Serie de clases sobre Shiísmo impartidas por Sumeia Younes
(Las clases fueron grabadas, transcritas y luego editadas por la autora para poder disponer de ellas en forma de texto)
Clase 35
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el
Misericordiosísimo
LOS CENTROS IMPORTANTES DE LA SHΑAH EN IRÁN
Introducción
Analizando en forma
general la historia de la Shî‘ah desde el principio de su ingreso a
Irán, podemos observar un avance gradual de la influencia de esta Madh·hab
o escuela del Islam en este país. La influencia en regiones centrales como las
ciudades de Qom y Rey, la conquista de Tabaristán a manos de los ‘alawíes, y la
instauración del gobierno de Âl-e Buieh, se cuentan entre las etapas de esta
influencia gradual. Esta influencia continuó hasta que llegaron al poder los
Safávidas, y en este período ya surgió un entorno bastante adecuado para el
desarrollo de los pensamientos shiítas. Con el esfuerzo de los grandes sabios y
la adhesión del gobierno, esta Madh·hab se convirtió en la tendencia de
la mayoría de la gente, volviéndose la Madh·hab oficial de Irán.
Además, la emigración de grandes sabios desde Yabal ‘Âmil en El Líbano fue una ayuda propicia para el afianzamiento y fortalecimiento de esta Madh·hab en Irán.
Además, la emigración de grandes sabios desde Yabal ‘Âmil en El Líbano fue una ayuda propicia para el afianzamiento y fortalecimiento de esta Madh·hab en Irán.
Con el triunfo de la
Revolución Islámica de Irán, esta Madh·hab pasó a tener una posición
especial entre los musulmanes, e Irán pasó a ser el centro de los shias del
mundo.
Seguidamente, tras hacer
un breve recorrido por la historia de la Shî‘ah en Irán, nos
familiarizaremos con algunos de los más importantes centros y ciudades de la Shî‘ah
en este país.
La historia de la Shî‘ah en Irán
Después de que los
musulmanes lo conquistaron en el primer siglo de la Hégira, Irán no estaba
familiarizado con la Wilâiah y amor por Ahl-ul Bait (a.s.). Fue
en el segundo siglo de la Hégira -en la misma época del califato de los omeyas-
que la Madh·hab Shî‘ah echó raíces en Irán y la gente se
familiarizó con el amor y la Wilâiah de Ahl-ul Bait (a.s.). De
esta manera, el Shiísmo se manifestó en Irán a finales del siglo II y en el III
-en el primer tercio del período del Califato ‘Abasí y tras residir el Imam
Ar-Ridâ (a.s.) en Jorasán (Irán)-, y se difundió en los siglos IV y V
simultáneamente al periodo de gobierno de la dinastía de Âl-e Buieh. Pero en
épocas de la dinastía de los selyúcidas esta expansión se detuvo, y finalmente
en el periodo de gobierno de los mongoles -a partir del siglo VII- fue que el
ámbito del Shiísmo en Irán comenzó a extenderse, hasta que el Shah Ismael el
Safávida llegó al poder en el siglo X. Fue a partir de este siglo que el
Shiísmo abarcó ya todo el territorio de Irán. Por supuesto, una minoría sunnita
también permaneció en algunos territorios, como algunos árabes del sur y
algunas gentes del norte, y también algunos grupos de las regiones de
Baluchistán y Kurdistán.
Los iraníes aceptaron el
Shiísmo años después de su surgimiento, y lo que algunos dijeron sobre que el
Shiísmo surgió y comenzó desde Irán no es más que una grotesca suposición. Para
informarnos un poco más acerca del Shiísmo en Irán vamos a conocer en forma
general los más importantes centros de los shias en Irán.
Jorasán
Después de que los
‘abasíes dominaron sobre las naciones islámicas, la mayoría de la gente de la
ciudad de Jorasán los siguió, y podemos considerarlos shias, ya que al comienzo
de su manifestación, el Shiísmo solamente consistía en amar a ‘Alî y a Ahl-ul
Bait (a.s.), y casi toda la gente pensaba que Ahl-ul Bait eran todos
los hashemíes y que no había diferencia entre los ‘alawíes y los ‘abasíes. Sin
embargo, cuando la gente de Jorasán comprendió que el propósito eran aquellos
de Ahl-ul Bait a quienes Dios purificó sobremanera de toda impureza y
quienes eran uno de los Dos Tesoros o Zaqalain, ya había transcurrido un
cierto tiempo desde el califato de los ‘abasíes y las bases de su gobierno se
habían fortalecido. Pero antes que eso, salvo la gente de percepción y un
número de selectos shias, la gente de Jorasán no sabía del acatamiento que se le
debía a Ahl-ul Bait (a.s.), ni quiénes eran precisamente Ahl-ul Bait.
Fue después de la llegada
del Imam Ar-Ridâ (a.s.) a Irán que se manifestó el Shiísmo en su
significado particular. El Califa ‘Abasí Al-Ma’mûn no les impedía a los shias
visitar y reunirse con el Imam Ar-Ridâ (a.s.), y esto jugó un gran papel
en el despertar de las mentes del común de la gente y en el fortalecimiento de
los shias en Jorasán.
Fue a partir de este
período que el Shiísmo comenzó su movimiento, expansión y propagación, si bien
el proceder de los ‘abasíes en su enfrentamiento y oposición con los
descendientes de ‘Alî (a.s.) y sus shias no dejó nunca de ser un obstáculo en
medio del camino del Shiísmo.
Las vastas actividades
académicas de los shias de Jorasán y su relación con sus Imames y
representantes es un claro testimonio de la tendencia al Shiísmo que existía en
Jorasán. Entre las ciudades de Jorasán, Nishâbûr se distinguía por tener la
mayor población shî‘ah, y varios de los grandes compañeros de los Imames
y autores distinguidos de la Shî‘ah surgieron de esta ciudad en los
comienzos de la Ocultación Menor. La familia de Fadl ibn Shâdhân fue una
de las notables entre los shias de esta ciudad. Fadl fue uno de los
rostros distinguidos del Shiísmo y de entre los compañeros del Imam Al-Hâdî
(a.s.).
El luminoso sepulcro del
octavo Imam de los shias, el Imam Ar-Ridâ (a.s.) en Jorasán -más
precisamente en Mash·had- fue origen de la propagación del Shiísmo desde varios
aspectos, ya que tanto shias como sunnis le dispensaban una gran deferencia y
respecto al sepulcro del Imam, de forma que se puede considerar esto como uno
de los factores de la expansión de los centros académicos en esta región. Hoy
en día la Hauzah ‘Ilmîiah de Mashhad se sitúa al lado de
otras hauzas ‘ilmîias importantes de los shias como las de
Nayaf y Qom, y continúa creciendo y extendiéndose.
Rey
Después del gobierno de
los Omeyas y concluir el acoso a los muhaddizîn o transmisores de
hadices para que difundieran virtudes sobre los Omeyas y hadices falsos, y así
como la prohibición que había de que se transmitieran narraciones sobre las
virtudes de Ahl-ul Bait (a.s.), poco a poco se fueron dando las
condiciones para que la gente de Rey se familiarizara con la escuela de Ahl-ul
Bait (a.s.).
Lo que a finales del segundo
siglo de la Hégira surgió en la ciudad de Rey bajo el nombre de Shiísmo,
consistía en el vínculo de algunas personas y habitantes de Rey con los Imames
de Ahl-ul Bait (a.s.).
Entre los compañeros del
Imam Al-Kâdzim (a.s.) y del Imam Ar-Ridâ (a.s.) hay varias personas
apodadas como “Râzî” que es el gentilicio de las gentes de Rey.
Estas personas o bien eran habitantes de Rey o pasaron un tiempo en esta
ciudad, como Husein ibn Muhammad Ar-Râzî y ‘Abdul·lâh ibn
Muhammad Ar-Râzî.
Una de las razones más
importantes para el vínculo que existía entre la gente de Rey con los Imames
(a.s.), y también la abundancia de shias en esta ciudad, fue la presencia de
uno de los representantes del Imam de la Época (a.ÿ.) en Rey. Por supuesto, él
se hizo cargo de tal responsabilidad a través de un intermediario, es decir, de
parte de uno de los cuatro representantes directos del Imam de la Época (a.ÿ.).
Esta persona fue Abul Husein Muhammad ibn Ÿa’far Al-Asadî (f. 312
H.L.).
La llegada a Rey de
‘Abdul ‘Adzîm, que era uno de los rostros destacados entre los compañeros de
los Imames, también es un signo de la existencia del Shiísmo en esta ciudad, y
al mismo tiempo dispuso el terreno para el desarrollo de la convocatoria shî‘ah.
Tras su fallecimiento, su sepulcro adquirió centralidad para los shias, y fue
un factor influyente para atraer a los shias de otras regiones a la ciudad de
Rey.
Qom
Con certeza se puede
decir que la ciudad de Qom fue el primer centro del Shiísmo en Irán, ya que los
precedentes del Shiísmo en esta ciudad vuelven al último cuarto del primer
siglo de la Hégira. En esa época, Irán todavía estaba sumido en la controversia
entre aceptar el Islam o permanecer en la religión de sus padres y antepasados,
es decir, en la religión del Zoroastrismo, pero la ciudad de Qom ya había
elegido el Islam.
Los árabes que llegaron a
esta región eran de entre los Ash‘aríes, y eran originarios de las regiones del
sur del Hiyaz. También existen narraciones que hablan de la presencia de los
árabes en Qom incluso antes de los Ash‘aríes. El primero de entre los árabes
que llegó a esta ciudad fue ‘Abdul·lâh ibn Sa‘d. Él tenía un hijo que había
sido educado en la ciudad de Kufa y desde allí había llegado a la ciudad de
Qom. Él era Imamita y es quien trajo la Madh·hab Shî‘ah a esta región,
al punto que con el tiempo no permaneció nadie en esta ciudad que no fuese shî‘ah.
El autor del libro “Ta’rij-e Qom” (La Historia de Qom), Muhammad
ibn Hasan Al-Qommî, dijo: “Ellos fueron los primeros que en forma
manifiesta dispusieron el Shiísmo como su Madh·hab, en tanto que hasta esa
época, en otras regiones aún no se había dado tal manifestación”.[1]
El tipo de Shiísmo de los habitantes de
Qom
Según lo que se desprende
de los dichos de algunos historiadores, los primeros shias de esta comarca
fueron los shias imamíes. Ellos habían aceptado seguir a los Imames
Inmaculados, y tras el martirio de cada Imam, investigaban para advertir las
señales del siguiente Imam. Luego se vinculaban al nuevo Imam, y hasta
finalizar el período de la Ocultación Menor, constantemente estuvieron en
contacto con los representantes de Sâhib Az-Zamân,
el Imam de la Época (a.ÿ).
Para explicar la relación
que la gente de Qom mantenía con los Imames -la gente de Qom fueron esos mismos
Ash‘aríes que poco a poco pasaron a ser conocidos como Qommî-,[2] es suficiente con que digamos que muchos de ellos
fueron presentados como compañeros de los Imames en los libros de Riÿâl
de la Shî‘ah.[3] Uno de ellos fue Iûnus ibn ‘Abdurrahmân,
respecto a quien Ibn Shâdhân transmite de Ibn Al-Muhtadâ: “Él fue la mejor
persona Qommî que conoció. Él era representante del Imam Ar-Ridâ (a.s.),
y cuando Ibn Al-Muhtadâ le preguntó al Imam: “Si no te vemos a ti ¿a quién
debemos preguntarle las cuestiones de la religión?”, el Imam le dijo que se
dirigiera a Iûnus”.[4]
Qom en las narraciones de los Imames
Inmaculados (a.s.)
Por otra parte, se
mencionaron muchas narraciones en virtud de la ciudad de Qom y de su gente en
los libros de Hadîz. Estas narraciones son tantas que en caso de
poder objetar algunas de ellas, jamás se podrá rechazarlas a todas. En una
narración, el Imam As-Sâdiq (a.s.) considera a Qom como el
refugio de los shias.[5]
Teniendo en cuenta que la
ciudad de Qom se encontraba alejada de los centros del Califato, y además,
debido a la expansión del Shiísmo en Qom, es natural que sea un refugio para
los shias. El hecho de que el Imam As-Sâdiq (a.s.) ratificara a
los shias de Qom, en gran medida equivale a ratificar el “pensamiento”
imperante en esta ciudad.
En otra narración del
Imam As-Sâdiq (a.s.) se transmitió que dijo:
« قُمْ بَلَدُنا و بَلَدُ شيعَتُنا »
Qom es nuestra ciudad y la ciudad de nuestros shias”.[6]
Y en otra narración dijo:
« إنّ لَنا حَرَماً وَ هُوَ بَلْدَةُ قُم »
“Nosotros tenemos un haram o santuario que es el territorio de Qom”.[7]
Y también dijo:
« و أَهْلُ قُمْ أَنْصارُنا »
“La gente de Qom son nuestros auxiliares”.[8]
Asimismo, cuando se
incrementó el acoso de los ‘Abasíes, el Imam requirió de los shias que se
dirigieran a las ciudades de Kufa y Qom y a sus alrededores, puesto que:
« في قُمْ شيعَتُنا و مَوالينا »
En otra narración Qom fue
llamada “la Pequeña Kufa”: “Al-Kûfa As-Saguîrah”.[10]
De algunas narraciones
también se desprende que con el paso del tiempo la relación o vínculo de la
gente de Qom con los Imames se intensificó. Se transmitió que el Imam
Al-‘Askarî (a.s.) escribió una carta a la gente de Qom y de “Âbeh” y les deseó
que fueran objeto de la guía divina.[11] También se narró que el Imam Al-Yawâd (a.s.)
escribió una carta en respuesta a una carta de ‘Alî ibn Mihziâr en la
que éste le informaba de los problemas de la gente de Qom, y el Imam (a.s.) en
su respuesta a esta carta suplicó diciendo: “¡Que Dios libre de esos
problemas a la gente de Qom”.[12]
Los sabios de la Shî‘ah en Qom
La existencia del
sepulcro luminoso de Fátima Al-Ma‘sûmah (a.s.), la hija del Imam Mûsâ Al-Kâdzim
(a.s.) y hermana del Imam Ar-Ridâ (a.s.), y el vínculo entre esta ciudad
y los Imames (a.s.), llevó a que el aprendizaje de las ciencias de Ahl-ul
Bait (a.s.) en esta ciudad alcanzara un gran esplendor, al punto que los
más grandes compañeros de los Imames (a.s.) como Iûnus ibn ‘Abdurrahmân
y Zakarîâ ibn Âdam eran de la gente de Qom. Después de que la ciudad de
Kufa de a poco perdiera su influencia como primer y principal centro de la Shî‘ah,
los hadices de Ahl-ul Bait (a.s.) se trasladaron a Qom y esta ciudad se
volvió el lugar de confluencia de los transmisores de hadices shias. Es por eso
que primero Husein ibn Sa‘îd Ahwâzî y su hermano se dirigieron a
la ciudad de Ahwâz y desde allí a Qom.
Muchos de los famosos
sabios de la Shî‘ah pertenecieron a esta ciudad o bien se formaron
académicamente en ella, como Ibn Bâbuwaih Al-Qommî, que en expresiones de
An-Naÿÿâshî él es “el gran Sheij de los qommíes de su época, su líder y su faqîh”.
El Sheij As-Sadûq también se cuenta entre los sabios shias
conocidos de esta ciudad.
Qom en la época actual
Hace ya muchos años que
la sagrada ciudad de Qom es oficialmente el centro académico y cultural del
mundo del Shiísmo, y esto se debe a la presencia de los Marâÿi‘ at-Taqlîd
o grandes sabios referenciales de la religión, y a la conformación de clases en
la Hauzah ‘Ilmîiah de Qom en los niveles
superiores, y desde que los estudiantes de ciencias religiosas al mismo tiempo
que estudian también se dedican a la enseñanza, escritura y actividades de
investigación, esto llevó a que se instituyeran en esta Hauzah
niveles intermedios e incluso elementales de las ciencias de la religión.
Por supuesto, los Imames
Inmaculados (a.s.) ya habían vaticinado este esplendor académico en la ciudad y
Hauzah de Qom. El Imam As-Sâdiq (a.s.) dijo:
« يظهر العلم ببلدة يقال لها قم ، وتصير معدنا للعلم و الفضل
حتى لا يبقى في الأرض مستضعف في الدين حتى المخدرات
في الحجال ، وذلك عند قرب ظهور قائمنا [...] فيفيض العلم منه إلى سائر البلاد في
المشرق والمغرب، فيتم حجة الله على الخلق حتى لا يبقى أحد على الأرض لم يبلغ إليه الدين والعلم،
ثم يظهر القائم عليه السلام »
“… Se manifestará el conocimiento en una ciudad llamada Qom y se convertirá en un depósito del conocimiento y la virtud, de manera que no quedará nadie sobre la Tierra que no conozca la religión, incluso las mujeres ocultas tras los velos. Eso será en una época cercana a la manifestación de nuestro Restaurador […] Dios hará que el conocimiento y la ciencia se difundan desde la ciudad de Qom hacia el resto de las naciones del oriente y el occidente, y los seres del mundo serán informados al punto de no quedarles excusas y sin quedar nadie sobre la Tierra al que no le haya llegado la religión y la ciencia. Entonces llegará el momento en que el Huÿÿah o Prueba de Dios se manifieste”.[13]
Ahora mismo en la ciudad
de Qom hay miles de estudiantes e investigadores de las ciencias islámicas de
todo el mundo abocados al estudio en esta Hauzah, y bajo
el liderazgo de los Marâÿi‘ at-Taqlîd y una administración central, se
están ejecutando numerosos programas para expandir y hacer fructificar lo más
posible las ciencias especializadas e islámicas. Además, la Universidad
Internacional Al-Mustafâ (s.a.w.), en su carácter de establecimiento de
enseñanza e investigación, tiene a su cargo la enseñanza de los estudiantes e
investigadores no-iraníes, valiéndose de la experiencia milenaria de las hauzas
‘ilmîias y equipada con un saber actualizado.
[1]
Ta’rij-e Qom, Muhammad ibn Hasan Al-Qommî, p. 285.
[2]
Ver: Rawdât al-Yannât, Al-Junsârî, t. 2, p. 180.
[3]
Ver: Riyâl An-Naÿÿâshî, Sheij Quwâm Islâmî.
[4] Riyâl An-Naÿÿâshî, pp. 311-312, ed. Dâvarî.
[5]
Ver: Bihâr al-Anwâr, t. 60, pp. 214-217.
[6]
Safînah al-Bihâr, Al-Qommî, t. 2, p. 447.
[7]
Ibíd., p. 2, p. 446.
[8]
Bihâr al-Anwâr, Al-Maÿlisî, t. 60, p. 214.
[9] Safînah al-Bihâr, t. 2, p. 466.
[10] Maÿâlis al-Mu’minîn, Shûshtârî, p. 83.
[11]
Al-Kunnâ wa al-Alqâb, Al-Qommî, t. 3, p. 87.
[12] Mafâjir al-Islâm, Ad-Dawânî, t. 1, p. 110.
[13]
Bihâr al-Anwâr, t. 57, p. 213, h.23; Safînah al-Bihâr,
t. 2, p. 445.
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