejó en claro sus Imamatos, ya
sea por medio de describir sus atributos o por medio de mencionar sus nombres.
Pero con relación
al resto de los Imames no se ha transmitido un nass particular,
sino un nass general, y es que: todo aquel que sea de entre los
descendientes de Fátima (a.s.), sea sabio, valiente, desapegado de lo mundano,
y se levante en armas en el camino de Dios, será Imam. Y en esto consiste el nass
oculto o Jafîi.[8]
Según esta
interpretación, el nass manifiesto se refiere al nass
particular, y el nass oculto se refiere al nass
general. Pero otros interpretaron al nass manifiesto como “nass
bil ism” (نص باالاسم - estipulación mediante la mención del nombre) y al nass
oculto como “nass bil uasf” (نص باالوصف
- estipulación mediante la mención del atributo). Según esta interpretación, el
nass solamente es especial de los tres primeros Imames, siendo nass
oculto en relación con el Imam ‘Alî (a.s.) -porque el Profeta no lo designó por
su nombre sino que estipuló su Imamato mediante la mención de sus atributos- y nass
manifiesto con relación a los Imames Al-Hasan y Al-Husein (a.s.).
Las creencias de los Zeidíes
Al principio los
Zeidíes consideraban a los dos primeros califas Abû Bakr y ‘Umar como parte de
los imames, pero después de un tiempo un grupo de ellos los eliminaron de la
lista de imames y comenzaron a contar a partir del Imam ‘Alî (a.s.)
Las creencias de
los Zeidíes en las cuestiones jurisprudenciales se asemeja al fiqh o
jurisprudencia de Abû Hanîfah, el líder de una de las cuatro escuelas de
Ahl-us Sunnah, es decir, la escuela hanafî-, pero en
cuanto a creencias kalamî (o teológicas) de los Zeidíes, debemos decir
que el método kalamî de ellos es “racionalista”, es decir, brindan
acreditación al ‘aql o intelecto, y se abocan al estudio y análisis de
las cuestiones doctrinales y dan respuesta a los cuestionamientos por medio de
hacer uso de los indicios racionales. También coinciden en el Kalâm en
cuanto a los principios y fundamentos teológicos con los ‘Adlíes (o los
partidarios de la Justicia Divina, es decir, los Shias Imamitas Duodecimanos y
los Mu‘tazilitas), y aceptan el más importante principio de la teología ‘adlîiah,
que es el Principio del Husn wal Qubh al-‘Aqlî (de la
condición inherente de lo bueno y lo execrable).
De esta manera,
el Kalâm de los Zeidíes es una mezcla de las creencias de los Imamitas y
de los Mu‘tazilitas, y es por ello que no se la puede considerar una Madh·hab
o escuela teológica independiente.
[1] Firaq ash-Shî’ah, pp. 76-77; Al-Milal wa-n Nihal,
t. 1, p. 167.
[2] Ver: Al-Milal wa-n Nihal, de Ash-Shahrestânî, t. 1, pp.
150-154.
[3] Ver: Al-Fusûl Al-Mujtârah, Sheij Al-Mufîd, pp. 300-350.
[4] Ver: Al-Farq bain al-Firaq, ‘Abdul Qâhir Al-Bagdâdî, p. 23.
[5] Sunan Ibn Mâÿah, Kitâb al-Fitan, hadiz nº 4076, Sunan Abî Dawûd, Kitâb
Al-Mahdî, hadiz nº 3735.
[6] Ver: Taljîs ash-Shâfî, t.4, p.167; Nuzhat
al-Maÿâlis, t.2, p.184; Al-Bihâr, t. 16, p. 307.
[7] Ver: Qawâ‘id al-‘Aqâ’id, de Joÿah Nasir ad-Dîn At-Tûsî,
pp. 125-126; Al-Milal wan Nihal, de Ash-Shahrestânî, t. 1, pp.
154-155.
[8] Ver: Qawâ‘id al-‘Aqâ’id, de Joÿah Nasir ad-Dîn At-Tûsî,
p. 126.
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