miércoles, 11 de septiembre de 2013

LOS ESFUERZOS DE LOS LÍDERES SHIAS POR PRESERVAR LA VERDADERA SHARΑAH





Serie de clases sobre Shiísmo impartidas por Sumeia Younes
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)

Clase 27

En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo

LOS ESFUERZOS DE LOS LÍDERES SHIAS POR PRESERVAR LA VERDADERA SHARΑAH

Introducción

Una de las más importantes creencias de los musulmanes es el hecho de que el Gran Profeta del Islam (s.a.w.) es el último y Sello de los profetas y mensajeros divinos. La Shî‘ah, que es una de las dos grandes escuelas del Islam, obviamente también considera al Gran Profeta del Islam Muhammad (s.a.w.) como el sello y último de los enviados divinos. Pero lo que hace que esta escuela se distinga de las demás escuelas islámicas es la creencia en la existencia de personas que hacen de vínculos entre la fuente divina y profética, y la gente. A estas personas que desempeñan un importante papel en esta escuela y que hacen de vínculos, se las conoce como Imames o “líderes de la Shî‘ah”.
A continuación nos vamos a familiarizar con la forma en que estos líderes desempeñaron su rol y los métodos que utilizaron para preservar la religión profética.

El movimiento científico y cultural de los líderes de la Shî‘ah

La función principal de los doce Imames de la Shî‘ah fue preservar y explicar el rumbo que el Gran Profeta (s.a.w.) estableció y en base al cual, él (s.a.w.) proyectaba sus movimientos y actividades. El método de los Imames, especialmente luego del Imam Al-Husein (a.s.), fue cambiar la sociedad de una manera apacible y mediante un procedimiento no revolucionario. Si bien este método necesita de más tiempo para producir efecto, a la larga trae aparejado un efecto profundo y duradero. En este procedimiento la elucidación de las desviaciones ideológicas y culturales y asimismo el esclarecimiento de la ley divina conformaban un principio constante. Después del suceso de Karbalâ’, los Imames (a.s.) llevaron a cabo su misión en el marco de un movimiento cultural. Luego la política de los Imames (a.s.) fue mantenerse alejados de los gobernantes políticos, mantener una conducta pacífica con ellos y ocuparse de las cuestiones religiosas y culturales de la comunidad. En condiciones normales, ellos de ninguna manera aceptaban las propuestas de los gobiernos para colaborar con los mismos, y si en algún caso fueron objeto de coerción y amenazas para que aceptasen esas propuestas, finalmente ponían condiciones que dejaban en claro su situación de apremio, y de esa manera evitaban dar legitimidad a las acciones de esos gobernantes.
Por otro lado, el conocimiento de los Imames (a.s.) era especial y de una clase diferente a los conocimientos humanos, ya que ellos, al igual que el Profeta, no concurrieron a ninguna escuela, ni fueron discípulos de ningún maestro, y al citar tradiciones del Profeta no las remontaban a narrador alguno.
El vasto saber de los Imames, su total comprensión de la religión y su dominio de las ciencias islámicas los dispuso en una posición en la cual siempre fueron considerados como un referente por los sabios.
Todo este esfuerzo de los Imames de Ahl-ul Bait (a.s.) fue puramente con el objeto de convocar a la religión y divulgar sus enseñanzas y normas. Ahora vamos a familiarizarnos con algunos ejemplos de esos esfuerzos.

Ejemplos de los esfuerzos de los líderes inmaculados de la Shî‘ah para difundir las enseñanzas de la religión

1. Formación de discípulos

Los Imames (a.s.) desempeñaron un papel activo en el terreno de la enseñanza del saber. Entre esos esfuerzos se encuentra el hecho de haber educado discípulos que se convirtieron en grandes sabios en la escuela de estos Imames, y asimismo se volvieron referentes de las numerosas preguntas de la gente. Al producirse una apertura del ambiente político a causa del ocaso del gobierno de los Omeyas y el surgimiento de los Abasíes, hubo muchos grupos que llegaban a visitar a los Imames (a.s.) para beneficiarse de sus conocimientos, al punto que se mencionó que el número de las personas que se favorecieron de las enseñanzas del Imam As-Sâdiq (a.s.) fue de cuatro mil personas. Sin embargo, en épocas posteriores al Imam As-Sâdiq (a.s.), a causa de las presiones de los gobernantes ‘abasíes, los Imames se vieron en una situación en la que no podían desempeñar su papel de una manera óptima. Es por eso que a partir de allí el número de sus discípulos disminuyó y se limitó a unas cuantas personas en especial.

2. Los debates

Otro de los esfuerzos y actividades académicas de los Imames Inmaculados (a.s.) fue responder a los cuestionamientos con relación a los temas doctrinales usuales en esa época en forma de debates. Se han registrado muchísimos debates de los Imames As-Sâdiq y Ar-Ridâ, con ambos sea la paz.
En el siglo II de la hégira, el debate era una de las cuestiones habituales para demostrar las propias ideas y para anular las de los oponentes. Los Inmaculados (a.s.) se valieron de esa práctica para poner de manifiesto muchas realidades. El objetivo de los Imames (a.s.) con estos debates era purificar la creencia islámica respecto de las desviaciones que se difundían entre los musulmanes a causa del comportamiento de los gobernantes y las ideas en contra de la religión.

3. Sus discursos, cartas, súplicas y máximas de sabiduría

Uno de los más importantes legados que nos han llegado de los Imames de la Shî‘ah son las palabras que ellos pronunciaron con relación a diferentes temas y que fueron transmitidas por sus discípulos y compañeros. Muchas de esas palabras fueron recopiladas por los discípulos de los Imames o por los sabios de la Shî‘ah bajo diferentes títulos y en la forma de diversas compilaciones. El gran número de narradores que transmitieron los hadices de los Imames (a.s.) indica el esfuerzo de cada uno de ellos en aras de la enseñanza. Por supuesto, este número era dispar ya que dependía de la situación y condiciones políticas y de la edad relativa de los Imames. Por ejemplo, el número de narradores que transmitieron del Imam As-Sâdiq (a.s.) alcanza las 3222 personas, ya que como dije antes, la transición del califato omeya al ‘abasí que ocurrió en su época dispuso un ambiente propicio para ello; pero luego del Imam As-Sâdiq (a.s.) los apremios contra los shias cobraron intensidad. De esta manera, los Imames (a.s.) se vieron en una situación en la que no podían desempeñar su papel educador de la manera más óptima y solo fueron algunos narradores y discípulos particulares los que preservaron sus hadices y los transmitieron a los shias. A ello se suma el hecho de que la corta vida de los Imames Al-Ÿawâd (25 años) y Al-Hâdî (41 años), motivó que se transmitiera menos de ellos en los libros del Hadîz.

Las abundantes narraciones que nos fueron legadas por los Imames (a.s.)

Los discípulos privilegiados formados por los Imames de Ahl-ul Bait (a.s.) fueron cada uno un referente para los shias en sus propias regiones, y para cumplir con su misión registraban los hadices que escuchaban directamente de los Inmaculados (a.s.). Cada uno de esos registros recibió el nombre de “Asl” (que significa fundamento, origen o soporte) y fueron conocidos como Al-Usûl al-Arba‘mi’ah, es decir, Cuatrocientos Usûl. Es a partir de estos Usûl que fueron recopilados libros como Al-Kâfî de Muhammad ibn Ia‘qûb Al-Kulainî, Man lâ iahduruh al-Faqîh del Sheij As-Sadûq, y Tahdhîb al-Ahkâm y Al-Istibsâr ambos del Sheij At-Tûsî, son los 4 libros referentes par la Shî‘ah, los cuales son utilizados por numerosos juritas, exegetas, pensadores y procuradores de la verdad.
Al mencionar el legado de los Inmaculados de Ahl-ul Bait (a.s.) necesariamente debemos nombrar dos libros que poseen una especial importancia entre el común de los shias. A saber:
1. Nahÿ al-Balâgah (El sendero de la Elocuencia): Este libro fue recopilado por el Seîied Ash-Sharîf Ar-Radî (f. 406 H.L.) y consiste en una serie de discursos, cartas y máximas de sabiduría del Imam ‘Alî (a.s.), la mayor parte de lo cual fue enunciado durante los días de su califato en diferentes círculos sociales, políticos y militares. Por supuesto, es de hacer notar que el propósito del Seîied Ar-Radî no fue recopilar todas las palabras del Imam, sino sólo aquellas que él consideró que se distinguían del resto de sus palabras en lo concerniente a la retórica y la elocuencia.
2. As-Sahîfah as-Saÿÿadîiah: (Las páginas del Imam Saÿÿâd). Este libro contiene súplicas que el Imam As-Saÿÿâd (a.s.) les dictó a sus hijos Zeid y Muhammad Al-Bâqir (a.s.), y la cadena de transmisión termina en ambos. La elocuencia y retórica del libro, junto al elevado contenido moral, gnóstico y educativo del mismo llevó a que se lo mencionara como “los salmos de la familia de Muhammad”. En esas súplicas, el Imam As-Saÿÿâd explica los fundamentos islámicos en tres dimensiones: el individual, social y familiar. Y también pone de manifiesto el mejor programa para combatir la corrupción social y moral que por efecto del gobierno omeya había abarcado a la sociedad islámica.
3. Libros y cartas atribuidas a los Imames (a.s.)
La mayoría de los libros que se conocen de los Imames (a.s.) o bien que se atribuyen a ellos fueron recopilados por sus seguidores, y en base a la costumbre de la época estos libros eran generalmente dictados por el Imam y escritos por sus seguidores. Asimismo, existe una gran cantidad de cartas que se atribuyen a los Imames, muchas de las cuales se recopilaron en los libros de Hadîz.
Algunos de los escritos atribuidos a los Imames de la Shî‘ah son:
I. La recopilación e interpretación del Sagrado Corán: Esta obra es una recopilación del Sagrado Corán realizada por el Imam ‘Alî (a.s.) en base al orden de revelación de las aleyas y en la cual explica el motivo de revelación de cada una de las aleyas y otras particularidades como anexos explicativos y la mención de las aleyas abrogantes y abrogadas.
II. Sahîfah ‘Alî: Este libro es el primero que se escribió en el área de las narraciones y los hadices. Era un libro que fue dictado por el Mensajero de Dios (s.a.w.) y escrito por ‘Alî (a.s.), y fue llamado As-Sahîfah o Al-Ÿâmi‘ah.
III. Risâlat Tauhîd al-Mufaddal (Tratado de la Unicidad o Monoteísmo de Al-Mufaddal): Como su nombre lo indica, este libro trata sobre la Esencia y atributos divinos y fue transmitido por Al-Mufaddal ibn ‘Umar Al-Ÿu‘fî quien lo refiere como dictado por el Imam As-Sâdiq (a.s.).
IV. Tibb ar-Ridâ o Risâlat al-Madh·habah, atribuido al Imam Ar-Ridâ (a.s.): Este libro contiene indicaciones del Imam ‘Alî ibn Mûsâ Ar-Ridâ (a.s.) concernientes a la medicina.
V. Risâlah Ihlîlaÿah: Es un libro en refutación de los ateos atribuido al Imam As-Sadiq (a.s.).
VI. Risâlah al-Huqûq (Tratado de los Derechos) del Imam As-Saÿÿâd: Este libro, que es uno de los valiosos legados de Ahl-ul Bait (a.s.), fue redactado por el Imam ‘Alî Zein Al-‘Âbidîn (a.s.), a pedido de uno de sus discípulos, ya que en una de sus dos versiones tiene como prefacio: “Ésta es una carta de ‘Alî ibn Al-Husein para uno de sus compañeros”. En este libro el Imam (a.s.) se refiere a una serie de derechos y obligaciones de la persona frente a Dios, las criaturas, los actos devocionales y los propios miembros corporales. Los derechos que en el libro se mencionan tienen un carácter moral y formativo.
VII. Mus·haf Fâtimah: El Mus·haf de Fátima es una compilación realizada por el Imam ‘Alî (a.s.), cuyo volumen según las narraciones es tres veces mayor que el Corán pero no contiene nada propio del Corán. No trata sobre lo lícito e ilícito de las cosas, sino que contiene parábolas, sapiencia, amonestaciones, moralejas e informaciones inéditas sobre sucesos del futuro.

El Mus·haf de Fátima, la recopilación del Corán que hizo el Imam ‘Alî (a.s.), la Sahîfah de ‘Alî (a.s.) y otros libros, fueron pasando de mano en mano entre los Imames y en el presente se encuentran en poder del Imam de la Época, Al-Mahdî (a.ÿ.).

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