Un panorama sobre El Gobierno del Mahdî (a.ÿ.)
Por Naÿmuddîn Tabasî
Traducido del persa por: Sumeia Younes .Asamblea Mundial de Ahl-ul Bait (a.s.)
Por Naÿmuddîn Tabasî
Traducido del persa por: Sumeia Younes .Asamblea Mundial de Ahl-ul Bait (a.s.)
En esta sección:
Prefacio del traductor al castellano
La creencia en la Manifestación del Salvador al Final de los Tiempos en los diferentes pueblos y religiones
Reflejo de esta creencia entre los diferentes pueblos y naciones del mundo
El Mahdî Prometido en el Islam
El Mahdî Prometido en el Sagrado Corán y la Sunna
El Mahdî Prometido en las fuentes de la Shî‘ah
Objetivos de la Revolución del Mahdî en el Corán y las narraciones islámicas
El rol de los seguidores de las religiones divinas en la preparación del terreno para la Manifestación
El movimiento del Imam Jomeinî (r.a.) preparará el terreno para la Manifestación del Mahdî (a.ÿ.)
Prefacio del traductor al castellano
La creencia en
El Mahdî Prometido en las fuentes de Ahl
al-Sunnah
El Mahdî Prometido en las fuentes de
Objetivos de
El movimiento del Imam Jomeinî (r.a.) preparará el
terreno para
La
Revolución del Imam Jomeinî (r.a.)
corroboró en la práctica la posibilidad del establecimiento de un gobierno de
justicia islámico que armonice con la época contemporánea y pueda dar respuesta
a sus necesidades, y tiró abajo las ideas y alegatos obtusos y caducos de
Occidente respecto al Islam. Este movimiento se expandió e influyó incluso en
pensamientos de personas ajenas al círculo del mundo islámico, y se topó con
una favorable y extensiva acogida en occidente para aceptar el Islam. El éxito que
tuvo este levantamiento en la conformación de la nación islámica originó un
estado de despertar en las naciones no-islámicas, motivando en ellas el interés
por familiarizarse con esta flamante civilización, la cual tuvo como
contendientes a los superpoderes, cuyos esfuerzos mancomunados por derrotarla
se enfrentaron con el fracaso. Este Estado islámico pudo exhibir al mundo un
modelo de completa independencia, lucidez política y visión de futuro, y debido
a las consignas de
defensa de los oprimidos y rechazo a los opresores, penetró
en las mentes de las naciones débiles.
El rol de los seguidores de las religiones divinas
en la preparación del terreno para
Sumeia Younes
Alabado
sea Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Que la paz y las bendiciones de Dios
sean con nuestro bendito Profeta,
Muhammad ibn ‘Abdul·lâh, y con su purificada Familia…
Muhammad ibn ‘Abdul·lâh, y con su purificada Familia…
Que
la paz sea con el
Salvador del Final de los Tiempos, el abanderado de la liberación de los
hombres de las cadenas de la tiranía… y que la paz sea con aquéllos que le
esperan, obran en base a sus valores y han bebido de la copa de la
guía...
“Ciertamente que lo llamaron
Mahdî puesto que él guiará a los hombres a un asunto oculto; y extraerá la Torá y el resto de los Libros
Celestiales de una gruta en Antioquía, y juzgará entre la gente de la Torá con la Torá , entre la gente del
Evangelio con el Evangelio, entre la gente de los Salmos con los Salmos, y entre la gente
del Corán con el Corán…”.
[Hadîz del Imam Al-Bâqir (a.s.)].[1]
Aquello que comparten respecto al Final de los
Tiempos las diferentes religiones, e incluso ideologías escépticas, hace
referencia a un período de
la historia de la humanidad en el que el ser humano obtendrá
el programa más elevado de administración de la vida social, a partir de lo
cual comenzará una nueva era de convivencia sublime conjuntamente con paz,
tranquilidad, justicia y bienestar mundial.
El énfasis de las religiones y culturas influenciadas
por las mismas en la agrupación de los seres humanos en el marco de “la Ciudad Ideal ”, “la Ciudad Perfecta ”,
“Utopía”, etc., se basa en esa misma creencia. Una de las diferencias entre el
enfoque doctrinal sobre los últimos tiempos cimentado en las religiones divinas
con la perspectiva en este sentido, cimentada en las escuelas humanistas, es la
creencia referente a las raíces fundacionales de tal sociedad, que los
seguidores de las religiones celestiales consideran se encuentran en la “Manifestación del Salvador de los últimos
tiempos”, en tanto los seguidores de los ismos desviados y escépticos la
consideran el fruto de
la evolución de las sociedades humanas y la “culminación de
la historia”.
En los últimos
años, los temas relacionados con la inminente llegada del período del fin de
los tiempos tuvieron un significativo incremento entre los adeptos de las
diferentes religiones. Entre esos temas se encuentran la creencia en el retorno
y parusía del Mesías -que para algunas sectas cristianas
debería haber ocurrido en el año 2000- y las creencias de los cristianos
evangélicos extremistas, los cristianos sionistas, los judíos, etc., y sus
planes de sembrar ideas que provoquen tumultos y agitación, como la destrucción
de la Mezquita de Al-Aqsâ ,
etc., para inducir la batalla de Armagedón. La presentación apresurada de
teorías como la culminación de la historia con el objeto de alterar el
pensamiento fitrî (innato o primigenio) de la espera de un
Salvador también se valora como una prueba del desarrollo de esa creencia.
El ser humano hoy
ha experimentado muchas de las consecuencias de la aplicación de los
regimenes basados en los criterios humanos -y no divinos-,
pero estos regimenes, en los que el hombre no sólo se considera autosuficiente
respecto de Dios sino que pretende responsabilizarse de la tarea de Dios ,
finalmente acarrearán una catástrofe mundial. Recordemos cómo las masas de
gente se precipitaron hacia el Comunismo y el Socialismo, y recordemos cómo
entonces el mundo artificial de Marx y Lenin desapareció de la noche a la mañana. Asimismo
el mundo occidental, que consideraba a la liberal-democracia como la mejor
receta para administrar las sociedades y que albriciaba un final feliz para la
historia, hoy reconoce la ineficacia de ésta para resolver problemáticas
vitales de la humanidad.
Últimamente somos
testigos de cómo el lobby judío-cristiano ofrece a los hombres su último grado
de expresión en sistemas políticos, esto es, el neoliberalismo, que oculta sus
fines de dominación bajo el eslogan de la “democracia” a la que dispone como
una nueva deidad a la cual debe rendírsele pleitesía. De este modo, tanto
simuladores como deslumbrados se adelantan unos a otros para que cuanto antes
se los califique de “demócratas”. Por otro lado, a todo el que objeta tal
sistema y régimen de falsa democracia, le es impuesto el título de
“reaccionario”. Y si alguien, como musulmán, pretende hacer una defensa de un
país que se basa en los preceptos divinos (la Sharî ‘ah), se le llama “integrista”
o “fundamentalista”. En esta atmósfera mundial, todo musulmán que se aferra tan
sólo un poco a su religión, representa un criminal en potencia.
Progresivamente la humanidad se está
percatando de la
realidad de que el sistema democrático basado en los
principios del secularismo no es otra cosa que una más de las desviaciones del
hombre. El razonamiento humano constantemente está construyendo nuevos sistemas
que indefectiblemente llegan a un callejón sin salida, y este círculo vicioso
continuará hasta que la humanidad se dé por vencida. Sólo entonces la gente del
mundo se saciará de las bien intencionadas especulaciones terrenales, y la
sociedad humana, conformada mayormente por los oprimidos, anhelará alcanzar la
verdad y la justicia… pero no las encontrará en la Tierra , así pues, todas sus
esperanzas estarán puestas en los cielos. Este estado de la humanidad de esos
días concretará las condiciones de la Manifestación del Gran Salvador del mundo.
Puede alegarse que la creencia en la
existencia de un Reformador celestial del mundo y la esperanza en el futuro, la
paz y la justicia eterna, forman parte de los asuntos fitrî o
relacionados a la propensión natural que están estrechamente ligados a la
esencia y existencia de la persona y que acompañan a la creación de todo ser
humano, puesto que por un lado esta creencia surge del interior de los seres
humanos, y por otro, es una cuestión general, planteada más allá del plano
intra-islámico sunnî-shî’ah. Los seres humanos se percatan innatamente que
es imperioso para el mundo contar con un líder e Imam que realmente sea
Reformador y Justiciero, y estas particularidades no se observan en ninguno de
los que alegan ser defensores de los derechos humanos. A ello obedece el que
las diferentes doctrinas sostengan la existencia de un Reformador que un día se
manifestará, reuniendo todas las condiciones del liderazgo e Imamato, aún
cuando discrepan en su nombre e identidad.
Lamentablemente, a pesar de la existencia de todos
los sorprendentes avances intelectuales y científicos, la humanidad negligente
y desinformada, día a día se conduce a sí misma hacia la corrupción y se aleja
progresivamente de Dios, desobedeciendo más y más Sus preceptos. Cuando una
persona que se preocupa por el destino de la humanidad y que procura la
perfección espiritual, observa esta situación y se desesperanza de todos, en
conformidad a su naturaleza primigenia dirige su atención a Dios Todopoderoso y
requiere de Él ayuda para eliminar la opresión y corrupción. A lo largo de la historia de la
humanidad, ante los altibajos de la vida los hombres superaron continuamente la
desesperanza al tener presente la Manifestación de tal Líder y Salvador divino.
Teniendo en cuenta que, según la ley divina
general, la materia se encuentra bajo la influencia del espíritu, deducimos
que, hasta que la sociedad humana no alcance su perfección espiritual, no podrá
alcanzar la perfección de la vida material. Y en esta época de corrupción y
extravío generalizado, el camino del ser humano para recibir el gran regalo
divino, esto es, la
Vicerregencia de Dios sobre la Tierra , es aún muy largo.
Sin embargo, y felizmente, la fitrah o naturaleza primigenia que
motiva la búsqueda de la verdad en los seres humanos, encontró un área de
escape y ya la religión no es considerada un opio, sino la alquimia de los
tiempos presentes.
Bajo tales
condiciones, nuestro mayor deber es difundir “la Espera del Salvador”. En
esta época de las comunicaciones en que el mundo está conectado de tal manera
que se asemeja a una aldea mundial, y que con la existencia de medios de comunicación
como la transmisión satelital y la red Internet ya no existe ninguna excusa para
mantenerse incomunicado con el mundo sediento de justicia, debemos descubrir y
fortalecer las semejanzas doctrinales referentes al último Salvador y
Reformador. Luego, sorteando las desavenencias, presentar al Real Salvador que
vendrá con el Poder divino para triunfar sobre el materialismo y expandir la
religión de la verdad, la pureza y la justicia sobre la Tierra. Su victoria
representará la victoria final de todos los profetas divinos y justicieros de la Tierra.
Los
monopolizadores del poder en el mundo, que constituyen la absoluta minoría -pero
que con la ayuda de los medios masivos de comunicación a su alcance y con su
invasión cultural, conducen el pensamiento de la mayoría de la
gente hacia sus propios intereses- se esforzaron por secularizar las
sociedades, y se valieron del arma de la separación de la
religión de la política sólo para desarmar a las sociedades no-occidentales, en
especial a la islámica.
Esto en tanto que fue precisamente sobre la base de las
enseñanzas religiosas y sus propias nociones doctrinales y enfoques
apocalípticos sobre el futuro del mundo -tales como el acaecimiento de la batalla de Armagedón-
que ellos se abocaron a la programación, politización y acopio de estrategias
con miras a un dominio mundial.
La cultura del Mahdiísmo es el blanco de ataque de los
políticos y ávidos de poder que consideran al Islam como el gran impedimento
para alcanzar sus objetivos; atacan de manera multilateral al Islam, a la
sociedad musulmana y a todo musulmán, donde sea que éste se encuentre.
El deber más importante que pesa sobre todo
musulmán en esta época de prueba y ocultación del Salvador, es la salvaguarda
de la identidad y personalidad islámica. El musulmán, con valentía, iniciativa
y con la fuerza de la fe y el conocimiento, con las consignas monoteístas de “Dios
es el Más Grande” y “No hay divinidad sino Dios”, debe avanzar con
pujanza, y estar consciente de que el mundo se dirige hacia el Islam, hacia la
sociedad islámica universal, hacia la civilización coránica y hacia la sociedad
del Mahdî. Y ésta es una promesa divina, inalterable.
La creencia en la Manifestación del Salvador al Final de los
Tiempos en los diferentes pueblos y religiones
Entre las más
exponentes creencias afines a las diferentes religiones celestiales está la Manifestación del
Reformador Prometido del Final de los Tiempos o la llegada de una personalidad
respecto a quien han albriciado los Libros de los profetas. Los seguidores de
las religiones están a la espera de un Salvador que por medio de una gran
Revolución librará a los seres humanos de la opresión y la tiranía, si bien
difieren en cuanto a sus particularidades e identidad. El análisis de los
textos de las religiones celestiales al respecto corrobora que él es ese mismo
Mahdî, esa misma persona respecto a quien el Profeta del Islam (s.a.w.) y los
Imames de Ahl-ul Bait (a.s.) han albriciado.
Un breve repaso a los pensamientos y creencias
de los diferentes pueblos del mundo como el antiguo Egipto, la India , China, Persia y la antigua Grecia , y
un vistazo a las leyendas del resto de las diversas culturas de la humanidad,
incluso pueblos como los eslavos, germanos, celtas e incluso los aztecas y sus
semejantes, también deja en claro y verifica perfectamente la realidad de que
todos los pueblos del mundo, a pesar de todas sus diferencias de opinión y creencias
e ideas contrapuestas, siempre estuvieron a la espera de un Reformador
Universal.
Los Libros Sagrados de las religiones indican
que al final de los tiempos el mundo se verá afligido por los conflictos y la
confusión, las llamas de la opresión lo abarcarán todo y las guerras hostigarán
a los seres humanos, y los que tengan las riendas del mundo en sus manos se volverán
impotentes e incapaces de administrar los asuntos de las naciones, sin
encontrar la manera de apagar las llamas de la discordia. Entonces ,
un Gran Reformador Universal terminará con todos los problemas y dificultades
de la humanidad; arrancará la raíz de la corrupción, la irreligiosidad, la
opresión y la ignorancia del planeta Tierra; pondrá fin a los crímenes y
traiciones en contra de la humanidad, y establecerá un Gobierno Mundial basado
en la justicia y la auténtica libertad.
Así pues, esta
creencia no se circunscribe al Islam, sino que es un asunto concluyente y
rotundo que no conoce de tiempo ni lugar, y que no es particular de ningún
pueblo o religión, y siempre, en todas las épocas y en todo lugar, destacó y
fue conocido por todas las naciones, diferentes escuelas de pensamiento del
mundo, y religiones, abarcando al politeísmo, zoroastrismo, judaísmo,
cristianismo… y a la bendita religión del Islam.
La esperanza en
un gobierno mundial de justicia no sólo goza de antigüedad entre los seguidores
de las religiones sino entre muchas de las diferentes escuelas de pensamiento
del mundo, incluso las de carácter ateo. Es así que el Marxismo, a pesar de ser
una ideología netamente filosófica y materialista que niega toda forma de
trascendencia espiritual, posee una especie de escatología de carácter
intraterreno, si se tiene en cuenta su concepción de la historia de la
humanidad y las sociedades humanas en términos del pensamiento económico
marxista en todas sus formas (esclavismo, feudalismo, mercantilismo, capitalismo,
socialismo y comunismo). Esta doctrina, en su proceso de la lucha de clases ,
pretende llegar a una sociedad igualitaria en la que el pueblo asume el control
-de manera benéfica- no sólo de los medios de producción, sino de todos los
aspectos de la vida.
En la era actual, al pensar en el devenir del
hombre o de la historia, según la perspectiva que se tenga de la realidad tanto
desde los contextos de la ciencia hasta los del esoterismo, se puede considerar
escatología, por ejemplo, a la utopía del comunismo mundial, la guerra nuclear
total (presagiada durante la Guerra Fría) o el final del Sistema Solar -un hecho indefectible que
sucederá dentro de
miles de millones de años-.
Incluso
últimamente la perspectiva sobre el Final de los Tiempos fue planteada en un
plano muy extenso por muchos sabios y filósofos famosos del mundo bajo la
aspiración de conformar un “Gobierno Único Mundial”. Ellos sostienen que, con
el vertiginoso progreso de la industria y la tecnología, la vida mecanizada, la
perniciosa carrera armamentística, los peligrosos juegos políticos, y el
sentimiento de desesperanza y desaliento entre las sociedades humanas para
librarse de las situaciones caóticas actuales, es menester conformar un
gobierno único mundial basado en la justicia y la libertad.
Orígenes de esta creencia
El origen de la creencia en la Manifestación del
Salvador del mundo, además del anhelo interior de todo ser humano, son las
contundentes albricias a los creyentes de todos los profetas y embajadores
divinos a lo largo de
la historia de la humanidad. Además del Sagrado Corán, se
hizo referencia a ello en todos los Libros Sagrados de la gente de religión ,
mencionándose claramente las albricias de la Manifestación del
Mahdî (a.ÿ.) con expresiones y contenidos que enfatizan la legitimidad y
realidad del Mahdiísmo y la consideran una creencia general, común entre todas
las comunidades y pueblos, aún cuando la albricia de la Manifestación de
ese Gran Reformador Mundial fue planteada especialmente en el
Islam y el Corán en forma más abarcadora, completa, profunda y puntual.
Si bien nosotros no consideramos a todos esos
libros como Escrituras divinas y no tenemos certeza de que quienes los
presentaron fuesen todos profetas -sino que creemos que ellos fueron, o
profetas, o bien extrajeron estos temas de los Libros y enseñanzas de los
profetas anteriores-, es sorprendente que en algunos de ellos se hayan mencionado
determinados apelativos y nombres del Mahdî (a.ÿ.), e incluso su cadena
genealógica y el hecho de que él es de la pura progenie del último Profeta, de
los descendientes de la
hija de ese profeta, y su último albacea.[2] La mayoría de las
albricias que nos llegaron respecto a la Manifestación del
Gran Reformador Mundial en los Libros divinos -si no decimos todas- sólo se
corresponden con la sagrada existencia del Mahdî Prometido, el Remanente y
Prueba Divina de los Imames Inmaculados de la Shî ‘ah.
Reflejo de esta creencia entre los diferentes pueblos y naciones del mundo
Todas las religiones y pueblos albriciaron el
retorno o la venida de una gran personalidad. Como botón de muestra, y sólo
para demostrar que existen tales albricias, expongo a continuación dieciséis de
las mismas:
1. Los antiguos
persas creían que Gorzâ Sepah, su histórico héroe, estaba vivo y dormía
en Kabul protegido por cien mil ángeles hasta el día que se despierte y se
manifieste para reformar el mundo.
2. Otro grupo de persas decía
que: tras organizar el país y afianzar las bases del gobierno, “Kikhosro” dio
la corona del reinado a su hijo y se dirigió a las montañas donde reposa hasta
el día que se manifieste y expulse al diabólico Ahrimanan del cosmos.
3. Los eslavos creían que una persona se
levantaría desde el oriente y uniría a todas las tribus eslavas, haciéndolas
dominar sobre el mundo.
4. Los germanos
creían que un conquistador de entre sus tribus se levantaría y haría gobernar a
Germania sobre el mundo.
5. Los habitantes
medievales de las islas británicas anhelaban y esperaban desde hacía muchos siglos
que el Rey Arturo se manifestase un día en la isla de Ávalon, hiciera dominar a
la raza sajona sobre el orbe, y la felicidad del mundo les correspondiese a
ellos.
6. Los pueblos escandinavos
creían que: sobrevendrán desgracias para la gente del mundo, guerras mundiales
aniquilarán a los pueblos, y entonces se manifestará Odín junto a una fuerza
divina y dominará sobre todos.
7. Un grupo de egipcios que vivió
3000 años a. C. en la ciudad de Menfis, creía que al Final de los Tiempos un
gobernante dominaría el mundo con fuerzas ocultas, haría desaparecer las
diferencias de castas y que la gente alcanzase la tranquilidad y el sosiego.
8. Otro grupo del
antiguo Egipto creía que el enviado de Dios al Final de los Tiempos surgiría al
lado de la Casa de Dios ,
y conquistaría el mundo.
9. Los aztecas
creían que: Quetzalcóatl -habitualmente identificado como la Serpiente Emplumada-,
el Salvador del mundo, saldrá victorioso tras el acaecimiento de algunos
sucesos mundiales. Quetzalcóatl fue expulsado por la divinidad opuesta,
Tezcatlipoca, desde su capital, Tula, al exilio, desde donde, según la
profecía, regresaría por donde nace el sol como un personaje barbado y de piel
blanca. De tal modo, cuando el conquistador español Hernán Cortés apareció en
1519, el rey azteca, Moctezuma II, se abstuvo de enfrentarse a los
conquistadores españoles por identificarlos con Quetzalcóatl.
10. En China,
al introducirse el culto al buda Maitreya -el próximo
Buda, un bodhisattva que renacerá en un futuro lejano para renovar la doctrina-
también se introdujo en esta religión un componente escatológico: en los
tiempos futuros la humanidad decaerá de tal manera que propiciaría el regreso
de Maitreya para iniciar una nueva época de paz y esperanza. Mientras Maitreya aguarda tal acontecimiento, para
el que, según ciertos cálculos, aún quedan 30.000 años, habita en el Paraíso de
Tushita.
11. Dentro del
contenido religioso del mazdeísmo, Zoroastro describió con gran detalle la
llegada del Juicio Final con el último enfrentamiento entre Ahura Mazda (el
Bien) y Angra Mainyu (el Mal), que produciría grandes catástrofes y aceleraría
la llegada de un Salvador, un enviado celeste, Saoshyans, hijo milagroso y
póstumo de Zoroastro, quien liderará a los Hijos de la Luz a la victoria sobre los
Hijos de las Sombras, en el marco de una resurrección general de los muertos.
Este gran Salvador del mundo difundirá la religión, desarraigará la pobreza e
indigencia, salvará a Yazdan de las manos de Ahriman y la gente del mundo
pensará, hablará y actuará igual.
12. Profecía de Los Navajos
(indios norteamericanos): “Él, quién es toda sabiduría, toda inteligencia,
trajo al pueblo Navajo algo como un Libro Santo, sólo que el Navajo no pudo
escribirlo en ese momento por lo que Él lo dio en forma de canto... Este cantar
es como las Escrituras Santas. Le dice a los indios qué ver en el ‘Final de los
Tiempos’ cuando él vendrá ante el pueblo de nuevo... En el canto, Él (el Gran
Espíritu) ha dicho que Él es esperado en el este, pero también es esperado en
el oeste. Cuando Él venga y traiga estas buenas cosas del espíritu y de amor,
será el momento más feliz y glorioso”.[3]
13. Las diferentes
naciones y pueblos
de la India ,
según sus libros sagrados, están a la espera de un Reformador que se
manifestará y conformará un Gobierno Único Mundial.
14. El Hinduismo
cree en la reencarnación o manifestación divina, especialmente la manifestación
de Vishnú, a la cual denominan “avatar”. Vishnú atravesó 9 avatares sucesivos,
en épocas distintas del ciclo samshárico, y el décimo y último de ellos, Kalki
-avatar supremo- es considerado como el del “Juicio Final”, que tendrá lugar
cuando termine el último “yuga” (“yugakali”) en que se encuentra actualmente el
ciclo samshárico. Al término de este yuga, Kalki se manifestará montado en un
caballo blanco y con una espada de fuego, y con su poder soberano destruirá la Tierra y aniquilará a los
poderes del mal que en ella actúan, restaurará la bondad originaria, y
gobernará en una era dorada.
15. En el Judaísmo
y el Cristianismo los acontecimientos del fin del mundo son similares, e
incluyen la llegada del Mesías. Los judíos creen que al Final de los Tiempos,
el Mesías (del hebreo, מָשִׁיחַ, mashiaj, ‘el ungido’
con aceite del rey), se manifestará y gobernará por siempre y será su Salvador.
Creen que es de entre los descendientes del Profeta David (a.s.). Desde épocas
muy tempranas, el mesianismo ha constituido una base significativa en el
pensamiento judío. En los Libros del Antiguo y Nuevo Testamento hay muchas
albricias sobre el Justiciero Mundial y sobre los importantes sucesos, guerras,
expansión de la opresión, corrupción, sediciones, derramamientos de sangre y
otras señales que acaecerán antes de la Manifestación. El
anhelo por la llegada del Mesías se intensificaba notablemente durante periodos
de problemas y calamidades. A la larga, se estableció una conexión entre el
mesianismo y el concepto de Torá: cada judío, individualmente, mediante el
estudio constante y la observancia de los mandamientos de Dios, podría acelerar
la llegada del Mesías. Por eso, todo acto individual tendría resonancias
cósmicas.
16. Los cristianos creen en la existencia del
Mesías y dicen: “Él se manifestará al Final de los Tiempos y tomará el mundo”.
En la traducción griega de la
Biblia hebrea, la Septuaginta , “Mesías” se traduce por la palabra Christos ,
de la cual se deriva Cristo. Por ello, el nombre de Jesucristo identifica a
Jesús con el Mesías, aunque el judaísmo afirma que éste todavía no ha venido.
Los cristianos están a la espera de la “segunda venida” o parusía, el
“advenimiento glorioso” del Mesías en la Tierra , en que comenzará la época de la Salvación. Antes
de ese tiempo se desarrollará la Gran Tribulación , en la cual se hará prominente
el papel del Anticristo. En los últimos días de su vida Jesús (a.s.) hizo mucho
énfasis a sus seguidores respecto a su vuelta a la Tierra , aconsejándoles
estar a su espera y preparados.
Los seguidores de las diferentes religiones y
pueblos difieren entre sí en cuanto al nombre de este Salvador, y aún cuando no
concuerdan por completo con el Mahdî Prometido del Islam (a.ÿ.), e incluso
algunos no coinciden en absoluto con él, permiten inferir una realidad certera:
estas ideas, creencias y opiniones -todas las cuales, con sus diferentes
contenidos, informan de un futuro brillante y de la venida de un
Reformador Mundial al Final de los Tiempos que unificará las religiones,
establecerá un programa de reforma y conformará un Único Gobierno Mundial cimentado
en la justicia y la libertad-, en realidad, se originan de la Revelación. Sin
embargo, en algunas regiones alejadas donde las llamas de la verdad brillaron
menos, su luminosidad se aplacó paulatinamente a lo largo de la historia, quedando
sólo generalidades de las albricias del Mahdî Prometido y del Reformador
Mundial. Por supuesto, el hecho de que a lo largo de los siglos estas albricias
hayan quedado intactas, acrecienta la importancia del tema, y hace más certera
la cuestión del Mahdiísmo.
Por lo tanto, si quitamos la palabra Mahdî y
otros vocablos -con los que los seguidores de las diferentes religiones y pueblos
aluden a él- del marco de la terminología particular para referirse a su
persona, y lo denominamos “Gran Salvador Celestial”, “Reformador Mundial”,
“Emancipador Oculto”, o “Salvador Esperado”, salvaremos también las diferencias
nominales.
El Mahdî Prometido en el Islam
El Imam Al-Mahdî (a.ÿ.) nació el viernes 15 de
Sha‘bân del año 255 H.L. (869 d.C.) en la ciudad de Samarra (Irak). Es hijo del
Imam Hasan ibn ‘Alî Al-‘Askarî (a.s.), el undécimo Imam de Ahl-ul
Bait (a.s.), quien también nació en Samarra, en el año 232 de la H.L. El Imam Al-‘Askarî pasó a
ser conocido como tal porque fue confinado a vivir en una zona militarizada
donde residía el ejército (‘askar) compuesto por los soldados turcos de
la corte abbasí. Fue contemporáneo a seis califas abbasíes: Al-Mutawakkil,
Al-Muntasir, Al-Musta‘în, Al-Mu‘tazz, Al-Muhtadî y Al-Mu‘tamid.
El período de su Imamato duró seis años y fue martirizado a la edad de 28 años
en el 260 H.L., dejando como único hijo y sucesor al último de los Imames de Ahl-ul
Bait (a.s.), el duodécimo Imam, Al-Huÿÿah ibn Al-Hasan
Al-Mahdî (a.ÿ.).
La madre del Mahdî (a.ÿ.) fue Narÿis, nieta
del Emperador de Bizancio. Era descendiente de Pedro, apóstol de Jesús (a.s.).
Ella soñó al Profeta del Islam (s.a.w.) y a Jesús (a.s.) que la unían en
matrimonio con el Imam Hasan Al-‘Askarî (a.s.). Otra vez soñó que,
invitada por Fátima Az-Zahrâ’ (a.s.), se convertía al Islam.
Cuando musulmanes y bizantinos se entablaron en guerra, y el César se dirigió a
los frentes de batalla junto a su ejército, Narÿis, alentada por otro sueño que
vio, siguió al ejército marchando de incógnito entre los sirvientes. En la frontera
fue hecha prisionera por algunas patrullas de avanzada del ejército musulmán, e
ignorando que ella era de la familia del César, la llevaron a Bagdad junto al
resto de los prisioneros. El Imam Al-Hâdî (a.s.), el décimo Imam, escribió una
misiva en lengua romana y se la envió a Narÿis por medio de un emisario, quien
tenía órdenes de comprarla del vendedor de esclavos y llevarla ante su
presencia en Samarra. El Imam Al-Hâdî le repitió todo lo que ella había visto
en sueños, y le dio las buenas nuevas de que ella sería la esposa de su hijo el
Imam Al-‘Askarî y la madre del Reformador del mundo.
Los califas ‘abbasíes veían en peligro su Califato
porque era sabido que el Mahdî Prometido de la descendencia del Profeta
(s.a.w.) sería el hijo del Imam Al-‘Askarî; por ello, tenían bajo estricto
control al Imam (a.s.) para evitar el nacimiento de su sucesor. Así, el Imam
Al-Mahdî nació en forma oculta y aún vive en forma oculta. Tuvo dos
ocultaciones, una Menor -que duró alrededor de 69 años (desde el martirio de su
padre hasta el año 329 H.L.)- y la otra -que se prolonga hasta hoy- Mayor, y que
durará hasta que Dios lo desee y lo haga manifestarse para llenar la Tierra de justicia y
equidad.
Dijo el Imam Zain Al-‘Âbidîn (a.s.): “En
nuestro Qâ’im existen similitudes con los profetas de Dios (s.a.w.): con Noé,
con Abraham, con Moisés, con Jesús, con Job, y con Muhammad -que las
bendiciones sean con todos ellos-. Con Noé en cuanto a su larga vida; con
Abraham en cuanto a la ocultación de su nacimiento y su alejamiento de la
gente; con Moisés en cuanto a su situación de aprensión y ocultación; con Jesús
en cuanto a las discrepancias de la gente respecto a él; con Job en cuanto a la
llegada del alivio y sosiego después de la desgracia y adversidad, y con Muhammad
(s.a.w.) en cuanto a su levantamiento con la espada”.[4]
El Mahdî Prometido en el Sagrado Corán
Este milagro
eterno que es el Corán, expresó, refiriéndose al Salvador del Mundo y a la
heredad de la Tierra
por parte de los desposeídos:
1 - ﴿ وَنُرِيدُ أَن نَّمُنَّ عَلَى الَّذِينَ اسْتُضْعِفُوا فِي
الاَرْضِ وَنَجْعَلَهُمْ أَئِمَّةً وَنَجْعَلَهُمُ الْوَارِثِينَ ﴾
1. «Y quisimos agraciar a los oprimidos en la Tierra designándoles Imames
y (también) les constituimos en herederos (del país)». (Sura Al-Qasas; 28: 5)
2 - ﴿ وَعَدَ
اللَّهُ الَّذِينَ ءَامَنُوا مِنكُمْ وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ
لَيَسْتَخْلِفَنَّهُمْ فِي الاَرْضِ كَمَا اسْتَخْلَفَ الَّذِينَ مِن قَبْلِهِمْ
وَلَيُـمَكِّنَنَّ لَهُمْ دِينَهُمُ الَّذِي ارْتَضَى لَهُمْ وَلَيُبَدِّلَنَّهُم
مِّن بَعْدِ خَوْفِهِمْ أَمْناً يَعْبُدُونَنِي لاَ يُشْرِكُونَ بِي شَيْئاً وَمَن
كَفَرَ بَعْدَ ذَلِكَ فَاُوْلَئِكَ هُمُ الْفَاسِقُونَ ﴾
2. «Dios prometió, a quienes de vosotros creen y practican el bien,
entronizarles en la Tierra ,
como entronizó a sus antepasados; consolidarles su religión que eligió para
ellos y mudar su temor en sosiego. ¡Que me adoren y no me atribuyan nada! Mas
quienes después de esto renieguen, serán depravados». (Sura An-Nûr; 24: 55)
3 - ﴿ هُوَ
الَّذِي أَرْسَلَ رَسُولَهُ بِالْهُدَى وَدِينِ الْحَقِّ لِيُظْهِرَهُ عَلَى
الدِّينِ كُلِّهِ وَلَوْ كَرِهَ الْمُشْرِكُونَ ﴾
3. «Él fue Quien envió a su Mensajero con la guía y la verdadera religión
para hacerla prevalecer sobre todas las religiones, aunque ello disguste a los
idólatras». (Sura At-Taubah; 9: 33)
4 - ﴿ وَلَقَدْ
كَتَبْنَا فِي الزَّبُورِ مِن بَعْدِ الذِّكْرِ أَنَّ الاَرْضَ يَرِثُهَا
عِبَادِيَ الصَّالِحُونَ ﴾
4. «Hemos prescrito en los Salmos, después del Mensaje (la Biblia ), que la Tierra la heredarán mis
siervos meritorios» (Sura Al-Anbiâ’; 21: 105).[5]
Esta heredad de la Tierra por parte de los
oprimidos, y el predominio de la religión sobre el mundo del que hablan el
Corán, los Salmos y los Libros de los profetas anteriores, no se han concretado
todavía, por lo que debemos estar a la espera de ese día.
El Mahdî Prometido en las fuentes de Ahl
al-Sunnah
En las fuentes de
las escuelas islámicas se transmitieron muchas narraciones del Profeta Muhammad
(s.a.w.) que explican que el Mahdî Prometido de la Gente de la Casa del Profeta
(s.a.w.) se manifestará al final de los tiempos para llenar la Tierra de justicia después
de haber sido llenada de injusticia y opresión. Incluso muchas personalidades y
sabios de Ahl al-Sunnah de las diferentes tendencias escribieron libros
e hicieron análisis académicos para corroborar el grado de confiabilidad de estas
narraciones. El número de las narraciones citadas en las fuentes confiables de Ahl
al-Sunnah no es menor que las narraciones transmitidas por los shias,
e incluso en los seis Sihâh se transmitieron
narraciones sobre el Mahdî (a.ÿ.):
En As-Sahîh de Al-Bujârî (f. 256
H.L.); As-Sahîh de Muslim (f. 261 H.L.) -los
dos Sheij, Bujârî y Muslim, mencionaron al Mahdî por sus características y no
por su nombre-; As-Sunan de Ibn Mâÿah (f. 273 H.L.); As-Sunan de
Ibn Dâwûd (f. 275 H.L.), As-Sunan de At-Tirmidhî (f. 279 H.L.) y Al-Musnad
de Ahmad ibn Hanbal (f. 241 H.L.).
El Prof. ‘Alî Muhammad
‘Alî Dajîl mencionó en su libro “Al-Imam Al-Mahdî”, los nombres de 205
obras de los grandes sabios sunníes, treinta de los cuales escribieron libros
independientes sobre el Mahdî; treinta y una personas particularizaron un
capítulo sobre él en sus obras, y ciento cuarenta y cuatro personas, por
diferentes motivos, citaron narraciones sobre el Mahdî en sus libros.
El Mahdî Prometido en las fuentes de la Shî ‘ah
Para la Shî ‘ah, el grado
de
confiabilidad de estas narraciones es un asunto categórico, y
creer en el Mahdî como el último de los sucesores y albaceas del Mensajero de
Dios (s.a.w.) y en su Manifestación, es una de las exigencias irrecusables de la
madh·hab o escuela doctrinal, puesto que forma parte de los fundamentos
de la religión y es una de las implicancias de la creencia en el Imamato para
la cual se adujeron muchas pruebas del Corán y la correcta Tradición
del Profeta, como así también argumentos del intelecto. Aiatul·lâh Sâfî
Golpâigânî extrajo las narraciones sobre el Imam de la Época (a.ÿ.) de 154
libros confiables y documentos de primera línea del Shiísmo, y citó en su libro
Muntajab al-Azar 6207 narraciones. Asimismo, el eminente autor del presente
volumen, Naÿmuddîn Tabasî, recopiló hadices sobre el Mahdî en su obra Mu‘ÿam Ahâdîz
al-Imâm al-Mahdî (a.ÿ.), tal como él mismo lo explica en la introducción
del libro que el lector tiene en sus manos.
Ambas Escuelas
del Islam, la Sunnah
y la Shî ‘ah
no sólo coinciden en el principio de la creencia en el Mahdî (a.s.) sino
también en lo relativo a la universalidad de su convocatoria y su gobierno
mundial; que el Mahdî (a.ÿ.) es de la Familia del Profeta Muhammad (s.a.w.) y descendiente
de su hija Fátima (a.s.); que su apelativo es Al-Mahdî; que se completarán las
condiciones de su llegada en una sola noche; que Jesús (a.s.) seguirá al Mahdî
en la oración, y que llenará la
Tierra de justicia y equidad. Además coinciden en cuanto a ciertos
atributos personales del Imam (a.ÿ.) y a algunos de los indicios de su Advenimiento;
en que se le dará la bai‘ah (pacto de fidelidad) entre el Rukn o
Pilar de la Ka ‘bah
y el Maqâm o sitial de Abraham (a.s.); en lo que concierne al desarrollo
económico en épocas de su Manifestación, etc.
Objetivos de la Revolución del Mahdî en el Corán y las narraciones islámicas
En el Sagrado Corán y los nobles hadices en
los que concuerdan todos los musulmanes, se explicaron objetivos generales para
la Gran Revolución
del Mahdî, entre los que se encuentran:
1. Un número de
aleyas coránicas explican la superioridad y predominio del Islam por sobre
todas las religiones, como en las aleyas 32 y 33 de la Sura At-Taubah
y las aleyas 8 y 9 de la Sura As-Saff.
Los hadices que fueron narrados tanto por Ahl al-Sunnah
como por la Shi ‘ah,
asimismo sus exegetas, coinciden en que este objetivo sólo se concretará en
épocas del Mahdî Esperado (a.ÿ.).
2. Acabar con la apostasía
respecto a la religión de la
Verdad , referente a lo cual el Corán ha informado en la aleya
54 de la Sura Al-Mâ ’idah.
3. Terminar con la
opresión y establecer el gobierno de justicia islámico en todo el mundo.
4. Aniquilar el
politeísmo y purificar la
Tierra del mismo en forma completa, y la expansión del Monoteísmo
absoluto y la adoración real de Dios Altísimo, tal como se desprende de la
aleya 55 de la Sura An-Nur
y de la aleya 56 de la Sura Ad-Dâriât.
Asimismo , el establecimiento de una sociedad monoteísta
que solo adore a Dios, sin asociarle nada, que establezca la oración, dé el zakât,
y ordene lo bueno y prohíba lo malo.
5. Delegar la
gobernación de la Tierra
a los dignos siervos de Dios y a aquéllos que fueron oprimidos debido a su
afinidad con la religión monoteísta. Un número de aleyas coránicas, como la
aleya 55 de la Sura An-Nur ,
la aleya 5 de la Sura
Al-Qasas , y la 105 de la Sura Al-Anbiâ ’,
hacen referencia a ello.
6. Que todos se
beneficien de las bendiciones divinas, que todo derecho le sea devuelto a su
dueño, y que ya no quede lugar para la envidia, el rencor y la enemistad; que
la gente sea autosuficiente y sus corazones no tengan la sensación de necesidad.
En ese entonces la seguridad y la tranquilidad se expandirán por todo el orbe, de
manera que todos los seres vivos se beneficiarán de las infinitas bendiciones divinas,
y así, será garantizada la libertad y ya nadie será molestado, e incluso las
fieras, los roedores y los reptiles tampoco se molestarán entre sí ni
producirán daño alguno.
El movimiento del Imam Jomeinî (r.a.) preparará el
terreno para la Manifestación del Mahdî (a.ÿ.)
Se deduce de las
narraciones islámicas que tendrá lugar un movimiento revolucionario que
comenzará en Irán y preparará el terreno para la Manifestación del
Mahdî Prometido. Estas narraciones hacen referencia a unas particularidades que
se corresponden claramente con el Imam Jomeinî (r.a.), el líder de la Revolución Islámica :
“Unas gentes del oriente se levantarán y prepararán el terreno para el Levantamiento
de Hadrat Al-Mahdî (a.ÿ.)”.[6] Y: “Cuando
acudan a vosotros banderas negras, honrad a los persas, puesto que vuestro
gobierno está con ellos”.[7] O
el hadîz del Imam al-Kâdzim (a.s.): “Un hombre de Qom
convocará a la gente hacia la verdad, y se congregará junto a él un pueblo que
será como un trozo de hierro, al que ni los vientos tempestuosos harán
trastabillar, ni se fatigarán de la guerra ni se acobardarán, y se encomendarán
a Dios; y el final será para los temerosos”.[8]
Lo que se desprende de las narraciones es que
este movimiento irá acompañado de una actividad académica. En los hadices se aludió
a que el comienzo de este movimiento se dará tras trasladarse el centro de difusión
de las ciencias de Ahl-ul Bait desde la ciudad de Kûfah
hacia la ciudad de Qom. Dijo el Imam As-Sâdiq (a.s.) en este
sentido: “Pronto la ciudad de Kûfah quedará vacía de creyentes, y el
conocimiento y la ciencia partirán de allí [volviéndose limitados] cual
serpiente enroscada en su madriguera; y se manifestará en una ciudad llamada
Qom, donde se volverá un baluarte del conocimiento y la virtud, y un depósito
del saber y la perfección, de modo que no quedará sobre la Tierra ningún desposeído [intelectual]
que no esté informado de la religión, incluso las mujeres ocultas tras los
velos. Ello sucederá en una época cercana a la Manifestación del
Qâ’im. Dios dispondrá a Qom y a su gente como los lugartenientes de Hadrat
Al-Huÿÿah (a.ÿ.)… El conocimiento y la ciencia llegarán desde la ciudad
de Qom hasta el resto de las naciones en el oriente y occidente del orbe, y los
seres del mundo serán informados al punto de no quedarles excusas, de manera
que no quedará nadie sobre la
Tierra a quien no hayan llegado la religión y la ciencia. Será
entonces que se manifestará Hadrat Al-Qâ’im (a.ÿ.)…”.[9]
Con el triunfo de la Revolución Islámica ,
la Hauzah
‘Ilmîiah o ámbito de escuelas religiosas de Qom se convirtió en la más
importante Hauzah de los conocimientos de Ahl-ul Bait
(a.s.) en el mundo, especialmente después de que el papel preponderante que desempeñaba
la Hauzah
de Nayaf (Irak) quedara limitado y disminuido a causa de las restricciones
suscitadas por parte del régimen baazista de Saddam Husein. Y de esta manera,
aquello que las nobles narraciones vaticinaban, se hizo realidad, ya que,
debido a la difusión de los conocimientos de la Familia
de Muhammad (s.a.w.) en todo el mundo, la gente está conociendo
las enseñanzas del Islam original, y el Islam está llegando desde la Hauzah de Qom
a toda la
humanidad. Asimismo sucede con la existencia de escuelas de religión
para mujeres en la Hauzah
de Qom, lo cual es una circunstancia inédita y sin precedentes en la
historia de la cultura religiosa de las mujeres, sumado al hecho de haberse
dado a un nivel elevado, a lo cual se hizo referencia en el Hadîz
del Imam As-Sâdiq (a.s.): “Incluso las mujeres ocultas tras
los velos”.
El liderazgo de ese vasto movimiento
del Imam Jomeinî (r.a.) se considera un preliminar para la Revolución del Mahdî
puesto que presenta al mundo del Islam y a todo el planeta Tierra la identidad
de un Gran Reformador. Se observan las repercusiones de este acontecer en el
incremento de las preguntas entre los musulmanes y no-musulmanes sobre la
identidad del Mahdî Esperado (a.ÿ.), en el empeño por conocerlo y en el hecho
de estar a su espera y expectantes al comienzo de su Revolución, tras observar
los logros de la Revolución de su
representante genérico -el Imam Jomeinî-. Tras anunciar la ocurrencia de un
movimiento suscitado por aquéllos que prepararán el terreno para la Manifestación del
Mahdî (a.ÿ.), los nobles hadices expresan: “Entonces la gente anhelará y
requerirá al Mahdî”.
El rol de los seguidores de las religiones divinas
en la preparación del terreno para la Manifestación
La creencia en el Mahdiísmo, además de acabar
con la desesperanza y el desaliento, motiva:
- La autoformación individual y social.
- Evitar mimetizarse con el entorno corrupto del ambiente.
- Resistencia ante los líderes corruptos y lucha contra la corrupción.
- El rechazo a la opresión.
Tal como dijo el
Aiatul·lâh Makârim Shirâzî en su libro “Hukumat-e Ÿahanî-e
Mahdî (El Gobierno Mundial del Mahdî -a.ÿ.-):
“Se le llama “espera” o “visión de futuro”
al estado de alguien que está en desconformidad con la situación existente y
que se esfuerza por suscitar una mejor situación… La cuestión de la espera del Gobierno
de la Verdad y
la Justicia
(del Mahdî) y el Levantamiento de un Reformador Mundial, en realidad está
compuesta por dos elementos: el elemento de “rechazo” y el elemento de
“confirmación”. El elemento de rechazo es sentirse ajeno a la situación
existente, y el elemento de confirmación es el desear una situación mejor; y si
estos dos aspectos se impregnan en el espíritu del ser humano en forma
arraigada, darán origen a dos extensivos conjuntos de acciones.
Estos dos conjuntos de acciones son:
abandonar todo tipo
de colaboración y concordancia con los elementos de la
opresión y la corrupción, e incluso combatir y entrar en lucha con ellos, por
un lado, y la autoformación y autoayuda y motivar la preparación física,
síquica, material y espiritual para la conformación de ese gobierno único
mundial y humanístico, por otro lado”.
Los adeptos de todas las religiones que
verdaderamente esperan al Salvador, tienen la responsabilidad, además de
corregirse a sí mismos, de esforzarse por corregir a los demás, puesto que el
grandioso programa que esperan es un proyecto en el que deben participar todos los
elementos de transformación.
Si la persona
que “espera al Mahdî” reúne en sí las verdaderas particularidades de un
“esperador” y suscita ese deseo verdadero y espera real en los hombres, el
Advenimiento del Mahdî se concretará, puesto que tal persona, con tal creencia
y esperanza jamás es absorbida por un ambiente corrupto.
La fe y creencia en el Imam de la Época (a.ÿ.)
impide someterse a los opresores, y fue apoyándose en esta esperanza brillante
que la gran nación de Irán enarboló la bandera del Islam y se convirtió en un
orgullo de la
historia de la humanidad y del Islam.
Según las enseñanzas de los profetas y
albricias de los Libros celestiales, a pesar de los innumerables factores de
pesimismo que se observan en el mundo en relación con el futuro de la
humanidad, la situación actual del mundo no puede continuar, y tarde o temprano
la rueda del tiempo rodará a favor de los desposeídos; el rostro del mundo se
transformará, y las corrupciones sociales y los conflictos actuales cederán su
lugar al sosiego y seguridad.
De acuerdo a las promesas de los profetas y
las albricias de las Escrituras Sagradas, finalmente llegará un día en que el
último sucesor del Noble Mensajero, el fundador del Gobierno Único Mundial, el
Mahdî Prometido y Esperado (a.ÿ.), surgirá por detrás de las cortinas de la
ocultación, y todos los telones de las tinieblas serán corridos… Y el mundo se iluminará
súbitamente…
v v v
A lo largo de esta obra, para hacer referencia
al Mahdî Prometido (a.ÿ.) se utilizan nombres y apelativos como Hadrat
Al-Mahdî, Imam Al-Mahdî, Al-Huÿÿah (La Prueba -de Dios-), Sâhib (Dueño), Sâhib
Az-Zamân (Dueño del Tiempo), Sâhib Al-’Amr (Dueño
de los Asuntos), Walî Al-‘Asr (Señor de la Época), Al-Qâ’im (el que se
levanta), Walîi-ul·lâh (Regente de parte de Dios ), Baqîiatul·lâh (el Remanente de
Dios), el Imam o Dueño de la Época, el Justiciero de la Familia de Muhammad
(s.a.w.), el Reformador, el Restaurador, o simplemente “el Imam”.
El Sufiânî, al
que se alude a lo largo del texto, es un personaje de la descendencia de Iazîd
ibn Mu‘âwîiah ibn Abû Sufiân, que surgirá al Final de los Tiempos. Su nombre es
‘Uzmân ibn ‘Anbasah y será muy hostil a Ahl-ul Bait (a.s.). De rostro
enrojecido y ampollado, ojos amoratados y aspecto desagradable, opresor y
traidor, se levantará en Shâm, y rápidamente tomará cinco ciudades, para
dirigirse luego con un gran ejército hacia Kûfah (Irak). Cometerá horrendos
crímenes en las ciudades de Irak -especialmente en Naÿaf y Kûfah-; enviará otro
ejército hacia la
Península Arábiga , y en Medina cometerán matanzas y saqueos.
De allí se dirigirán hacia La
Meca , hasta que, por orden divina, el ejército del Sufianî
será tragado por la tierra en un desierto entre Medina y La Meca. Entonces ,
tras algunos acontecimientos, el Mahdî (a.ÿ.) se dirigirá desde La Meca hacia Medina, y desde
allí hacia Kûfah, y el Sufianî huirá desde Irak hacia Shâm. El Imam enviará un
ejército para perseguirlo, y finalmente será matado en Jerusalén.
El Daÿÿâl que también se menciona a lo
largo de la obra es un personaje maligno del Final de los Tiempos, asimilable
al Anticristo de la tradición cristiana.
Se ha utilizado la abreviación: (s.a.w.) para
expresar: “sal·la al·lâh-u ‘alaihi wa âlihi wa sal·lam” (Que las bendiciones
y la paz de Al·lâh sean con él y con su purificada familia), tras
mencionarse al noble Profeta; la abreviación: (a.s.) para significar: “‘alai-hi/hâ/him
as-salâm” (Que la paz sea con él/ella/ellos), tras mencionarse al resto de
los profetas y a los miembros de la purificada familia del noble Profeta, y la
abreviación: (a.ÿ.) para significar: “‘aÿÿalal·âh faraÿahu ash-sharîf” (Que
Al·lâh apresure su noble Manifestación), tras mencionarse al Imam Al-Mahdî.
Cabe aclarar que el vocablo “faraÿ” significa “alivio” y “consuelo”, y
este alivio tendrá lugar para el Mahdî cuando se produzca su Manifestación.
¡Dios nuestro! ¡Apresura la Manifestación de Tu Walî y cuéntanos entre sus
compañeros!
Ciudad de Qom
Mayo de 2008.
[1] Gheibat-e
Nu‘mânî, t. 26, cap. 13, p. 342.
[2] En el libro “Ÿamâseb Nâmeh” de Ÿamâseb -alumno
de Zoroastro-, donde éste registró sucesos del pasado y futuro del mundo y los
estados de los reyes, profetas, albaceas y santos, dice en el marco de unos
temas que transmitió de Zoroastro: “(El profeta árabe) será el último de los
profetas que surgirá entre las montañas de La Meca … Su religión es la más noble de las religiones
y su Libro abrogará todos los Libros… abolirá la religión de los Magos (sacerdotes
de la religión zoroástrica)… De los descendientes de la hija de ese
profeta, [surgirán] nueve, [y aquél] que se llama Sol del Mundo y Shah de la
Época, será gobernante en el mundo por orden de Yazdan, y será el último
sucesor de ese profeta… Su manifestación será al final de los tiempos… y hará
que en todo el mundo haya una sola religión…”.
[3] Del Folleto publicado en 1963
por: Naturegraph Publishers, Inc.
[5] Tal como anuncia el Corán en esta última aleya,
leemos en los Salmos de David, en el Salmo 37, nº 9, 10 y 11: “… pero los
que esperan en Jehová, ellos heredarán la Tierra · Pues de aquí a poco no
existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí · Pero los mansos
heredarán la Tierra”. Luego en el nº 18 dice: “Conoce Jehová los días de
los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre”. Y en el nº 29
dice: “… los justos heredarán la Tierra”.
[6] Ibn
Mâÿah, As-Sunan, t. 2, p. 1368; Al-Mu‘ÿam al-Awsat, t. 1,
p. 200; Maÿma‘ az-Zawâ’id, t. 7, p. 318; Kashf
al-Gummah, t. 3, p. 268; Izbât al-Hudât, t. 3, p. 599; Bihâr
al-Anwâr, t. 51, p. 87.
[7] Râmûz
al-Ahâdîz, p. 33.
[8] Bihâr
al-Anwâr, t. 60, p. 216.
[9] Bihâr
al-Anwâr, t. 60, p. 213; Safînah al-Bihâr, t. 2, p. 445.
No hay comentarios:
Publicar un comentario