Un panorama sobre El Gobierno del Mahdî (a.ÿ.)
Por Naÿmuddîn Tabasî
Traducido del persa por: Sumeia Younes .Asamblea Mundial de Ahl-ul Bait (a.s.)
Por Naÿmuddîn Tabasî
Traducido del persa por: Sumeia Younes .Asamblea Mundial de Ahl-ul Bait (a.s.)
Primera Sección
Perspectiva del mundo antes del Advenimiento del Mahdî (a.ÿ.)
Segundo Capítulo: Situación religiosa de la gente.
A) El Islam y los musulmanes.
B) Las mezquitas.
C) Los sabios.
D) Abandono de la religión.
E) Venta de la religión.
Tercer Capítulo: La moral antes de la Manifestación.
A) Frialdad en los sentimientos humanos.
B) Corrupción moral
C) Expansión de los actos contrarios al pudor
D) Deseo de tener pocos hijos.
E) Escaso número de hombres y abundancia de mujeres
Situación religiosa de la gente
Perspectiva del mundo antes del Advenimiento del Mahdî (a.ÿ.)
Segundo Capítulo: Situación religiosa de la gente.
A) El Islam y los musulmanes.
B) Las mezquitas.
C) Los sabios.
D) Abandono de la religión.
E) Venta de la religión.
Tercer Capítulo: La moral antes de la Manifestación.
A) Frialdad en los sentimientos humanos.
B) Corrupción moral
C) Expansión de los actos contrarios al pudor
D) Deseo de tener pocos hijos.
E) Escaso número de hombres y abundancia de mujeres
Situación religiosa de la gente
En este capítulo nos ocuparemos de analizar la
situación religiosa de la gente antes de la Manifestación del
Imam de la Época (a.ÿ.). Se deduce de los hadices que en esos días no quedará
más que el nombre del Islam y el Corán, y los musulmanes lo serán sólo de
nombre. Las mezquitas ya no serán recintos donde se encaminará y sermoneará a
la gente, los sabios jurisprudentes en esa época serán los peores sabios sobre la Tierra , y la religión será comercializada
por mercancías de poco valor y a un bajo costo.
A) El Islam y los musulmanes
Islam significa “sometimiento a los preceptos
divinos”. El Islam es la mejor de las religiones y garantiza la felicidad de la
humanidad en este mundo y el Más Allá; sin embargo, lo que realmente tiene
valor es actuar conforme a los preceptos del Islam y el Corán. Al final de los
tiempos todo será al revés; es decir, del Islam no quedará sino el nombre. El
Corán estará presente en la sociedad, pero solo serán líneas trazadas sobre
papeles y los musulmanes solo conservarán el apelativo de “musulmán”, sin que
quede en ellos vestigios de Islam. Dijo el Noble Profeta del Islam (s.a.w.): “Sobrevendrá
una época para mi comunidad en la que no quedará del Corán sino grabados e
imágenes, y del Islam sino su nombre. Los musulmanes serán llamados musulmanes de nombre ,
pero serán más ajenos que nadie al Islam”.[1]
Dijo el Imam As-Sâdiq (a.s.): “Pronto
llegará una época en la que la gente no conocerá a Dios y no sabrá el
significado [real] del Tawhîd (Monoteísmo), hasta que surja el Daÿÿâl [2] …”.[3]
B) Las mezquitas
La mezquita es un
recinto para la adoración de Dios Todopoderoso, para la difusión de la
religión, y para encaminar y guiar a la gente. En los comienzos del Islam incluso se efectuaban
en las mezquitas actividades gubernamentales trascendentes. El ÿihâd
(lucha por la causa de Dios) se programaba en las mezquitas, y era desde las
mismas que el hombre ascendía espiritualmente; pero al final de los tiempos las
mezquitas perderán su finalidad esencial y en lugar de la enseñanza, difusión y
guía religiosa, se incrementará el número y el esplendor de las mismas, en
tanto estarán vacías de creyentes. Dijo el Profeta de Dios (s.a.w.): “Las
mezquitas de esa época serán confortables y hermosas, pero carecerán de guía y
orientación”.[4]
C) Los sabios
Los sabios y eruditos islámicos son los
protectores de la
religión de Dios sobre la Tierra , y en sus manos se encuentra la
orientación y guía de la
gente. Soportando esfuerzos deducen las cuestiones religiosas
a partir de las fuentes de la legislación, poniéndolas a disposición de las personas;
pero al final de los tiempos la situación cambiará y los sabios (religiosos) de
esa época serán los peores. El Mensajero de Dios (s.a.w.) expresó: “…Los
sabios de esa época serán los peores sabios que se hallen bajo el cielo. A
partir de ellos se generará la discordia y la sedición, que también a ellos retornarán”.[5] Tal vez pueda
decirse que se refiere a los sabios de las cortes y subordinados que justifican
los crímenes de los soberanos opresores y de los gobernantes obstinados,
dándole a ello un tinte islámico; esos que están dispuestos a hacer concesiones
con cualquier criminal y trasgresor... Sí, debemos decir que: esos son los
peores sabios, a partir de quienes comenzaron los conflictos y a quienes los
mismos retornarán.
D) Abandono de la religión
Otra de las señales del final de los tiempos
es que la gente abandonará la religión. Cierto día el Imam Al-Husain
(a.s.) se presentó ante Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.) mientras un grupo de personas
estaba sentado alrededor de ‘Alî (a.s.). Él les dijo: “Al-Husain es
vuestro líder; el Enviado de Dios (s.a.w.) lo llamó señor y líder. De su
descendencia surgirá un hombre que se asemeja a mí en cuanto a carácter y
fisonomía. Él llenará el mundo de justicia y equidad, en tanto (antes) habrá
sido llenado de tiranía e injusticia”. Se le preguntó: “¿Cuándo
ocurrirá ello, oh Amîr Al-Mu’minîn?”. Dijo: “¡Ay! Cuando abandonéis vuestra
religión del mismo modo que la mujer se despoja de su ropa para su esposo”.[6]
E) Venta de la religión
En caso de que su vida corra peligro el ser
humano tiene la obligación de renunciar a sus bienes por proteger su vida, y si
algún peligro amenazara su religión, debe pagar con su vida, a los efectos de
que el peligro no atente contra su religión; pero al final de los tiempos se
venderá la religión a un vil precio, y las personas que a la mañana eran
creyentes, a la tarde se volverán incrédulas.
El Enviado de Dios (s.a.w.) manifestó: “¡Ay
de los árabes por el mal que les circunda!: sediciones, cual fragmentos de
noches oscuras y tenebrosas. A la mañana el hombre será creyente y al ocaso
incrédulo. Un grupo venderá su religión a vil precio y por mercancías
insignificantes. Quien en aquel día se aferre y esté asido a la religión, será
como si tomara en su mano una brasa encendida o estrujara en sus manos un arbusto
de espinas”.[7]
La moral antes de la Manifestación
De entre las características notorias del
final de los tiempos están el debilitamiento de las bases de la familia, de los
vínculos de parentesco y de la amistad; la frialdad en los sentimientos humanos,
y el desamor.
A) Frialdad en los sentimientos humanos
El Noble Mensajero del Islam (s.a.w.)
describió de la siguiente manera la situación de esos días en lo concerniente a
los afectos: “En esos días los mayores no tendrán compasión por los más
pequeños, y el poderoso no se compadecerá del débil. Será entonces cuando Dios
le permita (al Mahdî) levantarse y manifestarse…”.[8] Asimismo, el Profeta
(s.a.w.) dijo: “No acaecerá la
Hora (As-Sâ‘ah) sino hasta que llegue una época
en que la persona (por la intensidad de su pobreza) se dirija a su gente y
parientes y apele a ellos mediante sus lazos de parentesco, para que quizás así
le ayuden, pero no le darán nada. La persona solicitará ayuda a su vecino, apelando
a él mediante su derecho de vecino, pero éste no le ayudará”.[9]
Dijo también el Enviado de Dios (s.a.w.): “De
entre las señales y condiciones de la
Hora (Ashrât as-Sâ‘ah), están el mal
comportamiento con el vecino y romper los lazos de parentesco”.[10]
Desde que en algunas narraciones se interpreta
la palabra “As-Sâ‘ah” (la
Hora ) como la Manifestación del Mahdî,[11] interpretamos las
narraciones que hablan de “Ashrât as-Sâ‘ah” (“condiciones de la Hora ”) como “las señales de la Manifestación ”.
B) Corrupción moral
Es posible soportar de alguna manera toda
desviación y corrupción, excepto la corrupción sexual, que para los seres
humanos honorables y celosos (de los valores) resulta bastante engorrosa e
insoportable. De entre las desviaciones demasiado desagradables y peligrosas
con las que se verá aquejada la sociedad previa a la Manifestación del
Imam Al-Mahdî (a.ÿ.) será la inseguridad de la familia y del honor de las
mujeres.
En esos días, la corrupción y el descontrol
moral estarán ampliamente propagados. La indecencia y aberración de comportamientos
animales de un grupo de ,
en apariencia humanos, pasará inadvertida por efecto de la expansión y reiteración
de actos de
corrupción , volviéndose comunes y normales. La corrupción se
propagará de tal manera que serán pocos los que puedan o quieran evadirla.
En las celebraciones de los dos mil quinientos
años de monarquía en el año 1971, en épocas del reinado de Muhammad Rezâ
Pahlavî, bajo el nombre de “Festival del Arte de Shîrâz”, se interpretaron
escenas degradantes de comportamiento animal, lo cual suscitó las protestas e
ira de la sociedad islámica de Irán; pero en los días previos a la Manifestación , no habrá
tales protestas, y la única queja será que, por qué se producen estos actos bochornosos
en medio de los caminos. Éste será el mayor “nahiî ‘ani-l munkar” o “prohibición
de lo malo” que se hará, y tal amonestación vendrá de la persona más devota de
su época.
Ahora echemos un vistazo a los hadices para
que podamos concebir cuan trágica será la pérdida de los valores islámicos y la
expansión de la corrupción en tales días. Dijo el Enviado de Dios (s.a.w.): “No
acontecerá la Hora
sino hasta que la mujer sea interceptada (arrebatada de su tutor y ante las
miradas de todos) en pleno día y en forma manifiesta, y sea violada en medio
del camino, pero nadie reprochará este accionar ni lo evitará. Las mejores
personas en esos días serán quienes digan (al violador): “¡Ojalá te hubieses apartado
un poco y hubieras hecho eso a la vera del camino!”.[12]
Asimismo dijo el Profeta (s.a.w.): “¡Juro
por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad! que esta comunidad no
desaparecerá hasta que el hombre se interponga en el camino de las mujeres
(cual león feroz) y las viole. El mejor de los hombres en esos días será el que
diga: “¡Ojalá la hubieras ocultado tras esta pared (así no hacías eso en
público)!”.[13]
Dijo también: “Esas personas estarán agitadas
cual animales, y pelearán entre sí en medio del camino; entonces uno de ellos
violará a su madre, hermana o hija en medio del camino (y ante la vista de
todos); luego las expondrá al ataque de los demás, y uno tras otro cometerá actos
aberrantes, pero nadie censurará ni cambiará ese abominable accionar. El mejor
de ellos en esos días será quien diga: ‘Si te hubieras alejado del camino (y de la vista de la
gente) habría sido mejor’.”.[14]
C) Expansión de los actos contrarios al pudor
Dijo Muhammad ibn Muslim: Le pregunté
al Imam Al-Bâqir (a.s.): “¡Oh hijo del Enviado de Dios! ¿Cuándo se manifestará
vuestro Qâ’im?”. El Imam replicó: “Cuando los hombres se asemejen a las
mujeres y las mujeres a los hombres. Cuando los hombres les basten a los
hombres (o sea, practiquen la homosexualidad) y las mujeres a las mujeres”.[15]
Se transmitió otra narración con el mismo
contenido del Imam As-Sâdiq (a.s.).[16] Abû Hurairah también
transmite del Profeta (s.a.w.): “No se erigirá la Hora sino hasta que los
hombres celen a los muchachos, tal como se cela a las mujeres”.[17]
Asimismo se narraron otras narraciones con el
mismo contenido.[18]
D) Deseo de tener pocos hijos
Dijo el Profeta del Islam (s.a.w.): “No
acontecerá la Hora
sino hasta que aquel que tenga cinco hijos añore haber tenido solo cuatro, y
aquel que tenga cuatro hijos diga: ¡Ojalá hubiese tenido solo tres hijos! Y el
que tenga tres hijos deseará haber tenido solo dos, y el que tenga dos, deseará
haber tenido solo uno; y el que tenga un solo hijo, añorará que: ¡Ojalá no
hubiese tenido hijo alguno!”.[19]
En otra narración dijo: “Llegará un tiempo
en el que envidiaréis al hombre de pocos hijos, así como hoy envidiáis al de
más hijos y riquezas, al punto que uno de vosotros pasará junto a la tumba de
su hermano y se revolcará sobre la misma al igual que los animales se revuelcan
sobre la tierra del prado, y dirá: “¡Ojalá yo hubiese estado en su lugar!”. Y
no dirá esto por anhelo de encontrar a Dios o por buenas obras que haya
realizado, sino por las desgracias y dificultades que sobre él descenderán”.[20]
Asimismo el Profeta (s.a.w.) dijo: “No
acontecerá la Hora
sino hasta que el número de hijos sea poco (al-walad gaidan)”.[21] En esta narración
encontramos la expresión “al-walad gaidan”, cuyo significado es
“abortar un feto” y “evitar el embarazo”, pero la palabra “gaidzan” que
fue utilizada en otra narración, significa “angustia, dificultad, tribulación e
ira”.
Es decir que en esa época la gente, mediante
el aborto y evitando engendrar, impedirá la abundancia de hijos; o bien que
tener hijos ocasionará angustia, pena e ira, y tal vez ello se deba a los
dificultosos problemas económicos, a la propagación de enfermedades entre los
niños, a la escasez de medios, a la publicidad e incentivos para el control de
la natalidad, o a otros factores.
E) Escaso número de hombres y abundancia de mujeres
Dijo el Mensajero de Dios (s.a.w.): “De
entre las señales y condiciones de la
Hora es que la cantidad de hombres mermará y el número de
mujeres se incrementará, al punto que, cada cincuenta mujeres habrá un solo
tutor”.[22]
Quizás esta situación se deba al aumento de
las pérdidas de vidas de
los hombres que se dará por las continuas y prolongadas
guerras.
Dijo también el Profeta (s.a.w.): “No
acontecerá la Hora
sin que antes lleguen días en los que tras un hombre marchen alrededor de
treinta mujeres, y cada una le diga: ‘¡Cásate conmigo! ¡Cásate conmigo!’.”.[23]
Dijo el Mensajero de Dios (s.a.w.) en otra
narración: “Dios separará a Sus amigos y elegidos del resto de la gente,
hasta que la Tierra
se purifique de los hipócritas, de los desviados y de sus hijos. Llegará un tiempo
en que cincuenta mujeres confrontarán a un hombre, diciéndole una: ‘¡Oh siervo
de Dios! ¡Cómprame!’; y diciéndole otra: ‘¡Dame refugio a mí!’.”.[24]
Dijo Anas: El Profeta (s.a.w.) dijo: “No
acontecerá la Hora
sino hasta que llegue una época en que (por efecto de las pérdidas de vidas de los hombres
y la abundancia del número de las mujeres) una mujer encuentre un calzado en el
camino y (con pena y lamentación) diga: “¡Este calzado pertenecía a un hombre!”.
En esos días habrá un solo tutor por cada cincuenta mujeres”.[25]
Dijo Anas: ¿Acaso no quieres que te narre un hadîz
que escuché del Profeta (s.a.w.)? El Profeta (s.a.w.) dijo: “Los hombres
desaparecerán y quedarán las mujeres”.[26]
[1] Zawâb
al-A‘mâl, p. 301; Ÿâmi‘ al-Ajbâr, p. 129; Bihâr al-Anwâr,
t. 52, p. 190.
[2] Daÿÿâl:
personaje maligno del Final de los Tiempos, asimilable al Anticristo de la
tradición cristiana [N. del T.].
[3] Tafsîr
al-Furât, p. 44.
[4] Bihâr
al-Anwâr, t. 2, p. 190.
[5] Zawâb
al-A‘mâl, p. 301; Ÿâmi‘ al-Ajbâr, p. 129; Bihâr al-Anwâr,
t. 52, p. 190.
[6] Ibn Tâwûs,
Al-Malâhim, p. 144.
[7] Ahmad,
Al-Musnad, t. 2, p. 390.
[8] Bihâr
al-Anwâr, t. 52, p. 380, y t. 36, p. 335.
[9] Ash-Shaÿarî,
Al-Amâlî, t. 2, p. 271.
[10] Ajbâr
Isbahân, t. 1, p. 274; Firdaus al-Ajbâr, t. 4, p. 5; Ad-Durr
al-Manzûr, t. 6, p. 50; Ÿam‘ al-Ÿawâmi‘, t. 1, p. 845; Kanz
al-‘Ummâl, t. 14, p. 240.
[11] Ver:
Tafsîr al-Qommî, t. 2, p. 340; Kamâl ad-Dîn, t. 2, p. 465; Tafsîr
as-Sâfî, t. 5, p. 99; Nûr az-Zaqalain, t. 5, p. 175; Izbât
al-Hudât, t. 3, p. 553; Kashf al-Gummah, t. 3, p. 280; Ash-Shâfi‘î, Al-Baiân,
p. 528; As-Sawâ‘iq al-Muhriqah, p. 162. Para un
análisis de los términos: “Iawm adz-Dzuhûr” (el Día de la Manifestación ),
“Iawm al-Karrah” (el Día del Retorno) y “Iawm al-Qiâmah” (el Día de la Resurrección ), referirse a Tafsîr al-Mizân,
t. 2, p. 108.
[12] ‘Aqd
ad-Durar, p. 333; Al-Hâkim, Al-Mustadrak, t. 4, p. 495.
[13] Al-Mu‘ÿam
al-Kabîr, t. 9, p. 119; Firdaus al-Ajbâr, t. 5, p. 91; Maÿma‘ az-Zawâ’id,
t. 7, p. 217.
[14] Ibn Tâwûs,
Al-Malâhim, p. 101.
[15] Kamâl
ad-Dîn, t. 1, p. 331.
[16] Mujtasar
Izbât ar-Raÿ‘ah, p. 216; Izbât al-Hudât, t. 3, p. 570; Mustadrak
al-Wasâ’il, t. 12, p. 335.
[17] Firdaus
al-Ajbâr, t. 5, p. 226; Kanz al-‘Ummâl, t. 14, p. 249.
[18] a)
Se transmitió de As-Sâdiq (a.s.): “Cuando veas al hombre ser
censurado por estar con las mujeres”. Al-Kâfî, t. 8, p. 39; Bihâr
al-Anwâr, t. 52, p. 257; Bashârah al-Islâm, p. 133.
b) “Cuando el muchacho se brinde como
lo hace la mujer, y brinde su espalda a quien desee”. Al-Kâfî, t. 8,
p. 38; Bihâr al-Anwâr, t. 52, p. 257.
c) “Cuando se acompañe a un hombre en
cortejo nupcial llevándole hacia otro hombre, tal como se acompaña a una mujer
en cortejo nupcial al llevarle hacia un hombre”. Bashârah al-Islâm, p.
76; Ilzâm an-Nâsib, p. 121.
d) Dijo As-Sâdiq (a.s.): “Cuando
el hombre se peine tal como una mujer lo hace para su esposo, y los hombres paguen
por tener relaciones íntimas con él, compitiendo entre sí por ese hombre,
celándole de otros hombres y sacrificando para ello vidas y bienes”. Al-Kâfî,
t. 8, p. 38; Bihâr al-Anwâr, t. 52, p. 457.
e) Dijo As-Sâdiq (a.s.): “Cuando
el hombre obtenga su sustento diario por su trasero, y la mujer por sus
genitales”. Al-Kâfî, t. 8, p. 38.
f) Dijo As-Sâdiq (a.s.): “Cuando
se cele a un muchacho tal como celan a una muchacha en la casa de su familia”. Bashârah
al-Islâm, pp. 36, 76, 133.
g) Dijo el Profeta (s.a.w.): “Como si
no quisieras estar en el mundo cuando mi comunidad abandone el rezo y siga las
pasiones mundanas, los precios se encarezcan y se incremente la
homosexualidad”. Bashârah al-Islâm, p. 23; Ilzâm an-Nâsib,
p. 181.
[19] Firdaus
al-Ajbâr, t. 5, p. 227.
[20] Al-Mu‘ÿam
al-Kabîr, t. 10, p. 12.
[21] Ash-Shî‘ah
wa ar-Raÿ‘ah, t. 1, p. 151; Firdaus al-Ajbâr, t. 5, p. 221; Al-Mu‘ÿam
al-Kabîr, t. 10, p. 281; Bihâr al-Anwâr, t. 34, p. 241.
[22] At-Taiâlisî,
Al-Musnad, t. 8, p. 266; Ahmad, Al-Musnad, t. 3, p. 120;
At-Tirmidhî, As-Sunan, t. 4, p. 491; Abû Ia‘lâ, Al-Musnad, t. 5,
p. 273; Hiliah al-Awliâ’, t. 6, p. 280; Dalâ’il an-Nubûwah,
t. 6, p. 543; Ad-Durr al-Manzûr, t. 6, p. 50.
[23] Firdaus
al-Ajbâr, t. 5, p. 509.
[24]
Mufîd, Al-Amâlî, p. 144; Bihâr al-Anwâr, t. 52, p. 250.
[25] ‘Aqd
ad-Durar, p. 232; Firdaus al-Ajbâr, t. 5, p. 225.
[26] Ahmad,
Al-Musnad, t. 3, p. 377.
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